El estrés laboral es un síndrome que se originó en la revolución industrial, el cual afecta a casi toda la población mundial. Se ve reflejado en cómo cada individuo está apto y capacitados para enfrentar y resolver cada uno de los problemas de índole laboral, social y emocional que se le presenten.
Pero ¿cómo olvidarte de el estrés laboral? Simple:
- el primer paso es tu dieta: trata de comer saludable, no ingieras comida pesadas, que le den problemas a tu organismo para absorberla. Sobre todo evita las grasas, además que a futuro no tendrás ninguna complicación de colesterol y triglicéridos.
- el segundo paso es el ejercicio: correr al menos treinta minutos diarios liberará a tu organismo de cargas y problemas tanto emocionales como físicos.
- un paso fundamental es la organización: ayúdate con agendas y organizadores para tener un control en tu trabajo, para no tener sobresaltos continuos ni olvidos importantes, mantén un horario para ti como para tus clientes y selecciona tus actividades, se sincero contigo mismo, no puedes hacer todo al mismo tiempo.
Tener atribuciones en tu trabajo no es egocentrismo, es lo ideal. Si has hecho bien alguna tarea reconoce tu propia autoría y felicítate por ello. No fue el destino ni la suerte, fue tu propia capacidad. De la misma manera asume cuando cometiste un error, sin culpas ni ofensas hacia tu persona, solo cometiste un error y debes corregirlo.
Si no eres bueno manejando la ansiedad, hay técnicas especificas para controlarla. Bien sea en cursos o talleres, siempre es bueno tener un profesional de nuestro lado para manejar cualquier inconveniente. Practica la relajación o lee un buen libro de autoayuda. Uno muy bueno es La ansiedad. Claves para vencerla, del autor Antonio Canon Videl. Aprende a decir no y practica nuestras mejores habilidades sociales.
El más importante de todos los consejos que anteriormente hablamos es el dormir. Es necesario tener un sueño profundo de 8 horas diarias, tomar las vacaciones y fines de semana como tiempo de ocio y con esto nos referimos a dejar las preocupaciones y papeles en la oficina. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.
El cuerpo es nuestro templo y debemos tratarlo como tal. Malas acciones o decisiones cobraran factura con el pasar de los años. Libera tu mente y espíritu para una vida sana.