El informe ‘Proyecciones de Población 2016-2066’, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) augura un futuro poco halagüeño en lo que a la demografía de nuestro país se refiere. En esta radiografía de la población que tendrá España en los próximos 50 años, las personas que habitarán lo que hoy conocemos como España serán menos, más viejas y sus mujeres darán a luz a una edad más tardía, lo que reducirá las posibilidades de engendrar. Si los jubilados cada vez van a ser más y va a haber menos personas en edad laboral para cotizar y contribuir a la provisión de las pensiones… ¿qué será del sistema actual de jubilación? ¿Y de nuestro adorado Estado del Bienestar?
Sin embargo, estas estimaciones no nos sorprenden, ya lo veíamos venir ¿verdad? Comenzaré mi exposición con un mantra irrefutable: nuestros mayores son cada vez más mayores. La esperanza de vida en nuestro país ha aumentado exponencialmente en los últimos 25 años, pasando de los 73,5 años de media a los 80,1 en los varones, y de los 80,6 a los 85,6 en las mujeres. Y la cifra sigue creciendo. Los expertos auguran que la próxima generación, que hoy va al colegio, vivirá cerca de los 100 años de media, según asegura el presidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (SEMAL), José Márquez-Serres.
Así nos encontraremos con que una mujer que alcanzase la edad de 65 años en 2065 viviría en promedio otros 28,2 años más (25,1 en los hombres), frente a los 22,7 años de supervivencia actuales (18,8 para los hombres). En definitiva: más jubilados y que viven más tiempo.
Dentro de 50 años serán más mayores, pero también serán menos. El próximo 2017 marcará un punto de inflexión demográfica. Según las estimaciones del INE, el año que viene será el primero de un nuevo ciclo: el del inicio de un descenso paulatino de la población española. El informe indica que la población española descenderá de las 46.438.422 personas que figuraban en el censo el 1 de enero de este año, a los 41.068.643 habitantes en 2066, un descenso de 5.369.779 personas en poco menos de cinco décadas. Bien es cierto que el saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue negativo entre los años 2012 y 2015, pero en este año se había recuperado la tendencia positiva. Pues bien, a partir de la próxima docena de meses encadenaremos saldos vegetativos negativos en todos los años, siempre que se mantengan las tendencias demográficas actuales.
Menos gente y más viejos
La reducción de la población residente se debería, principalmente, al progresivo aumento de las defunciones y a la disminución de los nacimientos, fenómeno que sería especialmente acusado a partir del año 2040, lo que supondría una disminución total de casi ocho millones y medio de personas en los 50 años proyectados.
Este saldo negativo no se vería compensado con el saldo migratorio, que sería positivo en el mismo periodo con algo más de tres millones de migraciones netas con el exterior.
El número de nacimientos seguiría reduciéndose en los próximos años, continuando con la tendencia iniciada en 2009. Así, entre 2016 y 2030 nacerían en torno a 5,3 millones de niños, un 22,0% menos que en los 15 años previos. En 2031 la cifra anual de nacimientos habría descendido hasta 335.937, un 19,5% menos que en la actualidad.
Madres a una edad más tardía
El descenso del número de nacimientos estará relacionado con el aumento de la edad de la mujer a la hora de concebir por vez primera. Así, la edad media a la maternidad, que se sitúa actualmente en 31,9 años, seguiría creciendo paulatinamente, hasta acercarse a los 33 años al final del periodo. Pero el descenso en el número de nacimientos vendría determinado, sobre todo, por la reducción del número de mujeres en edad fértil. De hecho, el número de mujeres entre 15 y 49 años bajaría en 1,8 millones (un 16,6%) en 15 años, y en 3,5 millones en 50 años (un 32,7%).
La proyección realizada contempla que la fecundidad de las mujeres mantenga una ligera tendencia al alza. Así, el número medio de hijos por mujer sería de 1,36 en 2031 y de 1,38 al final del periodo proyectado, frente al 1,33 actual.
Veremos a ver si en los próximos años varían estas tendencias nada halagüeñas para el mantenimiento del Estado del Bienestar tal y como le conocemos.