La llegada de un bebé a nuestra vida cambia todo. Ahora tenemos a nuestro cargo a una personita o varias que dependen totalmente de nuestros cuidados y atenciones. Antes de que nazca el bebé y lo llevemos a nuestro hogar tratamos de que el espacio que ocupará esté “inmaculado” y listo para su llegada. Todo debe estar lo más limpio posible: lavamos las cobijas y ropitas que utilizará con jabones hipoalergénicos especiales para bebés, nada de suavizantes, quitamos peluches para que no guarden polvo… Todo con especial dedicación. Cuando el recién nacido por fin está en casa procuramos que tenga el menor número de visitas posibles y estas tengan especial cuidado en lavarse las manos antes de tocarlo, nos esperamos un tiempo considerable para sus primeras salidas a la calle o lugares públicos, no sin antes preparar varias capas de cobijas para que no le afecte ningún cambio de temperatura, conforme van creciendo empiezan a meterse todo en la boca y a gatear, quieren explorar todo a su alrededor y, obviamente, como padres queremos que lo hagan en las mejores condiciones y vamos limpiando sus juguetes con toallitas antibacteriales y limpiando por donde pasa el pequeño. Además procuramos que su alimentación sea de lo más saludable y cocinada en casa para estar seguros que fue hecha con toda limpieza. Y resulta que a pesar de todas estas precauciones y cuidados nuestros niños se enferman mucho más que otros niños que no viven en las mismas condiciones. Y no solo esto, además resultan diagnosticados con alergias, ¿Por qué? ¿No estamos haciendo suficiente?
En los últimos años las alergias han aumentado de forma considerable, sobre todo en los países occidentales. Se dice que uno de cada diez niños padece asma, rinitis alérgica o eczema. Se han realizado varios estudios para conocer el porqué de este aumento y por increíble que parezca se ha llegado a la conclusión de que la contaminación no está causando estas enfermedades, sino que es la higiene excesiva.
Esto es lo que trata de comprobar la llamada “Teoría higienista”. David P. Strachan fue uno de los primeros que planteo esta hipótesis en 1989 en un artículo publicado en el British Medical Journal, y propuso que una menor exposición a infecciones, microbios y virus en la primera infancia puede ser una explicación para el aumento de las enfermedades alérgicas. Para fortalecer su sistema inmune, los bebés deben exponerse a los virus y bacterias para estimularlos a producir anticuerpos y de esta forma lograr una adaptación adecuada a su entorno. Otros estudios también han demostrado que los niños que tienen hermanos o asisten a la guardería están más protegidos contra enfermedades, ya que conviven más con infecciones y microbios de todo tipo y por lo tanto van fortaleciendo su sistema inmune; incluso también se ha demostrado que los niños que viven en granjas y conviven con animales desarrollan menos alergias que aquellos niños que viven en las ciudades. En las zonas urbanas comúnmente las familias son pequeñas, gozamos de más comodidades, mejores servicios domésticos y mayores estándares de aseo personal, lo que hace que tengamos una menor exposición a microbios y un sistema inmune más débil.
No solo las alergias han aumentado, sino que las enfermedades autoinmunes también lo han hecho. Estas dolencias consisten en que las defensas del cuerpo atacan a las propias células, tal es el caso de la enfermedad celíaca, lupus, colitis ulcerosa, etc. Philippe Eigenman, pediatra-alergólogo en el Hospital Universitario de Ginebra (HUG), afirma que "Uno de los métodos más prometedores consiste en exponer a los niños, desde una temprana edad, a bacterias que van a influenciar el funcionamiento de su sistema inmunitario”. La “Teoría higienista” no pretende retroceder en cuanto a los avances que se han logrado en cuestiones médicas, sino lograr un equilibrio entre nuestro entorno que ayude a fortalecer nuestro sistema inmune, al igual que a relajarnos un poco y dejemos jugar y explorar a su alrededor a los niños sin correr por el gel antibacterial.
Fuentes y más información
El País
Semergen: Medicina de familia
SwissInfo
Enciclopedia Británica