La paz es una forma de vida sin odios ni fanatismos.

(Araya, Fernando. Abandonar los fanatismos, vivir sin odio: la vida humana como autogestión creativa. San José, Costa Rica, Ediciones Carpe Diem, 2017. P. 21.)

Uno de los hechos más llamativos de los tiempos contemporáneos es la ausencia casi absoluta de manifestaciones ciudadanas multitudinarias donde se denuncie la naturaleza criminal y genocida del complejo militar-industrial y se realicen propuestas para erradicarlo. ¿Cuáles son las causas de este hecho? En las calles de las ciudades, en los pasillos de las instituciones públicas, mixtas y privadas, en los partidos políticos y movimientos sociales, se escuchan o leen encendidos discursos en favor de la paz y, sin embargo, las guerras campean a sus anchas y la mortandad crece al paso de la violencia. Esta esquizofrénica circunstancia se origina en tres hechos básicos: primero, existe una condicionalidad cruzada, estructural, entre las instancias políticas, jurídicas, ideológicas, militares y económicas de la industria armamentista. La guerra es la continuación de la política y de la economía por otros medios, y viceversa. Segundo, la psicología humana está marcada por inclinaciones sadomasoquistas, egocéntricas e ideológicas, para las cuales es legítimo anular al otro, al distinto, hacerlo desaparecer. Basta analizar con algún detalle las doctrinas religiosas y políticas para observar en sus contenidos esa pulsión asesina según la cual no merece existir quien no comparta determinadas creencias, comportamientos y costumbres. "Muera todo el que no piense, sienta, viva y crea como yo": este es el lema del paradigma del odio enraizado en la dinámica profunda del psiquismo humano. Y tercero, la rentabilidad del sistema económico, en su ramificación militar-industrial, depende del número de armas vendidas y de las guerras en curso. Sin conflictos armados en desarrollo, la rentabilidad de las industrias dedicadas a la producción armamentista desaparece.

Los tres hechos referidos explican la no existencia de un movimiento internacional tendiente a la desaparición del complejo militar-industrial (CMI). Por ninguna parte se observa un objetivo como este: lo más fácil es ubicarse en alguno de los bloques en conflicto, ser parte de la esquizofrenia generalizada y convertirse en propagandista de la guerra y del odio.

El Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, también conocido como SIPRI por su sigla en inglés, revela datos que confirman mis aseveraciones. En el informe del año 2024, y en los precedentes, el SIPRI no deja lugar para las dudas: el Sistema Mundo (SM) es criminal, y su raíz está formada por las interacciones entre las instancias político-ideológicas, jurídicas, económicas y psicológicas. Al momento de escribir este ensayo, la desaparición del CMI no es un objetivo alcanzable en términos empíricos, pero esto no impide fundamentar la necesidad y urgencia de erradicarlo. El desarme simultáneo y completo es un imperativo de ética práctica y de salud psicológica y social. Mientras este asunto no se atienda y no se traduzca en hechos cotidianos, cualquier narrativa, declaración o acuerdo sobre la paz no pasa de ser una negociación coyuntural, de efectos temporales, entre los hacedores de las guerras.

Conflictos armados, producción de alimentos y regímenes político-militares y policiales

Los conflictos armados abundan. Si bien disminuyó el número de estados con enfrentamientos armados abiertos (55 en 2022 – 52 en 2023), aumentó la cantidad de víctimas en distintas regiones, y es claro que su número se eleva de forma permanente debido a la guerra global en curso. "África subsahariana siguió siendo la región con más conflictos armados" (SIPRI, Yearbook 2024, página 3), pero es indudable la generalización de distintos tipos de violencia armada en todo el planeta. Europa, Oriente Medio, el norte de África, América, Asia y Oceanía: en definitiva, todas las civilizaciones existentes se encuentran en riesgo de padecer (o ya padecen) guerras internas o guerras entre ellas. En este contexto, las condiciones de la evolución social se deterioran, aumenta la expulsión de poblaciones fuera de sus regiones de origen, desaparecen las cadenas de producción alimentaria, se extienden las hambrunas y el crimen organizado. La destrucción de la infraestructura, la vida humana y los entornos naturales configura una condición contemporánea situada al borde de una pesadilla de horror irreversible.

image host SIPRI, Yearbook 2024, resumen en español. P. 2.

Gasto militar

Los datos disponibles sobre gasto militar y producción de armas evidencian la vocación guerrerista del Sistema Mundo y de su Complejo Militar Industrial. Conforme a los datos suministrados por el SIPRI, el gasto militar mundial aumentó por noveno año consecutivo en 2023, y esto condujo al siguiente resultado: la carga militar mundial, es decir, el gasto militar en proporción al producto interior bruto (PIB) mundial, aumentó hasta el 2,3 por ciento.

