El pasado 6 de mayo se celebró en Madrid la la 'Surrofair', una feria de promoción de la gestación subrogada, un evento que no estuvo exento de polémica, ya que varias organizaciones de mujeres y colectivos LGTB se manifestaron en contra de la celebración de este evento.
La concentración fue organizada por la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres, bajo el lema No compres bebés. No explotes mujeres. Esta plataforma ya había solicitad a la Fiscalía la suspensión cautelar de la feria, por considerar que «supone una vulneración de la legalidad vigente y del interés público tutelado por la ». Sin embargo, este evento promocional en el que participaron veinticuatro empresas expositoras tuvo lugar, y en él se informó sobre las diferentes posibilidades de la gestación subrogada.
¿En qué consiste en realidad la gestación subrogada?
Se trata de una técnica de reproducción asistida en la que una mujer, de común acuerdo con una persona o pareja, acepta que se le transfiera a su útero el embrión previamente engendrado mediante fecundación in vitro por esa otra persona o pareja, con el fin de quedar embarazada de dicho embrión, gestarlo a término y parirlo en sustitución de la mencionada persona o pareja.
Esta técnica se conoce también como vientre de alquiler, pero, en este caso, hace referencia a cuando este tipo de gestación es llevada a cabo a cambio de una contraprestación económica. Este es uno de los principales argumentos para los detractores de esta técnica ya que podría suponer el mercantilizar el cuerpo de la mujer.
En una gran mayoría de las ocasiones, la gestación subrogada supone el último recurso para personas que no pueden concebir siguiendo las demás vía médicas (tratamientos de fertilidad o fecundación in vitro) y también es utilizado en caso de hombres solos o parejas homosexuales masculinas que desean filiar a los hijos como padre o padres únicos.
La gestación subrogada en Europa
Dentro del continente existen una gran diversidad de marcos legales para esta práctica. Entre los países europeos que prohíben expresamente la gestación por sustitución se encuentran España, Francia, Italia, Alemania, Suiza y Suecia. También hay países en los que la gestación subrogada se encuentra dentro del marco legal como Portugal,Grecia, Reino Unido, Bélgica y Países Bajos; aunque con distintos matices.
En Bélgica y en los Países Bajos se exige que sea altruista (sin contraprestación económica) y, sin embargo, en Ucrania es perfectamente legal que se trate de una transacción económica, mientras que en España los contratos de gestación por sustitución son nulos de pleno derecho.
Los principales detractores de esta práctica ven en ella otra forma de aprovecharse de las mujeres más desfavorecidas, que se prestarían a ser gestantes para escapar de la pobreza. La asociación No somos vasija, que forma parte de la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres, considera que la subrogación se inscribe en el tipo de prácticas que implican «el control sexual sobre las mujeres» y así lo hacen ver en su manifiesto.
También alertan de que las campañas que fomentan esta forma de gestación son parciales ya que consideran que el deseo de paternidad no implica el derecho a serlo y que este derecho nunca puede estar por encima del de las mujeres y los niños
Por otro lado, la gestación subrogada supone la única forma de tener hijos biológicos para aquellas parejas que tengan problemas de esterilidad, por ello hay colectivos que instan a su regularización para que no tengan que recurrir a esta práctica en el extranjero.
Lo cierto es que es una forma de reproducción que no está exenta de polémica y que su legalización (o no) generará muchos debates.