Cuando resta tan solo una decena de partidos para la mayoría de los equipos, aún quedan varias cuestiones por decidir. La inminente llegada de los playoffs por el título hace que un grupo de franquicias se afane por conseguir el puesto más alto posible dentro de su conferencia o incluso suspiren por agarrarse a la última plaza que da acceso a las eliminatorias por el título.
En el Oeste hay dos transatlánticos inalcanzables, tres equipos de clase media-alta y otros cuatro que aspiran a darles un susto en las eliminatorias por el título. En el Este también hay dos franquicias destacadas, pero es reseñable la igualdad que hay desde el tercero al décimo clasificado y el aumento de nivel que han experimentado varios equipos. Algo que nos lleva a la intención principal de este artículo.
Aunque bien es cierto que los dos mejores equipos en cuanto a resultados siguen estando en el Oeste, también es verdad que la clase media en la Conferencia Este tiene este año mayor calidad de vida. Estamos acostumbrados a que sea mucho más caro acceder a playoffs en el Oeste que en el Este y es una tónica que se ha venido repitiendo al menos durante la última década. Sin ir más lejos, la temporada pasada Oklahoma se quedó fuera con 45 partidos ganados y 37 perdidos y Brooklyn entró con un récord negativo de 38-44. Además, Boston fue 7º con 40-42 y Milwaukee fue 6º con la misma cantidad de victorias que de derrotas (41-41). Si nos vamos a la temporada anterior, comprobaremos como Phoenix no alcanzó las eliminatorias por el título con un 48-34 y sí lo hizo Atlanta con 38-44. Y así sucesivamente.
Pero esta temporada parece que la tendencia ha dado un vuelco y es la Conferencia Oeste la más barata para hacerse con un billete al camino que lleve hacia el anillo. En estos momentos Detroit y Washington están fuera de posiciones de playoff acreditando, al menos, las mismas victorias que derrotas (los Pistons están 37-34 y los Wizards 35-35). Por otro lado, el Wild Wild West ya no lo es tanto y permitiría a dos de los equipos tejanos meterse en primera ronda sin tener más triunfos que derrotas en su casillero (Dallas va 35-35; y Houston 35-36). Además, Portland Trail Blazers ocupa la 6ª plaza con un récord de 36-35. Por lo tanto, podría darse el caso, aunque poco probable, de que los tres últimos equipos del Oeste clasificados para los playoffs se presentaran sin un balance positivo.
Quizá haya sido por el mayor acierto en los fichajes de las franquicias del lado del Atlántico o puede que influya un calendario menos apretado que obliga a menos back-to-back, pero es de destacar que este año estamos asistiendo a un cambio de paradigma. Algo que hacía muchos años no pasaba: será más difícil entrar en el cuadro de playoffs en el Este que en el Oeste. Pocos lo hubieran previsto al principio de la liga.
El Este, muy apretado
La Conferencia Este es la que va a estar más emocionante hasta las últimas fechas. Cleveland y Toronto se jugarán la primera plaza. Los canadienses están haciendo una magnífica temporada y solo les separa un partido y medio de los actuales campeones de conferencia. Los Raptors tienen por delante todavía trece partidos, de los cuales ocho serán fuera de casa. Tendrán que visitar canchas tan complicadas como la de Boston, San Antonio o Atlanta y recibir a Oklahoma, a Charlotte y a los propios Hawks. El calendario está de su parte en la recta final, ya que sus tres últimos contrincantes serán los tres peores del Este: Nueva York, Philadelphia y Brooklyn. Los Cavaliers, por su parte, llevan un partido más y tendrán que jugar seis fuera y seis en casa. Sus salidas complicadas son a Atlanta, a Indiana y a Chicago y en casa deberían ganarlo todo, aunque la formidable racha de los Hornets los convierten en el rival más peligroso. Por lo tanto se presenta una bonita lucha final por el liderato de la Conferencia Este.
