Cuando le pregunté a Víctor Hugo Peña -ex ciclista colombiano que corriera las tres grandes vueltas- por las posibilidades que tenía el colombiano Esteban Chaves de ser campeón del Giro de Italia, me respondió que el ciclismo era un deporte donde no había nada asegurado y me recordó la caída del holandés Steven Kruijswijk que le costó el liderato. Al día siguiente, Vincenzo Nibali atacó en los últimos kilómetros de la etapa 20 del Giro y se quedó con la maglia rosa. Chaves fue segundo.
Ese podio no estaba en los planes de los expertos o los fanáticos al inicio de la carrera. Tampoco lo estuvo el liderato de Víctor Hugo Peña en el Tour de France de 2003. De momento es el único colombiano que ha vestido la camiseta amarilla. La tuvo durante tres etapas durante las que siguió haciendo su trabajo de gregario del equipo US Postal. Queda la imagen cuando fue por agua hasta el auto y recogió las caramañolas a sus compañeros, siendo líder de la competición.
Aquellos días fueron de mucha presión para este ciclista nacido en Bogotá y criado en Santander. Según contó en el diario colombiano El Espectador, el líder de su escuadra, el norteamericano Lance Armstrong, temió que Víctor quisiera tomar protagonismo en un equipo que estaba diseñado para que el de Estados Unidos ganara.
A Víctor lo consultan mucho a la hora de hablar del caso Armstrong y del dopaje de su ex equipo. Él siempre aseguró que de eso no sabe nada, que Lance era un deportista consagrado y que siempre quiso ser el primero. Cuando le pregunté si había visto la película The Program (2015) que hablaba de todo este caso, él me respondió “No me interesa verla”.
De aquellos días también le queda la sensación de haber perdido el hambre de triunfos, según le dijo a la revista Don Juan, por dedicarse a sacar adelante el proyecto del US Postal: que gane Lance. Corrió hasta el 2014. Estuvo en equipos como el Phonak suizo y el Rock Racing estadounidense.
Hoy se dedica al triatlón y a dirigir un nuevo equipo de ciclismo, el Team Sonora Dimonex, que compitió su primera Vuelta a Colombia, la cita ciclística más importante del país, cuyo presente no es el mejor. Se debe en parte a que la Federación Colombiana de Ciclismo, organizadora del evento, la ve “como un negocio y no como un espectáculo”, asegura Víctor. Su opinión no es la única en ese sentido, ya que el español Óscar Sevilla, campeón de tres ediciones, ha dicho en varias ocasiones que todo puede hacerse mejor.
Víctor cree que la solución es crear una competencia diferente que haga parte la Unión Ciclística Internacional (UCI), algo complejo teniendo en cuenta lo difícil que es conseguir patrocinio para este deporte, pero que no merma el sueño de hacerlo. Si todo esto se da, es posible que figuras como Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Esteban Chaves vuelvan a correr en Colombia, que se les vea rodando para ganar y no durante un entrenamiento nada más.
Acerca de estas estrellas, Víctor cree que Nairo ya demostró que puede ser el segundo colombiano que se vista de amarillo y el primero en llevarse la prenda de París; asegura que ‘Rigo’ debe ser constante y mantener la ilusión de ganar; y Chaves ya entró en la lista de favoritos para las competencias.
Él no duda del talento de los ciclistas nacionales y destaca que pese a la falta de ciertas competencias profesionales en Colombia, como Las Clásicas -aquellas que duran un solo día-, los pedalistas logran adaptarse y sobresalir. El ejemplo de ellos es Urán, que en el 2012 logró llevarse la medalla de plata en los olímpicos de Londres en una carrera de un día.
Víctor Hugo Peña también aspira a que este talento también llegue al periodismo, ya que hoy en día son pocos los que saben de ciclismo. De hecho, las transmisiones colombianas de las competencias ciclísticas europeas ahora tienen narradores extranjeros, uno argentino y una mexicana, que parecen ser los únicos que emocionan a la audiencia con los logros de los deportistas nacionales. “Uno sabe que lo que dice es de Wikipedia”, dice él sobre uno de los comentaristas colombianos de ESPN.