En el SIPRI, Yearbook 2024, páginas 8 y 9 se puntualiza:

"El gasto militar estimado aumentó en las cinco regiones geográficas por primera vez desde 2009. Los países de África son los que más han aumentado su gasto (un 22% en 2023), mientras que el menor incremento se ha producido en América (2,2%). Estados Unidos sigue siendo, con diferencia, el país que más gasta en armamento. La tendencia al aumento del gasto militar por parte de los estados europeos en respuesta a la invasión a gran escala de Ucrania por Rusia cobró fuerza en 2023: 39 de los 43 países europeos aumentaron su gasto militar. El aumento del 16% del gasto total europeo se debió a un incremento del 51% del gasto ucraniano y del 24% del ruso, así como a que 10 de los 28 miembros europeos de la OTAN alcanzaron o superaron el objetivo de gasto del 2% del PIB en 2023, la cifra más alta desde que se fijó el objetivo en 2014. En Asia y Oceanía, el gasto militar estimado aumentó por 34.o año consecutivo. La mitad del total regional correspondió al gasto de China, que aumentó un 6% hasta alcanzar los 296.000 millones de dólares en 2023. El gasto chino influyó en las decisiones de gasto de los países vecinos y de la región: en Japón, por ejemplo, el gasto aumentó un 11%, el mayor incremento interanual del gasto desde 1972. Se estima que el gasto militar en Oriente Medio crecerá un 9% en 2023, con aumentos en los tres países que más gastan en la región: Arabia Saudí, Israel y Turquía."

image host SIPRI, Yearbook 2024, resumen en español. P. 8.

Exportación e importación de armas

En las bases de datos del SIPRI se han identificado a 66 estados como exportadores de grandes armas entre los años 2019 y 2023, pero los 25 mayores productores de armamento para la destrucción masiva de infraestructura y creación de genocidios "representaron el 98% del volumen de las exportaciones, y los primeros cinco – EE.UU., Francia, Rusia, China y Alemania – el 76%." (SIPRI, Yearbook 2024, páginas 10-11). En las mismas bases de datos de SIPRI se identifican 170 estados como importadores de armas, siendo los cinco mayores importadores India, Arabia Saudí, Qatar, Ucrania y Pakistán. La recepción de armamento por región es la siguiente: Asía-Oceanía (37%), Oriente Medio (30%), Europa (21%), América (5,7%) y África (4,3%). En este ensayo no me refiero al valor financiero del comercio de armas en el conjunto del comercio mundial debido a la existencia de información opaca o incompleta al respecto.

image host SIPRI, Yearbook 2024, resumen en español. P. 11.

Fuerzas nucleares, nuevas tecnologías, armas químicas y biológicas

Los datos disponibles sobre conflictos armados, gasto militar y exportación e importación de armas evidencian la existencia de una humanidad prisionera de impulsos guerreristas y de autodestrucción, pero esta condición se refuerza mucho más cuando se analiza la información sobre fuerzas nucleares, arsenales nucleares, armas químicas y biológicas. El solo hecho de estar en posesión de armas nucleares, biológicas y químicas es una prueba contundente del carácter criminal del Sistema-Mundo. Según el Informe SIPRI 2024, página 16:

"A inicios de 2024, nueve estados – EE.UU., Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel – poseían aproximadamente 12.121 armas nucleares, de las cuales 9.585 se considera que podrían estar operativas…Estados Unidos y Rusia, que poseen casi el 90% de las armas nucleares, tienen en marcha extensos y costosos programas para sustituir y modernizar sus ojivas nucleares y sus sistemas vectores balísticos, aéreos y submarinos, así como sus instalaciones de producción de armas nucleares…China se encuentra en medio de una importante modernización y expansión de su arsenal nuclear…Se prevé que sus reservas nucleares sigan creciendo en la próxima década y algunas proyecciones indican que podría desplegar los mismos misiles intercontinentales que Rusia o EE.UU." (SIPRI, Yearbook 2024. P. 12).

image host SIPRI, Yearbook 2024, resumen en español. P. 12.

image host SIPRI, Yearbook 2024, resumen en español. P. 13.

