Starck, así como Fausto, ¿ha entregado su alma a la creación? Desde la constitución de su estudio Ubik en 1979, Starck ha concebido más de 10.000 proyectos que atraviesan todos los territorios de la creación con una misma obsesión: crear objetos que estén al servicio de los usuarios. Para Starck, el objeto tiene que ser “justo”, “prestar servicio”, pero este servicio ha de ser tanto funcional como emocional.
Alguien que encarna el diseño democrático no deja de cuestionarse: por qué este nuevo objeto merece existir? Creador comprometido que se debate entre las mutaciones del mundo contemporáneo, Starck fue uno de los primeros en reivindicar una conciencia ecológica de la creación.
Tras la exposición dedicada a Philippe Starck en el Centre Pompidou de París en el 2003, el Centre Pompidou Málaga presenta “Starck, dibujos secretos”. Starck, que se define como un “utopista naïf”, nos transporta al corazón de su proceso creativo a través de la inmersión de miles de dibujos, croquis, investigaciones, donde los espectadores se convierten en actores.
Igualmente se exponen objetos de diseño, desde los más icónicos a los más cotidianos, como el exprimidor Juicy Salif (1989) o el proyecto de arquitectura de la Maison Heler que pronto se inaugurará en Metz. A través de esta exposición, Starck nos hace viajar por el inconsciente de la creación, para descubrir esa “sombra misteriosa”, inspiradora pero también temida, en la que los objetos nos iluminan sobre su propia creación y su necesidad de ser.