Esta sala inicia el recorrido al Museo e introduce a los principales temas que se desarrollan el resto de las exhibiciones. Aquí se explica el origen del Universo, las características de la Tierra, sus transformaciones y la interacción entre sus componentes, incluyendo a los seres vivos y su ambiente.
Presenta los museos, el coleccionismo y la ciencia en el siglo XIX, época en que se fundó el Museo de La Plata. Los modos de observación, métodos y técnicas están representados en un antiguo gabinete de estudio, elementos de trabajo y objetos de colección. Se destaca un meteorito encontrado en 1896 por Francisco Pascasio Moreno.
La Tierra se muestra como una entidad compleja que forma parte del Universo. Una simulación de sonido y luces sugiere el Big Bang, la gran explosión de materia superconcentrada producida hace unos quince mil millones de años, da cuenta de su origen.
A su vez, se presenta a la Tierra como un sistema dinámico y en permanente trasformación. Los visitantes podrán apreciar su composición interna y los cambios geológicos. Las rocas más antiguas, encontradas hasta ahora en la superficie terrestre, tienen entre 3960 y 4100 millones de años. Mientras que los primeros rastros de vida terrestre datan de hace unos 3800 millones de años.
La teoría de la tectónica de placas explica cómo grandes porciones de la corteza terrestre, llamadas placas, se desplazan provocando terremotos, erupciones volcánicas, compresiones, alzamientos o descensos de los continentes y de los fondos oceánicos. Un conjunto de rocas y minerales muestran la gran variedad de materiales de nuestro planeta. Se destaca una geoda abierta proveniente de Altos de Río Uruguay.
También se presenta el comienzo de la vida y la diversidad de especies y ecosistemas completan la perspectiva sistémica y dinámica de nuestro planeta. Están representados los biomas de nuestro país como grandes unidades ecológicas en las que el hombre cumple un papel trascendental. Su relación con la naturaleza impacta fuertemente en el uso de los recursos naturales. En este sentido, se promueve la necesidad de un desarrollo equilibrado y sustentable.
Como síntesis de estos procesos, la espiral evolutiva representa la evolución de la Tierra y de la vida en nuestro planeta durante los últimos 3.600 millones de años.