Todos tenemos secretos, experiencias y momentos que no compartimos con cualquiera. Unas veces por vergüenza y otras por miedo. Situaciones que no reconoceríamos ni ante nuestra persona más querida. Pero a veces es necesario ser valiente y contar lo que nos pasa. Para mí, una de las peores experiencias que viví fue en el colegio cuando era pequeña y también de adolescente. Y es que yo también sufrí acoso escolar.
Entonces el acoso escolar o bullying se veía de otra forma, eran cosas de críos, chiquilladas, no se le daba importancia. Para mí fue una experiencia muy dura y que me marcó para siempre. Desde luego no tenía nada que ver con lo que sucede ahora. Lo que actualmente se conoce como acoso escolar o bullying es toda forma de maltrato físico, psicológico, verbal, sexual, social o aquel que se produce mediante la utilización de medios tecnológicos en el ámbito escolar y llevado a cabo generalmente entre iguales, de forma sistemática y reiterada en el tiempo con la intencionalidad de producir un daño y aprovechándose de un desequilibrio de poder entre los protagonistas.
En el año 2015 el acoso escolar aumentó un 75% en España respecto al año anterior. Este problema se ha hecho cada vez más presente en la sociedad con los distintos casos que han surgido en los medios de comunicación, como el de Diego, el niño madrileño que se suicidó el año pasado al no poder soportar el acoso que estaba sufriendo en el colegio.
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte puso a disposición de las víctimas y su entorno (padres, profesores, amigos o familiares) un teléfono gratuito a comienzos del año pasado que durante los dos primeros meses de su funcionamiento registró un total de 5.552 llamadas, de las cuales 1.955 registraron posibles casos de acoso.
El teléfono de ayuda es el 900 018 018, es gratuito y no deja rastro en la factura. El servicio funciona 24 horas al día, los 7 días de la semana, los 365 días del año. Cuando hablamos de acoso escolar es tan importante la prevención para evitar que se produzca el acoso como la detección precoz de los casos.
El perfil del acosador presenta las siguientes características:
Forma parte de peleas, disputas y enfrentamientos.
No controla sus impulsos y reacciones.
Agresividad.
Justifica sus reacciones violentas y no valora la gravedad de sus actos.
Existen algunos indicadores que nos pueden dar pistas sobre si nuestro hijo está pasando por una situación así:
Está triste y vulnerable.
Se niega a ir a clase, tiene miedo por ir después de vacaciones.
No quiere hablar de lo que hace en el colegio, en el recreo.
Se relaciona menos.
Llega a casa con marcas y heridas.
Desaparecen sus cosas.
Cambio de actitud (bajo rendimiento, no participa...)
Si crees que tu hijo puede estar siendo víctima de algún tipo de acoso en el colegio, estos son algunos consejos útiles para descubrir qué es lo que realmente está pasando con tu hijo:
Escuche a su hijo. Si no a la larga puede generar daños severos sobre la autoestima del niño.
No pongan en duda el relato de su hijo.
Si descubre que su hijo sufre acoso escolar informe a los profesores del centro. Hay veces que los centros no saben cómo reaccionar ante estas situaciones.
Los padres tienen derecho a ser informados del caso (sin entrar en detalles) y a exigir un control más exhaustivo sobre lo que sucede dentro del Colegio.
En caso de tener sospechas o que el propio niño confirme la situación, los padres deben acudir a hablar con el tutor o incluso con el director del colegio. Si la situación se complicara demasiado se puede acudir a la policía. Pero no hay que quitarle importancia, ningún niño debería sufrir una situación así, aunque no parezca un caso muy grave.
Para mayor información, visítense las páginas de la Fundación ANAR y AEPAE