Las plantaciones de pinos y eucaliptos, la expansión de la industria forestal en la zona centro sur de Chile, las plantas de celulosa y toda la infraestructura vial y portuaria a su servicio son elementos que, a la vez de constituir el engranaje de un sustancioso y exclusivo negocio, representan la explotación de los territorios que ocupan y el empobrecimiento de sus comunidades.

Actualmente, los lugares que soportan plantaciones y albergan plantas de celulosa no ofrecen condiciones de habitabilidad para su gente, obligándola a emigrar y dejando a completa disposición del negocio forestal los espacios anteriormente usados en la producción o recolección de alimentos y en la conservación del bosque. Muestra de esta realidad es que las comunas presentadas como "de vocación forestal" alcanzan índices de migración y pobreza que superan la media del país.

Sin embargo, todo este proceso se ha configurado ante la obsecuencia y el servilismo de las autoridades de turno. Desde la Dictadura Militar hasta los gobiernos civiles, todos han defendido a este empresariado, llamando desarrollo a la apertura de nuevos focos de extracción y servicios para la industria forestal, llamando a las plantaciones forestales como bosques y llamando estado de derecho a la imposición de la voluntad empresarial a través de la represión y la violencia del Estado.

¿Cómo entender este proceso en que se ha expandido esta industria y sus efectos a diferentes escalas sin quedarse en una constatación de desastres y miserias? ¿Cómo revertir las condiciones provocadas por el negocio forestal? ¿Cómo dar testimonio de comunidades invisibilizadas que realizan experiencias de recuperación del bosque, recuperación del agua y de la soberanía alimentaria?

Respondamos con algunas palabras escuchadas: a quienes vivimos en este territorio nos han intentado convencer de un falso dilema: "O hay forestales o hay pobreza". En realidad, hemos visto que nuestro empobrecimiento se ha agravado en tanto estas se han expandido. Hoy, la recuperación de nuestro territorio se impone como condición necesaria para nuestra subsistencia y en esto no caben ambigüedades: la industria forestal debe irse y deben implementarse políticas de reparación ambiental y social.

En colaboracion con: www.arcoiris.tv