Con la llegada de la séptima temporada de Juego de Tronos, la locura por la serie de televisión basada en la saga literaria de George R.R. Martin ha vuelto con más fuerza que nunca. La temporada pasada fue de las que hacen historia, una auténtica obra de arte visual y narrativa. Pero si usted es de los seguidores de la serie que nunca ha leído los libros… servidora no quiere hacerle sentir mal, pero no sabe lo que se pierde.
Hace ya unas tres temporadas que la ficción televisiva ha traspasado la obra literaria -Martin lleva ya cinco años escribiendo el sexto volumen de la saga-, y la trama ha tomado vida propia. Aún así, para entender con profundidad el mundo de Canción de Hielo y Fuego, que es como se llama la saga en la literatura, es necesario leer y profundizar en los libros. La serie sigue teniendo, incluso en esta temporada que se acaba de estrenar y que ya no sigue el guión de ninguno de las entregas en papel, grandes referencias a los personajes tal como Martin los retrata en sus páginas.
Para que les entre el gusanillo de la lectura de esta imprescindible obra de la literatura fantástica, he aquí las cinco cosas más importantes que se están perdiendo por no leer Canción de Hielo y Fuego:
1. La Khaalesi
La Khaalesi de los libros es mucho más espectacular. Cuando vi el primer capítulo de la serie, pensé: «esa no es Daenerys». La madre de dragones es descrita en el libro de una forma mucho más impactante, con una belleza sólo igualada por la de Cersei. Figura esbelta, alta y con los ojos violetas, típicos de su linaje. Eso sí, con el mismo carácter de reina. Todos amamos a Emilia Clarke a día de hoy, pero si la de la seria le gusta, la Khaalesi de los libros le va a apasionar.
2. Los lobos
La importancia de los lobos huargo. La manada de lobos que los Stark tienen como animales de compañía tiene en los libros un significado y un simbolismo que en la serie no han sabido reflejar. Son importantísimos. No sólo representan a los ancestros de la casa Stark y son el símbolo de su estandarte, sino que también son los protectores de la familia. Cada hijo de Eddard tiene el suyo, y es cuando se separan de ellos por distintas razones cuando a sus dueños empieza a irles verdaderamente mal. Recuerden a Sansa, que pierde a Dama casi al principio, o a Arya, que ha perdido de vista a su loba Nymeria. No es que estén viviendo una vida de ensueño. Y por supuesto, no se olviden de Rob. El Rey en el Norte. Ay, si no lo hubieran separado de su lobo Viento Gris en aquella ‘boda roja’…
3. Cersei
La reina Cersei es, en esta nueva season, más retorcida que nunca. Siempre lo ha sido, pero es que en los libros se multiplica su mala uva. Su pobre hermano y amante ya no sabe qué hacer con ella. El personaje literario de Jaime sufre una transformación, después de que le corten su mano, muy interesante de leer. Ya no tiene las cosas tan claras. En la serie no se refleja tanto este vuelco psicológico que da el personaje. Una pena.
4. Jon Nieve
Y qué contarles de Jon Nieve. Uno va leyendo su evolución en los libros y cada vez tiene más claro que su cabeza, y su sentido del honor, acabarán como la de su padre, el pobre Eddard Stark. Valiente, pero poco práctico. El argumento de la serie se inclina a ponerle el apellido Targaryen al pobre bastardo de Invernalia, pero en la saga literaria no está tan claro. Parece que es un Stark de los pies a la cabeza. Y una vez más, su lobo Fantasma es una pieza clave en la historia de Jon. Lean, lean el final del quinto libro...
5. Atención: ¡spoliers!
Hay cosas que en la serie no les han contado. No sabemos si porque se están reservando la sorpresa, o porque no piensan llevar la trama televisiva por esos caminos. Pero hay muchos puntos claves que la televisión omite deliberadamente. Si ha seguido hasta aquí bajo su responsabilidad sin haber leído los libros, le cuento. Por ejemplo, Daenerys no es la última Targaryen viva. En Danza de dragones, el quinto libro, se nos cuenta que Aegon Targaryen, el sobrino de la Kaahlesi, está vivo. Eso le pone las cosas a la reina muy, pero muy complicadas. Hay también un personaje muy amado por todos los fans que no está muerto en los libros, aunque lo finiquitaran en la serie… Pero eso, me lo reservo (lo descubrirán en Tormenta de Espadas).
Hay muchas razones más para devorar los libros de George R.R. Martin. Si a estas alturas no lo ha hecho aún, pues ya no sé lo que hacer con usted. Aunque la serie sea una maravilla, nunca podrá igualar el increíble mundo que el autor tiene en su cabeza. Por cierto, ha llegado un cuervo de Desembarco del Rey contando que en 2018 podremos leer, por fin, Vientos de Invierno. Un invierno que ya ha llegado para quedarse.