Me gusta contar historias. Un viaje de varias semanas por carretera hasta el continente africano fue lo que yo llamo “mi mili”. Fueron algo más que 5.000 kilómetros recorridos en camión y con cámara en mano. Viaje iniciático y punto y aparte en mi vida profesional y personal. Dejé mi trabajo como redactora de informativos en televisión y cambié el ritmo frenético de la redacción por la calma de países más cálidos.
Gambia ha sido mi hogar durante los últimos cinco años. He aprendido a vivir con lo básico, he tenido la oportunidad de formar parte de una sociedad e integrarme plenamente en ella. En Gambia he visto lo mejor y lo peor del ser humano. Vida en estado puro. La fotografía y video son mis herramientas. Mi cuaderno personal me acompaña hace años y aunque repletos de historias, muchos de esos textos nunca han visto la luz. “La escritura o la vida”, que dijo el gran Jorge Semprún.
Mi referente, Kapuscinsky, el que tuve el gran honor de tener como padrino de promoción.
Mi objetivo, poner en negro sobre blanco las pequeñas intrahistorias de gente común, de aquí y allá, que al fin y al cabo son las que conforman la Historia con mayúscula.