¿Qué tienen en común una roca, una planta, el Diplodocus y el hombre?
El Sistema Solar y todo lo existente en la Tierra, orgánico e inorgánico, es materia y energía que con las mismas reglas y principios se combina y transforma. Esta Sala presenta las claves para comprender los mecanismos de la evolución.
La materia está formada por combinaciones de un número finito de átomos organizados de modo complejo dando lugar a las diversas formas y propiedades con que se presenta en la naturaleza. Los mismos elementos según sus combinaciones dan los distintos materiales. Y son las combinaciones lo que definen las propiedades de la materia, tales como su dureza, color, forma. Una tabla periódica permite observar cómo una cantidad finita de elementos químicos permite infinitas combinaciones que componen la diversidad de materia del mundo natural, tanto orgánicos como inorgánicos.
Las mismas cantidades de materia se reciclan una y otra vez con ritmos muy disímiles. Según el tiempo de formación se reconocen los recursos renovables y no renovales.En la Sala se exhibe, como ejemplo, los procesos de formación del petróleo, producto de la transformación de restos de plantas y animales marinos, y su extracción. Un modelo didáctico permite comprender cómo funciona un equipo de bombeo para su extracción.
A su vez, todas las formas de vida comparten el mismo código genético. Esto significa que toda la materia está formada por los mismos átomos básicos, dispuestos en un arreglo espacial particular. Una maqueta del ADN permite analizar la compleja composición de esta molécula responsable del orden de la vida.
La evolución de la materia orgánica se caracteriza por la extinción y especiación. Las mutaciones y la reproducción sexual son la base de la variabilidad sobre la que actúa esa selección natural. “ABCG .El alfabeto de la vida” es un multimedia que permite comprender las bases de la variabilidad genética y los mecanismos que explican la evolución.
Uno de los atractivos de la Sala es la réplica del Diplodocus carnegii, un gigantesco dinosaurio herbívoro que vivió hace unos 150 millones de años. Habría medido 27 metros de largo y alcanzado un peso de 11 toneladas, similar al peso de unos tres elefantes.
También pueden observarse los fémures fosilizados del Antarctosaurus, dinosaurio similar al Diplodocus pero mucho más grande que vivió en Río Negro, Argentina, entre 83 y 65 millones de años atrás.