La historia de Diop es una de esas que nos certifican que los sueños se hacen realidad a base de trabajo y constancia. Con apenas 21 años, es una de las joyas de la cantera del C.D. Tenerife, equipo de la segunda división española.
Como cada día, Diop se levanta temprano y se viste de corto para entrenar con el resto de sus compañeros en la ciudad deportiva del club. Son las nueve y media de la mañana y, orgulloso, salta al césped para someterse a nuestra sesión fotográfica. Sus ojos reflejan la esperanza que hace ocho años salió a buscar a bordo de una patera desde su Senegal natal.
En 2006 cerca de 30.000 subsaharianos surcaron el mar y llegaron a Canarias a bordo de pateras y cayucos en busca del sueño europeo. Diferentes ONG calcularon que, al menos aquel año, unas 10.000 personas murieron en su intento de atravesar el Atlántico rumbo a las islas. Cuerpos que se tragó el mar, desvaneciendo miles de sueños.
Después de una travesía muy dura, arribó a la isla de Tenerife en agosto de 2006 en una de esas embarcaciones. Por aquel entonces solo tenía 12 años y fue internado en el Centro de Menores de Tegueste. Diop vivió allí con una paga de poco más de diez euros. Fue entonces, tal y como me cuenta su entrenador, Sesé Rivero, cuando el Centro se puso en contacto con el C.D. Tenerife y le invitó a ver a varios de los jóvenes que en su tiempo de ocio jugaban al fútbol muy cerca, en el campo de la localidad.
"Desde un primer momento observamos que Diop tenía cualidades, así que llegamos a un acuerdo. Durante un tiempo entrenaba con nosotros y luego volvía al centro." Me cuenta su mentor, Sesé Rivero,
Las instituciones políticas decidieron trasladarlo a la Isla de La Palma con la intención de derivarlo más tarde a la península. Su entrenador, Sesé Rivero, volvió a ser crucial y consiguió que el chaval jugara en el Mensajero de La Palma. Después de un tiempo, volvió a Tenerife y jugó en distintas categorías inferiores hasta que el club le ofreció un contrato profesional. De esta manera, obtuvo su permiso de residencia y logró independizarse. El primer sueño de Diop se había cumplido.
"Estoy muy contento por haber sido parte de este proceso. Espero que pronto lo veamos jugar en el Helidoro y que se quede por muchos años" comenta un Sesé Rivero esperanzado.
Youno, que así lo llaman sus compañeros, ha comenzado ya la carrera para conseguir su próximo sueño: debutar con el primer equipo. Su entrenador lo define como un futbolista polivaente, serio, responsable, con buenos recursos técnicos y físicamente muy potente.
"Es una persona que se deja querer, muy amigo de sus amigos, siempre tiene buenas palabras, es todo bondad y un apasionado del fútbol. Por eso su integración con el resto de sus compañeros ha sido muy fácil." Confiesa Sesé.
El club guarda cuidadosamente su intimidad ante los medios de comunicación, por eso es su entrenador el que responde por él. Diop acaba de cumplir 21 años.
"Ha sido una persona que nunca ha desfallecido pese a las grandes dificultades que ha sufrido. Merece que la vida le devuelva todo lo que ha perdido" reflexiona Rivero mientras cerramos su entrevista y vuelve al trabajo.