El sol puede ser igual de beneficioso que de perjudicial para la piel. En verano especialmente tenemos que protegernos para poder disfrutar de broncearnos sin correr ningún riesgo. ¿Pero todo el mundo se protege de los rayos solares correctamente? ¿Escogemos el protector adecuado a nuestras necesidades?
El sol emite dos tipos de radiaciones, las ultravioletas y los rayos infrarrojos. Existen dos tipos de rayos ultravioletas, los UVA y los UVB, pero al penetrar más profundamente en la piel producen la aparición de la pigmentación inmediata y son los responsables de la aparición de las alergias solares, las reacciones foto tóxicas y, a largo plazo, el envejecimiento de la piel.
Una mala protección frente a los rayos solares puede provocar insolaciones, quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, afecciones oculares o cáncer de piel. Por eso es tan importante una buena fotoprotección.
Para poder elegir el fotoprotector adecuado para cada persona hay que conocer el fototipo que tiene y el factor de protección (FPS) que le corresponde en función de su fototipo. El fototipo viene determinado por las características de la pigmentación de la piel, el color de los ojos y del pelo y la capacidad para ponerse moreno. Existen seis clases de fototipos:
- Fototipo I: Presenta intensas quemaduras solares. Individuos de piel muy clara, ojos azules, pelirrojos y con pecas en la piel. Su piel habitualmente no está expuesta al sol y es de color blanco-lechoso.
- Fototipo II: Se quema fácil e intensamente. Individuos de piel clara, pelo rubio, ojos azules y pecas, cuya piel, que no está expuesta habitualmente al sol, es blanca.
- Fototipo III: Se quema moderadamente y se pigmenta correctamente. Personas de piel blanca que no están expuestas habitualmente al sol.
- Fototipo IV: Se quema moderada o mínimamente y se pone moreno con bastante facilidad y de forma inmediata al exponerse al sol. Individuos de piel morena o ligeramente amarronada, con pelo y ojos oscuros.
- Fototipo V: Raramente se quema, pigmenta con facilidad e intensidad (siempre presenta reacción de pigmentación inmediata). Individuos de piel amarronada.
- Fototipo VI: No se quema nunca y pigmenta intensamente (siempre presentan reacción de pigmentación inmediata). Razas negras.
Cuanto más oscura sea el color de la piel, menor factor de protección necesitará esa persona, pero eso no significa que no deba protegerse del sol. Según el fototipo, el FPS que le corresponde es:
- Fototipo I FPS 50+
- Fototipo II FPS 50+
- Fototipo III FPS 30/50+
- Fototipo IV FPS 15/20
- Fototipo V FPS 15/20
- Fototipo VI FPS 15
A la hora de aplicarse el fotoprotector es muy importante hacerlo al menos media hora antes de salir de casa. Los primeros días que se tome el sol conviene usar una protección más alta y conforme vamos cogiendo color se puede usar una más baja. Hay que evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, entre las 12 y las 4 de la tarde. Ser generoso a la hora de ponerse la crema, de forma uniforme y sobre la piel seca. Lo más conveniente es ponerse más fotoprotrector cada dos horas y después de cada baño incluso aunque la crema sea resistente al agua.
Es muy importante protegerse del sol incluso cuando nos pongamos a la sombra o en los días nublados, ya que los rayos solares siguen ejerciendo su efecto y podemos quemarnos igualmente. Con los niños también hay que tener mucho cuidado, ponerles ropa, sombrero y protectores especiales para niños con un alto FPS y resistentes al agua. A los niños menores de 3 años no es conveniente exponerles al sol, pero si se hace que estén lo mejor protegidos posibles.
La piel tiene memoria y los daños que el sol produce en la piel se van acumulando de forma progresiva desde que somos pequeños y especialmente en esta etapa. Por eso, si promovemos en los niños una cultura de fotoprotección y se acostumbran a darse cremas para protegerse del sol, será más fácil que de mayores mantengan esta costumbre y el número de cánceres de piel, melanomas y afecciones por causa de un exceso de broceado sin protección se reduzcan.