Más ajustada si cabe se avecina la pelea por la tercera plaza. Entre Miami (3º) y Charlotte (6º) tan solo hay medio partido de diferencia y Atlanta y Boston están entre medias (4º y 5º respectivamente). Indiana (7º) podría llegar a alcanzar a este grupo, pero la igualdad mostrada indica que la diferencia de tres partidos con los Hornets va a ser muy difícil de salvar. Los Pacers, sin embargo, van a tener que concentrarse más en conservar su puesto y no dejar que ni Chicago (8º y a medio partido), ni Detroit (a la misma distancia), ni Washington (a partido y medio y que apura sus últimos cartuchos) le den caza. Precisamente entre estos cuatro equipos se van a jugar los dos últimos billetes para los playoffs. Los Wizards tendrán que remar más que nadie. Siete de sus doce finales las tienen más allá del Verizon Center y visitarán a Warriors y Clippers. Además tienen un enfrentamiento directo en Detroit contra los Pistons. A su favor tienen que jugarán contra Kings, Suns, Nets (en dos ocasiones), Lakers y Timberwolves. Lo normal sería que tuvieran esas seis victorias aseguradas. Una ventaja nada desdeñable. Los Pistons solo tienen 4 partidos a domicilio de los 11 que les restan. Lo malo es que tienen que viajar a Chicago, Miami y Cleveland. Indiana tiene cinco de doce fuera, pero salvo Toronto, el resto deberían ser salidas fáciles (Brooklyn, Philadelphia, Nueva York y Milwaukee). El 29 de marzo afrontarán un choque crucial recibiendo a los Bulls en el Bankers Life Fieldhouse. Precisamente los de Illinois son quienes marcan la línea entre entrar o quedarse fuera de los cruces y, a priori, se jugarán gran parte de sus opciones en los duelos directos contra Detroit en casa e Indiana fuera. Dentro de sus últimas tres fechas harán frente a dos duros escollos: les espera Miami en Florida y los Cavs rendirán visita al United Center. A juzgar por las plantillas de cada uno de los cuatro candidatos, los Chicago Bulls son favoritos. Pero a juzgar por la irregularidad de la franquicia de la ciudad del viento, que a principio de temporada se postulaba como posible opositora a los Cavaliers, nada parece estar claro.
Cuatro equipos para tres plazas en el Oeste
En el Oeste las cosas parecen estar más claras por arriba. A Golden State finalmente le valdrá la presumible mejor temporada regular de su historia para ser primeros del Oeste, presentar el mejor récord de la liga y asegurarse el factor cancha en una hipotética final de la NBA. Los de Oakland aventajan en cuatro partidos a los San Antonio Spurs, que serán segundos casi con total seguridad. Los Thunder son y serán terceros ya que su distancia con los texanos es insalvable y le sacan ya cinco partidos a los Clippers. Los angelinos también tienen prácticamente garantizada su cuarta plaza, a tenor de la distancia que les separa de unos minimizados Grizzlies (a tres partidos y medio). La serie entre los de Tennessee y los Clippers es la única que se vislumbra en toda la liga porque es muy difícil que Portland adelante al equipo de Joerger, ya que necesitarían cinco victorias más que Memphis en lo que queda de regular season. Desde la posición de los Blazers es desde donde queda emoción en el Oeste. Los de Oregón son sextos y superan a Dallas en medio partido, a Houston en uno y a Utah en uno y medio. La temporada de la franquicia liderada por Lillard está siendo heroica y parece que se mantendrán en playoffs. Los Mavericks han bajado mucho su rendimiento en el último mes de competición y ahora ven con dudas su participación en la post-temporada. Pero la irregularidad de los Rockets, vigentes finalistas de conferencia, no proporciona demasiada confianza y cualquiera de los tres podría ser alcanzado por unos jóvenes Jazz que se han mantenido con esperanzas toda la temporada y que darían la campanada en el salvaje Oeste.
Analizando el calendario, vemos cómo de los once partidos que le quedan por delante a Portland solo tres los jugarán fuera de casa. Eso sí, van a cancha de los Clippers y de los Warriors. Esta misma noche tienen un combate trascendental frente a Dallas. Los Mavs, aparte de viajar a Portland, han de jugar en Oakland, Detroit, y Los Ángeles para medirse a los inquilinos más difíciles del Staples Center. Además reciben a San Antonio en la última jornada (aunque los de Popovich no se jugarán nada) y tienen dos duelos contra rivales que compiten por su mismo objetivo: en Salt Lake City ante Utah y contra los Rockets en el American Airlines Center. El otro equipo texano que lucha por no quedarse fuera de los playoffs tampoco afronta un calendario sencillo. Salvo sus últimos cuatro rivales (Suns, Lakers, Timberwolves y Kings) los otros siete son de primer nivel: Toronto, Chicago y Oklahoma en Houston (además de recibir a Utah esta noche) e Indiana y Cleveland fuera (más allá de la visita a Dallas). Por último, los Jazz son los que tienen el calendario más digerible. Además de ir a Houston y recibir a Dallas, recibirán a Warriors, Spurs y Clippers y tendrán que ir a Oklahoma City. El resto de sus doce encuentros son contra rivales de poca entidad.
Visto lo visto, tanto en una mitad del país como en la otra, gran parte de las opciones de uno y de otro pasan por ganar a los que hay que ganar y por llevarse los duelos directos.