Mi nombre es Paz, tengo 28 años, Licenciada en Comunicación de la Universidad de Lima, soy libra, nací un 01 de Octubre en el año 1996 en una ciudad muy pequeña del Perú. Vengo de un lugar en donde siempre ha importado mucho el qué dirán y las apariencias priman sobre todas las cosas. Nunca me he sentido parte de ese círculo, sino todo lo contrario... Toda mi vida me he sentido diferente, creo que soy un alma vieja que desde pequeña se interesaba por las conversaciones de corazón a corazón y no las cosas banales del entorno. Tengo una curiosidad enorme por ir más allá de la escena, me gusta preguntar y cuestionarme todo, sobre pienso muchísimo y, a veces, no encuentro respuestas y es ahí, en esos momentos, en donde la escritura y yo nos encontramos, nos sentamos una frente a la otra y nos decimos las cosas sin ocultarnos nada. Somos como dos mejores amigas a las que un solo café no les bastará para entenderse y ponerse al día.
Con este preámbulo, puedo confesarte que no sé si yo encontré a la escritura o ella me encontró a mí, pero lo que sí sé es que empecé a escribir cuando me rompieron el corazón sin saber que este arte ya habitaba en la sangre y genes de mi familia materna. Cuando tenía 18 años, un profesor en la universidad puso sus ojos en mí y vio algo en mis palabras que yo no veía, me dio su voto de confianza e hizo que me enamorara del periodismo y del arte de contar historias. Desde ese día me volví fan de las hojas en blanco, los lapiceros de tinta líquida y del poder grandioso que nos da poner nuestros sentimientos sobre un poco de papel para que queden detenidos en el tiempo. Eclipsados, para que en unos años alguien más los tome y los haga suyos.
Ahora que lo recuerdo me enorgullece saber que una vez que empecé a escribir no pude parar. Si me preguntan para qué dedico mi tiempo a la escritura, muchas veces sin tener un lector del otro lado, respondería que yo escribo para sanar, para soltar, para respirar, para dejar de pensar, para imaginar, para crear, para llorar, para no olvidar, para registrar, para perdonar. Escribo porque soy mejor expresando lo que hay en mi corazón a través de un texto que en unas cuantas palabras y porque creo en el poder inmenso que tienen las historias. Para mí, las historias cambian vidas y todos deberíamos contar las nuestras, inmortalizarlas y, con suerte, compartirlas. Esto podría cambiar el mundo y yo tengo muchas ganas de hacerlo.
Soy Comunicadora de profesión e hice Maestrías especializadas en Coaching de Vida e Inteligencia Emocional. Tengo un blog llamado Lo que fui cuando te fuiste en donde quiero dejar los retazos de mis días para poder inspirar los días de alguien más. Mi sueño más grande es escribir la historia de mi mamá en un libro y también la mía. Confío en que algún día pasará.
Mis temas favoritos en el mundo de la redacción son el bienestar, el desarrollo personal, el desamor, las emociones, la espiritualidad y todo lo que tenga que ver con el mundo interno de los seres humanos. Me apasiona, me llena de vida plasmar mis sentimientos en palabras y leer los de alguien más porque, cuando eres una persona que se siente diferente en este mundo, no hay nada más bonito que sentir esa conexión con otros seres humanos. Y eso hace la escritura.
Para terminar solo quiero que sepas algo muy importante de mí: escribir no solo me ha salvado la vida, me la ha devuelto varias veces. Y espero que mis textos logren darle un poquito más de luz a la tuya.