Cada uno de los Venezolanos sentimos un gran orgullo al escuchar el nombre del Doctor Jacinto Convit; médico y científico venezolano egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Nació en la Ciudad capital, Caracas, el 11 de septiembre de 1913 y fallecido en el mismo lugar 100 años después, el 12 de Mayo de 2014. El mérito de su reconocimiento se lo lleva por su más importante logro individual en el campo médico; el desarrollo de una vacuna capaz de prevenir y curar la terrible enfermedad de la lepra o también conocida como la Enfermedad de Hansen.
Este destacado aporte a la ciencia y a la medicina lo hizo merecedor del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1987, además el honor de ser postulado en 1988 para el Premio Nobel de Medicina y en el año 2002 el otorgamiento por parte de la Organización Panamericana de la Salud del título “Héroe de la Salud Pública de las Américas”. Convit es considerado uno de los más importantes científicos del mundo.
Su esmero y dedicación sin duda fueron sus armas más poderosas, pero la humanidad que lo caracterizó realmente lo llevó al éxito. En 1937, el doctor Martín Vegas, conocido pionero en los estudios sobre la lepra, invitó a Convit a visitar la antigua casona del lazareto en el estado Vargas, donde permanecían cientos de pacientes afectados por lepra. En 1990, Convit escribía que su permanencia en esta casona fue enriquecedora en el plano personal y profesional. "Aprendí a cuidar a los pacientes desempeñando labores de médico, juez, odontólogo y consejero, que sirvieron ampliamente para enriquecer mi conocimiento sobre la enfermedad y profundizar sobre el aspecto humano de los enfermos". En su trayectoria, contribuyó a la fundación de varias instituciones y asociaciones ligadas con la labor médica, dentro y fuera de Venezuela. Así, fue miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Dermatología y Venereología, de la Sociedad Venezolana de Alergología y de la Sociedad Venezolana de Salud Pública.
El Dr. Convit supo identificar desde joven que el éxito se logra con el trabajo en equipo, y es por ello que siempre aclaró que el logro de la vacuna fue producto de un equipo humano de gran talla intelectual. Su obra es el resultado de un gran esfuerzo y de una gran pasión por la verdad científica. Indudablemente un ejemplo para los profesionales de la medicina, pero más allá, es un gran ejemplo para la humanidad. Los invito a conocer un poco más a fondo su vida y trayectoria profesional, para ello les dejo acá el enlace de su biografía.