Considerando que el gobierno nacional se constituye a través de acuerdos preexistentes entre las provincias y que el Jefe de Estado, Millei detenta una legalidad superadora a la hora de la toma de decisiones y de la distribución de los recursos, es inevitable observar, a través de una óptica ideológica, lo que acontece en la República Argentina. Pues como todos lo sabemos, la creación del Estado se origina para garantizar la propiedad privada y el funcionamiento de la economía de mercado.
Y, sabemos lo que sucede cuando una sobrepoblación y una superestructura se vuelven insostenibles, erogando mayor cantidad de activos económicos de los que produce la misma sociedad: devenimos en lo que se denomina déficit fiscal estatal.
Pero, ¿qué hay en la base económica de nuestro país?
¿Qué se está produciendo y quiénes están produciendo?
¿Cuál es el efecto derrame y cuáles son los números de nuestra balanza de pagos?
¿Se espera un resultado superavitario?
¿Estamos en déficit porque nos embarcamos en un nuevo proceso de industrialización, o solo somos agroexportadores?
Una de la respuesta de los gobernadores ante la negativa de envío de coparticipación fue: “somos nosotros los que le enviamos riquezas al gobierno central, la erogación de las riquezas sale de las provincias que son las que sustentan al Estado Central”.
Estos argumentos y mensajes están siendo remitidos al presidente Millei ante su mero lenguaje de preeminencia de sistema económico basado en economía de mercado. “No le mandamos más petróleo ni gas” le dice un gobernador del Pro, partido que integra, no se sabe a ciencia cierta si existe o no, una alianza de gobierno con La Libertad Avanza, acercándonos a un nivel de conflicto social en escalada; ¿cuánto conflicto entre los gobernantes puede tolerar el gobernado en una situación de retracción de salarios, con el no inicio de las clases en los diferentes niveles públicos de educación, y recortes en las diferentes estructuras del Estado, donde ni si quiera pueden llegar a percibir la existencia de algo alternativo porque nunca lo han vivenciado?
Seguramente existen diferentes metodologías para medir la tensión social que está atravesando el país, tarea que se la dejamos a los especialistas. En resumidas cuentas, si encendemos la tv, los argentinos podemos visualizar que otras disputas se están llevando en el mundo. Y transitando una guerra de Rusia con Ucrania, sigue la primera exportando a la UE su gas y su petróleo. Existe la posibilidad que una provincia argentina, corte el abastecimiento de sus propios conciudadanos de la Nación, afectando a todos los vínculos comerciales del país, o es tan solo un juego de palabras en el que se están adentrando pero que nada contribuye a garantizar la paz social, y la convivencia en nuestro país, demostrando la incompleta responsabilidad de este tipo de escalada de violencia verbal.
Una vez más la clase dirigente se muestra por debajo de las expectativas de los gobernados, que poco o nada entienden de las discusiones complejas en las que se embarcan, desconociendo que forman parte de, lo que se denomina en la modernidad, la sociedad de masas, millones de personas que se encuentran habitando los conglomerados urbanos, sin la posibilidad del autocultivo para el sustento, esperando especializarse en algún oficio o profesión para subsistir a través del efecto derrame que se produce desde la producción primaria y la exportación.
En su peregrinación, sus hijos esperan el alimentos diario, los servicios de educación y salud, y algunos momentos de recreación. Poco saben de las discusiones ideológicas, los presagios y las herramientas que utilizamos los especialistas, poco le interesan las arengas y los reclamos que efectúan los gobernadores, y el propio presidente que parece a veces una especie de iluminado y otras un completo desconocedor del funcionamiento de las sociedades modernas, con parches y acuerdos, pero que no garantizan la paz social, y su normal funcionamiento.