¿Qué diría Diógenes si supiera que el Cluttercore es una tendencia que tiene muchos adeptos en el mundo del interiorismo? Aunque nada tiene que ver una cosa con la otra (porque aquí las cuestiones higiénicas no se ponen en duda), sí tienen un factor común. El hecho de pensar que todo lo que acumulamos es necesario o lo será en algún momento. Observo, otra vez más (lo hago demasiadas veces al día) mi piso. ¿Está desordenado? Más que menos. Sin duda hay cosas que parecen sobrar, pero… «¡uy, aquello no lo voy a tirar! ¡Ay, pero eso me trae demasiados recuerdos! ¿Y esto? ¡Llevo buscándolo un año!». De repente, todo es imprescindible. Y eso mismo (aunque realmente esta anécdota y también el pobre Diógenes poco pinten en el asunto) es lo que celebra esta tendencia que parece desordenada pero que en realidad tiene mucho más en común con el orden de lo que piensas.
Qué es el Cluttercore
Seguro que tú también haces la maleta con el método de Marie Kondo. Todo bien dobladito, el espacio optimizado, cero arrugas. No cabe duda de que el minimalismo reinó durante años (y sigue haciéndolo en muchos hogares), pero hay una estética opuesta que también tiene sus seguidores. El Cluttercore se hizo viral durante la pandemia (¡qué sorpresa!) y ha venido para quedarse. Se ha establecido como una tendencia que ha inundado las redes sociales y que tiene no solo un estilo propio sino un simbolismo o significado más profundo del que se ve a simple vista. Al contrario que ocurre con el minimalismo, que se concibe como algo mucho más impersonal (pues dejas la casa prácticamente desnuda), este nuevo estilo pretende incidir en la parte más íntima (aunque muy vestida) y emocional.
Clutter significa «desorden» en inglés pero lo curioso es que dicho trend, aunque conceptualmente se basa en el desorden, está muy organizado. De hecho, lo más interesante es que se trata de crear interiores caóticos pero pensados con un minucioso detalle. No es cuestión de llenar la casa de objetos sino de hacerlo con estilo y lógica. Y además, muy importante: son objetos con valor sentimental o que simplemente nos gustan o nos hacen felices. Por eso, no se trata de atiborrar los ambientes de items sin sentido, sino de hacerlo con gusto, armonía y una visión de diseño. No quieres crear un caos que te agobie, sino un espacio que te acoja entre todas aquellas cosas que son importantes para ti. El objetivo final es crear historias eclécticas, mostrar tu personalidad. Vivir con colores, texturas y patrones que se complementen y creen un ambiente totalmente único. Eso es el Cluttercore.
Las claves de la estética Cluttercore
Si bien la regla de oro para decorar tu casa con esta estética es ser fiel a ti mismo, hay ciertas claves para conseguir ser un pro en esta tendencia (sin ser yo nada de eso).
Organiza y vencerás
Recuerda: desorden parece, pero no lo es. Todos los objetos de decoración, muebles y demás piezas del espacio deben crear un ambiente ordenado, aunque repleto de esas cosas que lo hacen más tuyo. No lo dejes todo amontonado o tirado por el medio porque así solo conseguirás crear ruido visual y es lo último que quieres. Organiza tus pertenencias. Crea esquemas, patrones, utiliza capas. Agrupa los objetos y experimenta con las disposiciones y los tamaños de estos. Cuadros, pegatinas, cojines, jarrones, libros. No importa de qué se trate mientras el orden siga siendo la clave.
Eso sí, te aviso. Es más difícil de lo que piensas. Dejar las cosas en mitad del camino (como esa silla que pide a gritos que quites toda la ropa) es sencillo, pues lo haces sin pensar, de manera aleatoria. Pero cuando te ves en la tesitura de tener que ordenar a propósito todo lo que genera ese desorden, ¡ay, ay, ay! Suerte con eso. Queda fantástico, lo sé. Pero piensa también en cuán cluttered lo quieres todo, porque hay una delgada línea entre el caos ordenado y el orden caótico.
La vie en rose (o del color que quieras)
Los colores y sus combinaciones son los mejores amigos de una estética Cluttercore. Cuando utilizas una gama cromática concreta o intentas que ciertos tonos encajen entre sí, ahí consigues darle mucha más fuerza al espacio y armarlo de tu personalidad. Es importante que todo responda a un concepto visual. Crear armonía, coherencia y sentido es lo más importante y la colorimetría y psicología del color te pueden ayudar a ello. Ya sabes lo que dicen: para gustos, los colores. ¡Y es cierto! Tu habitáculo es un lienzo en blanco esperando a ser decorado. Pero hazlo a lo grande y hazlo bien. Establece uno o varios colores predominantes y experimenta con ellos. Puedes jugar con los complementarios, los análogos, con las combinaciones monocromáticas. Todo vale cuando hablamos de Cluttercore.
Theme party On
¿A quién no le gusta una buena fiesta temática? Pues esta tendencia se basa en temas, conceptos e ideas muy concretos, que dotan los distintos espacios de un aura mucho más personal. Te gusten los gatos, lo kawaii, los k-dramas, la música o la naturaleza, stick with it! Es decir, aprovecha las paredes y ambientes para expresarte. Llénalo todo de tu grupo favorito. Demuestra tu amor por los animales regordetes o decora tus paredes con pegatinas de colores que te recuerdan a tu infancia y apuestan por ese vibe naive. Todo ello ayuda a armonizar y a configurar un ambiente mucho más óptimo, además de aportar orden visual. Aquí ha llegado el momento de sacar ese friki que llevas dentro y apostar todo a tus pasiones. ¿Los aviones? ¿Audrey Hepburn? ¿El cine? Tus habitación es un reflejo de tus gustos y no hay nada como llegar a casa y rodearte de todo aquello que te inspira. Porque si no te inspira tu hogar, ¿qué lo hará?
Horror vacui sí, pero no mucho
Espera, espera. Para el carro. Es cierto que el Cluttercore no tiene demasiadas reglas, solo la de dejar volar tu imaginación. Pero si no organizas bien los objetos y simplemente llenas el espacio de cosas inútiles con cero sentido y valor sentimental, vas a conseguir agobiarte entre tanto exceso. Por eso, además de seguir las claves anteriores (siempre dándole tu toque personal), prueba a jugar con las zonas vacías, con los espacios, con los blancos. Intenta tener alguna zona más neutra que no te resulte tan abrumadora y no te acabe cansando. También puedes utilizar esta estética únicamente para una de las estancias de la casa, sin extenderla al resto de habitaciones. Así, creas un ambiente con mucha personalidad pero sin que la casa te acabe comiendo.
Yo, tras volver a echar un ojo a mi piso y pensar si quiero sumarme a esta tendencia, definitivamente me doy cuenta de que no hay Cluttercore que valga. Tengo que deshacerme de tantos trastos.