El drama de la inmigración ilegal es uno de los temas pendientes de la Unión Europea. Al menos dos veces por semana salen a la luz cifras proporcionadas por los cuerpos de rescate sobre pateras y barcos repletos de personas indocumentadas que llegan a las costas de Europa. Viajan con la poca ropa que llevan puesta y con la esperanza de un futuro mejor. Escapan de vidas llenas de miseria, de la guerra, de la pobreza. En un fin de semana de abril de este 2015 las autoridades italianas rescataron a unas 1.400 personas que intentaban llegar a sus costas en frágiles embarcaciones. Ese mismo mes se conocía la historia de tres amigos sirios que, tras haber llegado a Grecia y vivir muchas penurias, decidieron ir hacia Italia. Tras buscar y revisar su presupuesto, decidieron tomar una salida drástica, viajar hacia el país transalpino en el segundo tanque de combustible de un camión. Lo lograron. Pero estos son solo los casos que se conocen, el drama de la inmigración es mucho más grande.
Llegan a Europa en busca de una mejor condición de vida y han buscado la protección internacional a través de la solicitud de asilo, una vía a la que recurrieron 626.065 personas en 2014, un 44% más que en 2013. Según las cifras publicadas en marzo por la Comisión Europea, tomando los datos de Eurostat, el número de solicitantes de asilo se incrementó en más de 190.000 individuos en un año. Es decir, el mismo número de habitantes que tienen ciudades como Oulu (Finlandia), Brescia (Italia) o la población entera de alumnos que congregan las nueve instituciones del sistema universitario de Texas.
De las más de 626.000 almas que aplicaron una solicitud de asilo, un 32% decide hacer el trámite en Alemania. Estas personas, la mayoría de las veces, buscan refugio en los países más al norte de Europa, ya que ahí pueden aspirar a mejores condiciones de trabajo. Uno de cada tres solicitantes de asilo recurre a la tierra germana, en este caso, unos 202.700 individuos. El segundo país que más solicitudes recibe es Suecia, con 81.200 personas (13%). Le sigue Italia con 64.600 (10.3%); Francia con 62.800 (10%) y Hungría con 42.800 (7%).
En Alemania, recibieron un 60% más de solicitudes que en 2013, mientras que en Suecia aumentó un 50% y en Francia disminuyó un 5%. Este último es un caso curioso, según la UE. El aumento más drástico de solicitudes lo ha experimentado Italia, con un 143% más, seguido por Hungría que ha recibido un 126% más de aplicaciones que en 2013.
Italia vivió una de sus tragedias migratorias más graves de los últimos años el 3 de octubre de 2013, con la muerte de 368 inmigrantes en las costas de la isla de Lampedusa. El suceso sacudió la conciencia de los europeos y de las autoridades de la Unión, que aunque implementaron más controles y medidas, no lograron impedir que murieran más de 3.000 personas en el transcurso del año siguiente en intentos similares.
Otros países que recibieron una cantidad destacable de estas solicitudes fueron Reino Unidos con 31.745 (5.1%), Austria con 28.035 (4.5%) y Holanda con 26.210(4.2%).
En España, a pesar del aluvión de noticias sobre la llegada de pateras cargadas con indocumentados y de subsaharianos intentando cruzar las verjas en la frontera con Marruecos, el número de aplicaciones de asilo representan solo el 0.9% del total europeo. Sin embargo, los solicitantes sí han aumentado en 2014 y han pasado de los 4.485 a los 5.614. Es decir, un 25% más que en 2013. Esto se traduce en 0.1 solicitante de asilo por cada 1.000 habitantes en España.
Sirios, afganos y kosovares
Gran parte de las personas que solicitaron asilo a algún país de la Unión Europea provenía de Siria. Para ser más exactos, 122.800 almas, es decir, el 19.6% de todas las solicitudes de 2014. Desde la oficina de estadística de la Unión Europea atribuyen a la cruel guerra civil que vive este país el aumento de estas cifras. A finales de 2012, año en el que comenzó el enfrentamiento armado entre las fuerzas del gobierno sirio contra los rebeldes, las solicitudes de asilo por parte de sirios no superaron las 20.000. Desde entonces, la cifra se ha incrementado de forma dramática hasta superar los 122.000 en 2014.
El 60% de los sirios solicitaron asilo en dos países, Alemania (41.100) y Suecia (30.800). Pero estas dos naciones no son las únicas en las que los sirios se convirtieron en la nacionalidad más peticiones registró. También fueron los que más pidieron asilo en Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, España, Chipre, Países Bajos, Austria, Rumanía y Eslovenia.
La segunda nacionalidad que más solicitudes hizo en la UE fue la afgana, con 41.300 peticiones, seguida por los kosovares, con 37.900 aplicaciones. Las cifras de Eurostat destacan que, en algunos casos, una sola nacionalidad representa la mitad de todas las solicitudes que recibe un país. Es el caso Chipre, con un 57% de sirios; Bulgaria, con un 56% de sirios; Hungría con 50% de kosovares, y Polonia con un 50% de rusos.
También destaca el movimiento migratorio que se recibe desde Eritrea. Más de 34.325 eritreos sobresalen entre las nacionalidades de más pidieron asilo en algunos países europeos. Eritrea es una nación situada al noreste de África que limita al oeste con Sudán y al sur con Etiopía y Yibutí. Posee una extensa costa de cara al mar Rojo. Más de 11.750 personas no tienen o no han podido demostrar su nacionalidad.
Acnur, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, recuerda que no se puede confundir el termino «solicitante de asilo» son el de «refugiado». El primero es aquella persona que pide que le sea reconocida la condición de refugiado, o alguna otra figura de protección internacional y cuya solicitud no ha sido evaluada de forma definitiva por las autoridades correspondientes.
Son demasiadas cifras para un problema complicado que involucra a miles de familias. Un drama al que la Unión Europea respondió de forma positiva en primera instancia a 163.000 personas en 2014. La mayoría de ellos recibieron el estatus de refugiado, aunque a más de 50.00 personas le concedieron la etiqueta de protección subsidiaria y a 15.000 más la residencia humanitaria.