Decía Marcel Proust: “El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras, sino en ver con nuevos ojos”. Mas que mirar inocentemente lo que vemos, solemos más bien reconocerlo. Ver se reduce entonces en tildar cada cosa que vemos como algo conocido. Para en ese mismo momento dejar de verlo.
Pero ese río que es la realidad que aparece frente a nosotros, en cada momento, fluye y cambia de manera constante. Y se sabe que no nos bañamos dos veces en el mismo río.
Patrick Glascher ve con ojos nuevos.
Y después de ver se entrega a ser llevado por los procedimientos de la pintura de manera noble y sin artificios ni golpes de efecto. Confiado en esa mirada directa, como en la relación laboriosa, sutil y amorosa con los materiales, deja que la obra sola se resuelva.
De esa entrega surgirá una pintura natural. Una forma tan vista como desconocida y nueva. Un susurro suave y familiar como también extraño y poderoso. Extraño y poderoso como el presente mismo, cuando lo vemos con ojos nuevos.
(Texto por Juan Andrés Videla, Buenos Aires, Argentina, octubre 2024)