“Hay cosas que nos parecen por azar, o fuera de control, cuando realmente no lo son. Y viceversa”. Pep Vidal
Pep Vidal, matemático y recientemente doctorado en Física, centra su investigación en los cambios infinitesimales que pueden ocurrir en cualquier momento y lugar. Es decir, en los cambios imperceptibles al ojo humano y que, precisamente por este motivo, resultan enormemente sorprendentes. Otro aspecto de su investigación se centra en la falsa aleatoriedad de ciertos fenómenos naturales que son percibidos erróneamente de forma casual por la falta de información. ¿Cuál es la regla que define esa aleatoriedad? Seguramente sea demasiado compleja para que podamos descifrarla, dados nuestros límites y, por lo tanto, seguiremos percibiendo estos fenómenos como algo que ocurre por azar.
El artista afirma que la información incompleta que obtenemos sobre los sistemas (espacios dónde pueden ocurrir cosas) se queda en algún lugar entre la poesía y la aleatoriedad. Esta última se contrapone a la pretensión de control del ser humano sobre la realidad. El hombre es la única especie viviente con capacidad para transformar conscientemente el mundo: la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.
Sobre esta consciencia y control reflexiona Pep Vidal en la exposición Trees, Treelines and Global Patterns en ADN Galería, en el marco de ArtNou 2015.
El proyecto tiene su origen en un viaje en tren desde Barcelona a Girona, donde el artista observó que aquellos bosques vistos desde la ventanilla y que parecían salvajes, en realidad habían sido intencionalmente ordenados en hileras. Vidal, frente a tal evidencia epistemológica, investiga el fenómeno de los llamados treelines demostrando que también la naturaleza ordena sus elementos según patrones, la manera de sistematizar fenómenos complejos. Mediante una serie de dibujos Vidal nos ilustra en qué consiste el concepto de líneas de árboles, un fenómeno global que, contrariamente a la experiencia en el tren, parece verosímilmente manipulado por el hombre sin serlo. Se revierte aquí el sentido de aleatoriedad y control, siendo el treeline la línea que marca el límite del hábitat en el que los árboles son capaces de crecer, ya sea por las condiciones ambientales, ecológicas o climáticas.
Aunque los patrones estén cada vez mejor documentados con el avance de la tecnología y el conocimiento acumulado, la comprensión de cómo y por qué existen aún constituye un gran reto intelectual. Partiendo de este desafío, Pep Vidal genera el proyecto que vierte alrededor de un árbol de diecinueve metros: El punto de partida empieza por calcular el volumen total cortando el árbol en secciones volumétricas idénticas, encontrando así un parámetro, un patrón, y seguido por la dificultad que supone el cálculo de su volumen, dada la geometría no homogénea de raíces, tallo, tronco, ramas y hojas. El vídeo que acompaña la instalación es un registro de todo el proceso de estudio informático para llegar al resultado final.
El trabajo de Pep Vidal propone una reflexión sobre lo controlable y lo salvaje, la aleatoriedad y las reglas, los patrones y sus parámetros. En un contexto científico-artístico y bajo una mirada analítica y contingente, el artista busca a través de sus trabajos una fórmula para entender las realidades de la naturaleza.
Más información sobre el artista en www.pepvidal.com
Texto de Olga Sureda