Al parecer, el 80% de los futuros trabajos requerirán conocimientos de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (STEM por sus siglas en inglés). Pero, desgraciadamente, estas disciplinas siguen estando copadas principalmente por hombres. Tan solo el 30% de los trabajadores en estas áreas son mujeres. Y no se debe a que estén peor cualificadas. Lo están, y mucho.
Un estudio del The Stimulating Physics Network del Instituto Británico de Física (IOP) comprobó que el desinterés por la ciencia es mayor cuanto más se avanza en el sistema educativo, que ese desinterés se acelera a partir de los 14 años y es mayor entre las niñas. Al parecer, y según este estudio, las niñas empiezan a creer que no van a ser capaces de estudiar materias como física lo cual, al parecer, no se corresponde con el rendimiento y los resultados reales de estas niñas en las asignaturas. Lo curioso es que, además de esta falta de seguridad, las niñas afirman no ver la utilidad de estas materias en la vida diaria.
Es por eso que no paran de surgir iniciativas que buscan motivar a las niñas en especial, desde jóvenes, para que encuentren más atractivas estas asignaturas y que sientan (y entiendan) que la ciencia y la tecnología no es solo cosa de hombres.
Son numerosas las escuelas y las empresas que se han implicado para inspirar a las jóvenes de hoy a conseguir habilidades en STEM que les pueda ayudar a convertirse en las líderes del mañana en estas áreas. Es una forma sencilla para que conozcan carreras enmarcadas en estas disciplinas y las tengan en cuenta a la hora de elegir sus estudios.
Al calor del Mobile World Congress, el martes 26 de febrero y hasta el viernes 2 de marzo, se celebra en Barcelona YoMo, The Youth Mobile Festival, o lo que es lo mismo, el encuentro de estudiantes y profesores de toda España para conocer aspectos desconocidos de la ciencia a través de actividades lúdicas presentadas por diferentes compañías. Un total de 11.000 chavales de 238 escuelas y cerca de 3.000 educadores y profesionales de STEM pasaron por este evento el año pasado. Todo ello supuso 1.200 horas en contenido educacional.
En este marco, Mastercard ha montado dos sesiones de su programa educativo Girls4Tech diseñado para chicas jóvenes en todo el mundo. A través de sus empleadas, que se ofrecen voluntarias y que cuentan con experiencia en tecnología de pagos, que es lo que sirve de base para este programa, el objetivo es mostrar como las ciencias y la tecnología no solo son importantes para el día a día sino que son materias divertidas. Desde su lanzamiento en 2014, Girls4Tech ya ha influido en más de 39.000 niñas en 21 países, incluido España, como parte de su objetivo global de llegar a 200.000 niñas antes de 2020.
Igualmente, la Universidad Politécnica de Cataluña, celebra en YoMo la sesión Mujeres y tecnología: el ingenio (in)visible a través de la cual mostrarán a niñas de 13 a 18 años que detrás de la creación de muchos de los equipos que utilizamos a diario hay muchas mujeres. Y Hewlett Packard también llega a YoMo con su sesión El futuro es de las chicas: Invéntalo que, a través de profesionales de la compañía, demostrarán a niñas de la misma edad cómo, a través de la tecnología, todos podemos cambiar el mundo.
Habría que pensar si parte de culpa de que estas niñas no se vean en roles relacionados con materias STEM está en la propia familia. En muchos casos no se incentiva que las niñas escojan carreras que, para muchos, son largas y complicadas. Además, algunos términos relacionados con esos empleos del futuro que comentaba al inicio no son fáciles de comprender. Big Data, código o algoritmos suenan casi a chino en muchas casas. También es cierto que en otras áreas tradicionalmente relacionadas con mujeres, como la enfermería, se debería hacer la labor opuesta y motivar a los hombres a interesarse por estas carreras predominantemente femeninas, porque el sesgo existe también en ese caso.
En cualquier caso, la educación temprana es fundamental para conseguir que muchas mujeres se animen a desarrollar sus habilidades en campos tradicionalmente masculinos, y el músculo de estas y otras muchas empresas es vital para desarrollar programas educativos