El Informe SIPRI 2024 no ahonda en el análisis sobre el número de armas químicas y biológicas, pero resume importante información sobre protocolos y acuerdos internacionales tendientes al control de este tipo de armamento. Por otra parte, y con toda probabilidad, las nuevas tecnologías poseen aplicaciones envolventes en el complejo militar industrial. Este es el caso de la Inteligencia Artificial, la biología sintética y las denominadas tecnologías cuánticas, cuya presencia en el Ciberespacio y el Espacio exterior se intensifica y expande de manera acelerada. El riesgo de una militarización acelerada del espacio exterior es inminente.

La Organización de las Naciones Unidas es un pilar fundamental de las guerras

Concluyo estas reflexiones con algunas consideraciones sobre el dilema existencial, ético e intelectual de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El objetivo principal de la ONU es promover la paz. Esto constituye su razón de ser, pero en la práctica se ha convertido en un espacio de negociaciones políticas y de creación de narrativas ideológicas para propiciar, disfrazar y justificar las guerras. La ONU es un monumental ejercicio diplomático, político e ideológico de la más profunda y envolvente incoherencia institucional. No sorprende que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sean los principales productores y exportadores de armas, ni tampoco asombra que la práctica totalidad de los miembros de la Asamblea General de la ONU sean los principales consumidores de armamento. Siendo esta la circunstancia histórica, cabe preguntar: ¿existe alguna posibilidad de cambio? Sí, pero sus exigencias suponen una transformación esencial en los estados miembros de las Naciones Unidas, en las mentes y emociones de sus dirigentes y en las dinámicas internas de la ONU. ¿Qué exigencias son estas? Menciono algunas: abandonar las ideologías; generar conocimientos y sabiduría; cultivar la ciencias, las tecnologías y el humanismo; fundamentar las decesiones y acciones en hechos probados; desarrollar la capacidad de alcanzar la unidad social en la diversidad de experiencias, ideas e intereses (pluralismo); gerenciar la sociedad sobre la base de capacidades técnicas y conocimientos disponibles; desarrollar las capacidades de auto-gestión; interiorizar y desarrollar los valores y principios de la paz concebida no como negociación entre quienes diseñan y ejecutan guerras, sino como modo de vida permanente. Las transformaciones requeridas son gigantescas y deben enunciarse un día sí y otro también, a tiempo y a destiempo.

Breve glosario

La definición de los ocho vocablos siguientes es útil para mejor comprender las tesis de este ensayo. Estos conceptos se relacionan a una cosmovisión filosófica e histórica a partir de la cual se interpretan los hechos.

Autogestión: Es una experiencia de creatividad social generada con independencia del Estado, el gobierno, los partidos políticos, las religiones, las ideologías o cualquier otra variable o fuerza intra-histórica. La autogestión es la vía para el reencuentro del ser humano consigo mismo. Su traducción existencial puede enunciarse del siguiente modo: más sociedad-menos Estado, autogobierno-menos control tecno-burocrático, espiritualidad-menos religión.

Complejo Militar-Industrial (CMI): Es una ramificación del sistema de producción, distribución, consumo y finanzas relacionada a la creación y venta de armamento.

Ideología: Es el sistema de control y manipulación mental y emocional más extendido y eficaz. Se expresa a través de los medios de comunicación convertidos en instancias de propaganda y de las narrativas ideológicas asociadas a las instituciones y prácticas sociales habituales. Las ideologías no producen conocimientos ni sabiduría, sus contenidos son sistemas de creencias capaces de suscitar adhesiones emocionales y fanáticas.

Ley de hierro del Sistema-Mundo: Se trata de una regularidad sociológica y político-ideológica del Sistema-Mundo, según la cual todo lo que se piense, sienta y se constituya como un hecho en la realidad histórico-concreta debe mantenerse dentro de los límites aceptados por el SM. La ley de hierro del SM se enuncia así: todo en el sistema, nada fuera del sistema, nadie contra el sistema.

Paradigma del odio: Es un esquema mental y emocional conforme al cual el conocimiento es propiedad de una persona, un grupo de personas o una institución, razón por la cual tal persona, institución o grupo posee la autoridad para imponer su supuesto conocimiento al resto de los humanos.

Poder: Es una red de redes o una especie de malla de interacciones que atraviesa el conjunto social, estructurada mediante jerarquías, subordinaciones y hegemonías totales y parciales.

Sistema-Mundo (SM): Es el conjunto de instancias económico-sociales, ético-culturales y político-jurídicas e ideológicas que al desplegarse e interactuar conforman la realidad histórico-concreta.

Tecno-burocracia: Instancia cuya función social es traducir el poder real (red de redes o malla de interacciones) en normas, directrices y gestión administrativa y económica. La tecno-burocracia es la parte operativa del poder social real.