El artista florentino Nicola Lorusso inició su carrera de fotógrafo con algunas experiencias en el campo del teatro y del reportaje, no obstante, su verdadero interés siempre ha estado dirigido a temas sociales y a una lectura de las huellas de las actividades humanas sobre el territorio. Su búsqueda por explorar estos caminos lo llevaron en los años noventa ?y dos veces más en 2014 y 2015? a Tucheachi, Chihuahua, un poblado de difícil acceso enclavado en la gélida sierra tarahumara, silencioso paraje donde confluyen las barrancas y las montañas con un cielo estrellado que parece no tener fin. Este fue el escenario de uno de los encuentros más personales y trascendentales para el artista, en este lugar conoció a Erasmo Palma.
Erasmo era un hombre que amaba comunicar, un rarámuri extrovertido y curioso que absorbía la realidad que lo rodeaba, contemplaba la naturaleza y de cada cosa filtraba una experiencia. No tuvo una formación académica, los encuentros y el trabajo de la tierra lo forjaron mientras se ganaba la confianza de su gente tratando de resolver los conflictos de la comunidad. Como músico, asistió a la escuela de la naturaleza, el resto fue fruto de un empeño autodidacta. Erasmo encarnaba una cultura tradicionalmente oral y una lengua en constante peligro de extinción, tomaba consciencia del recuerdo, no permitía que se diluyera y corriera el riesgo de perderse; la acción de su escritura y de su composición lo convirtieron en un guardián de las palabras.
La muestra exhibe 45 fotografías que capturan la cotidianidad de la vida en la sierra, su entorno, la tierra, las cuevas, su paisaje y cómo sus habitantes se vinculan con él. La selección de imágenes se complementa con manuscritos, dibujos y cuentos infantiles escritos por Erasmo que juegan entre la fantasía y la realidad. La exposición pretende ser un homenaje a aquel hombre cuya personalidad cautivó al fotógrafo por la espontaneidad con la que narraba historias como igual componía canciones o poemas en lengua tarahumara.
Lorusso ha expuesto su trabajo constantemente desde 1984 en Europa y en México. Sus fotografías forman parte de colecciones públicas, como la Bibliothéque Nationale de France, el Centro de Arte Santa Mónica (Barcelona), el Museo de Fotografía Contemporánea (Milán) y el Departamento de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes (Ciudad de México) entre otras. La muestra fotográfica El guardián de las palabras, permanecerá en la Galería del primer piso del Museo Nacional de Antropología hasta el 26 de septiembre de 2019. La entrada es gratuita.