Como diría un académico con quien tengo mis profundas diferencias en temas sobre el Medio Oriente, «la primera víctima de toda guerra es la verdad». Y qué tan cierta es esta frase cuando vemos en concreto el abordaje panfletario con el cual las agencias de Noticias de Israel presentaron esta noticia que habla de una «boda masiva» en la Franja de Gaza ante la cual se hace una especificación que las novias son las niñas, ellos mismos dejan en claro «especificando que se trata de una boda particular en la que el novio triplica en edad a la novia y no es que sean novios nonagenarios, de ninguna manera, sino porque en realidad, las novias son niñas. Así es, infantes que ni tan siquiera han entrado en la pubertad…».
Para los efectos de quien lee estas líneas debo aclararle que la noticia es una media verdad, por tanto decir que se trata de una mentira completa. Vamos a ver, ¿contemplan algunos grupos islámicos el matrimonio con menores de edad? Desde su interpretación religiosa muy arcaica y se podría decir fundamentalista, sin duda que sí lo practican. Algunos exegetas del Corán y los Hadices así como el Sirat (biografía del profeta Muhammad) justifican el matrimonio con menores con o sin coito de por medio.
Amir Taheri repitiendo las palabras del ayatolá Khomeini en su Tahrir al – Wassilah, menciona:
«un hombre no puede tener sexo con su esposa, ya sea temporera o permanente, si esta posee menos de nueve años de edad, pero permite otras “gratificaciones” tales como “tocar con deseos de abrazar y acariciar, incluso si la niña en cuestión es un bebé, su único castigo es que, si termina divorciándose de la niña, no podrá casarse con ninguna de sus hermanas. Si el bebé muere como consecuencia de la violación, el supuesto esposo tendrá que pagarles el precio de sangre a sus parientes…».
(Taheri, 1997).
La parte real sobre la noticia es que, efectivamente, sí se realizan bodas masivas de modo muy común en la Franja de Gaza, en especial hay un pago especial para aquellos hombres que toman por esposa a las mujeres de un shahid (mártir); unos $3.000 según los últimos datos.
Pero la parte falsa de dicha noticia es que quienes se casan no son las niñas, estas van como «damas de honor», según la ley palestina la edad mínima para relaciones consentidas es de (12 años). Se podrá decir todo lo que se quiera sobre los grupos que lideran a los palestinos, entre estos Hamás, que es uno de los más radicales (con poder), o sobre otros clanes que quizás se salgan del esquema (de manera ilegal), pero lo cierto del caso es que al menos lo que presenta esta noticia no es verdad y, en el papel, el matrimonio con menores de la edad de consentimiento, está prohibida, lo que no quiere decir que no existan preocupaciones por parte de ONG sobre el matrimonio con menores de 18 años, donde se puede incluir a la Palestinian Medical Relief Society (PMRS) quienes organizan conferencias al respecto mostrando sus puntos de preocupación.
Esta «información» (fake news) de la boda masiva circula desde hace años, la última referencia importante fue en el 2012 cuando se hizo casi viral y lo recibí en varias ocasiones a través de correo electrónico, así como por Facebook y Twitter. Aunque de hecho las fotografías y notas que aparecen al respecto tienen más tiempo, al menos desde el año 2009, donde una y otra vez se insiste en que se trata de matrimonios reales de niñas con miembros de la agrupación islamista Hamás.
No hay utilidad en la difusión de estos bulos a través de redes sociales, mucho menos que se apoyan a través de blogs que hacen referencia a otros sitios con información de dudosa procedencia; entre estas páginas de grupos «fascistoides». Ni siquiera con el fin de dejar mal parados a los liderazgos palestinos que ya de por sí con sus peculiares políticas, infligen sobre sus ciudadanos una serie de medidas draconianas en las cuales muchas se acogen a acusar a palestinos de ser colaboracionistas de Israel, lo cual dependiendo del humor del grupo de turno corresponderá a un severo castigo, inclusive la muerte.
El achacarles además el supuesto matrimonio con niñas en una actividad masiva con el impacto mediático que esto puede generar, más que perjudicar la imagen de Hamás o de los grupos islamistas en la Franja de Gaza, deja en malas condiciones la credibilidad de quienes distribuyen este tipo de desinformación, porque quedarán expuestos como alarmistas y mentirosos, acá aplicaría entonces aquella famosa frase del argot popular «no hacer nada bueno que parezca malo», y acá sin duda la estrategia es nociva y autodestructiva.