A muchos nos ha tocado experimentar situaciones sumamente difíciles o temporadas en las que hemos estado intensamente colapsados que deseamos hacer una pausa y comenzar de nuevo.
¿Qué puedo hacer?, ¿cuándo va a terminar esto?, ¡quiero irme de acá!, ¿por qué no hice caso?, ¿por qué soy así?, ¿qué más me puede pasar?, son unas de las extensas preguntas que nos hacemos cuando experimentamos este trance «automático» de nuestra existencia.
Sin embargo, cuando creemos que la vida se pone extremadamente difícil, algunos recurrimos a la meditación para bajar la intensidad de nuestros pensamientos. Pero, ¿qué pasa si esta técnica no es suficiente, o simplemente no he alcanzado ese estado de bienestar hacia cualquier actividad en mi día a día?
Para muchos que luchan por sentarse y concentrarse en sus pensamientos, las prácticas de respiración o el breathwork (nombre en inglés) se están convirtiendo en una alternativa cada vez más viable para lograr ese placer de tranquilidad y despertar la consciencia.
Probablemente te estés preguntando: ¿cuál es la técnica que debo utilizar? o ¿cuál es el trabajo adecuado para mí y llevar una vida más pausada, cómoda y feliz?
En este artículo conocerás las diferencias que existen entre el breathwork y la meditación y cuál de estas dos prácticas crearán en ti un estilo de vida más equilibrado.
El viaje a la paz comienza con respirar
La respiración es fundamental para la mayoría de las formas de meditación. Los ejercicios de respiración y la meditación son dos prácticas que han existido durante siglos, pero eso no significa que ambas técnicas sean lo mismo.
El breathwork es una práctica activa que implica centrarse en la respiración y utilizar técnicas específicas para afectar el sistema nervioso autónomo y, de esta forma, alterar la cantidad de oxígeno que inhalamos o la cantidad de dióxido de carbono que exhalamos.
Los ejercicios de respiración ayudan a promover la curación emocional, la relajación física y la claridad mental e invitan a las personas a sumergirse al interior y abrazar sus traumas como un camino de transformación.
La meditación es de naturaleza más pasiva, y se enfoca en observar los propios pensamientos sin juzgar, ni apegarse. Ayuda a cultivar la atención plena y la consciencia de los propios pensamientos y sentimientos.
Esta técnica se dirige a la consciencia del momento presente y busca generar una mente más estable y enfocada.
Es normal que te preguntes si uno es mejor que otro, pero la respuesta es que ninguno tiene mejor avance o desarrollo que otro. Existen ventajas y desventajas en cada práctica, así como diferencias claves en la praxis que te ayudarán a llegar al objetivo que tú desees.
Ambas técnicas se utilizan para reducir el estrés, mejorar el enfoque, estimular el sistema inmunológico, aumentar la claridad mental, entre otros.
¿Puedo usar el breathwork como una meditación?
Es posible que ya hayas intentado meditar varias veces y simplemente no se te da. Tu mente está distraída, te aburres, sientes que es muy complicado, te pones nervioso y te das por vencido.
La meditación requiere de concentración y tranquilidad, y puede que sea frustrante para ti y otras personas. Si esto te suena familiar entonces lo más recomendable es que el trabajo de respiración —breathwork— sea una más ruta simple y accesible que te dará los beneficios de una vida más calmada y pausada.
La Universidad de Stanford publicó un estudio en el que comparó varios métodos de respiración con la meditación tradicional. Descubrió que el breathwork, específicamente era el más efectivo para mejorar el estado de ánimo, controlar la frecuencia respiratoria y aliviar el estrés.
Un ciclo completo de respiración involucra el pecho, el abdomen, la espalda y la mente. Para canalizar la atención y la concentración de la meditación, sintonízate con tu cuerpo cuando practiques la respiración.
Hay varios tipos de trabajos de respiración. Es posible que desees probar algunas técnicas diferentes y con el tiempo decidir cuál produce excelentes resultados para ti. Estos son:
- Respiración holotrópica.
- Respiración chamánica.
- Vivation.
- Respiración transformacional.
- Clarity breathwork.
- Rebirthing breathwork.
- Wim Hof.
Los ejercicios de respiración cuentan con muchos beneficios, pero también con ciertos riesgos. Sin embargo, es recomendable conversar con un especialista (médico, terapeuta, psicólogo, etc.) antes de comenzar cualquier terapia de respiración, especialmente si tienes una afección médica o tomas medicamentos que pueden verse afectados por la práctica.
Es bien sabido que adoptar nuevos hábitos saludables puede ser difícil de llevar a cabo, pero algo tan accesible como una práctica de respiración corta es un buen punto de partida para obtener algunos beneficios impresionantes.
Atención plena al momento presente
La meditación no es más que la práctica de estar atento y consciente del momento presente. Es una forma de llamar la atención sobre tus pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales para obtener una visión de ti mismo y del mundo que te rodea.
Se puede hacer de muchas maneras diferentes, incluso a través del yoga, el dibujo de mandalas, la meditación en movimiento o simplemente sentarse y concentrarse en la respiración.
Se ha descubierto que la meditación es beneficiosa para reducir el estrés y la ansiedad, así como para mejorar el estado de ánimo. También tiene efectos positivos en la salud física al aumentar la inmunidad y disminuir la inflamación.
La meditación regular puede ayudarte a ser más consciente de sí mismo, reducir el desorden mental, mejorar las habilidades de enfoque y concentración, aumentar la creatividad, mejorar la calidad del sueño, reducir los síntomas de depresión e incluso ayudar con el control del dolor físico.
No importa qué tipo de meditación elijas o cuánto tiempo medites, será beneficioso para tu bienestar general si se practica con regularidad.
Si se te hace complicado meditar, concentrarte en el trabajo de respiración puede ser una excelente manera de adoptar un estilo de vida mucho más equilibrado.
Las diferentes modalidades de breathwork pueden ayudarte a calmar la mente, reducir el estrés, al mismo tiempo que te brindan la capacidad de conocer y liberar la energía corporal estancada o el trauma latente que no sabías que estaba allí.
Como seres humanos, nunca tenemos control total sobre nuestros cuerpos y, a veces, eso puede ser una realidad aterradora. Ejercer un momento de control, incluso simplemente para respirar, podría ser justo la mejor receta para nuestra mente.
Que tu respiración consciente comience ahora.