La cueva de Puyil, también conocida como San Felipe, se ubica cerca del poblado Puxcatán, en el municipio de Tacotalpa, Tabasco. Está situada en la llamada “región de la sierra” de Tabasco, en la cuenca del río Puxcatán. La cueva mide aproximadamente 75 metros de largo y cuenta con seis cámaras. Debido a que la formación data de hace cientos de miles de años, la caverna contiene grandes estalagmitas y estalactitas a lo largo de cámaras altas y bajas, así como caminos ondulados, inclinados y estrechos que dificultan el paso. Además, al pie de la montaña donde se encuentra la cueva brota un manantial que inunda una de las cámaras.
Al interior de la cueva se localizaron restos óseos de varios individuos –la mayoría mayas pertenecientes al periodo Clásico Tardío– y junto a ellos se hallaron materiales arqueológicos posiblemente colocados como parte de la ofrenda mortuoria, como hachas de piedra verde, orejeras de concha, cinabrio y una punta de proyectil de pedernal. Lo sorprendente del hallazgo es que en dos casos la temporalidad se remontó hasta la era prehistórica, entre los años 8000 a 2500 a. C.
La realización de varios análisis de secuencias del genoma mitocondrial permitió establecer la línea materna de los individuos estudiados e incluso identificar parentescos. Los análisis muestran ancestros comunes que cruzaron por el estrecho de Bering, desde Asia hacia Sudamérica y el Caribe. De igual importancia es el estudio de los tipos de deformación craneal detectados, que corresponden tanto a la llamada imperfecta como a la perfecta, la primera de las cuales es una de las muestras con mayor antigüedad que se ha recuperado hasta el momento. Con este dato fue posible corroborar la cultura a la que cada individuo pertenecía.
La exposición Puyil… La cueva de los ancestros reúne por primera vez las 39 piezas descubiertas en ese lugar, que incluyen cuentas de piedra y espejos de arenisca y pirita, así como una réplica de la estalagmita de la gruta y una selección de los restos humanos más representativos de este singular descubrimiento arqueológico.
La muestra se exhibe en la Media Luna del vestíbulo del Museo Nacional de Antropología y estará abierta al público hasta septiembre próximo. La entrada es gratuita.