La escatología hace alusión a los hechos futuros que ocurrirán con la humanidad y con el mundo. Algunas visiones monoteístas como el cristianismo y el islam creen que el mundo tal y como lo conocemos será reformado por parte de un ser divino, donde, además habrá un juicio final contra los malvados, se dará la destrucción del mal de la tierra y habrá un reinado mesiánico por parte de un personaje con características divinas o provenientes de la divinidad.

Para algunas ramas del islam y del cristianismo que, por supuesto no son corrientes religiosas monolíticas, sino que tienen una amplia diversidad, hay un rol específico para cada pueblo dentro de la dinámica del fin de la historia, y el pueblo judío no se escapa del involucramiento porque su rol de «pueblo elegido» en la teología monoteísta no es un detalle que se pase por alto y algunas de estas corrientes han dado su interpretación de lo que les depara a los judíos en los «tiempos postreros».

Desgraciadamente, algunas visiones del futuro en las tradiciones religiosas monoteístas sirven, en cierto modo, como una herramienta más de expansión del odio contra el judaísmo o de achacarle ser la raíz del mal que en una era futura debe ser desterrada, destruida junto con un ente espiritual que hace el mal a la humanidad (Satanás). Ante lo cual, este artículo expondrá algunos de estos argumentos desde las dos cosmovisiones para comprender cómo, desde una visión escatológica y futurista, se asocia al judaísmo con elementos de la maldad que serán derrotados en una guerra final contra los «santos de Dios».

Es importante destacar que en la visión escatológica judía se hace referencia a una era de paz, donde el mundo será rectificado (Tikun) y la gente no peleará más guerras entre sí; no se cree en la destrucción del mundo como en las otras posiciones, sino en mejorar la calidad del mundo existente, y la figura mesiánica no hay una posición única sobre si se trata de una figura humana o una condición mesiánica de un mundo mejorado por las acciones del ser humano, quienes tendrán el conocimiento de la existencia de un único Dios.

Escatología cristiana

No es interés del autor convertir este espacio en un estudio teológico sobre la infinidad de posiciones que hay sobre el tema del futuro desde la visión cristiana. Sí es importante buscar algunas de las referencias más comunes con las que justifican el odio generalizado contra los judíos, señalándolos como la fuente desde la que se realizará el desenlace de una batalla final entre el bien y el mal, asociando a los judíos como parte del bando maligno del «Anticristo».

En el estudio del futuro que realizan los cristianos se echa mano de diversos libros de la Biblia; tanto de la Tanak (Antiguo Testamento) como del llamado «Nuevo Testamento».

Algunos textos utilizados provienen de los profetas Zacarías, Ezequiel, el visionario Daniel, el Evangelio de Mateo, la Carta a Los Tesalonicenses, la Carta a los Corintios y el libro de las Revelaciones (Apocalipsis), más otros de donde toman referencias cortas para justificar ciertas teologías.

Cuando se menciona a los judíos, algunas posiciones inmediatamente los asocian con dos personajes del final de los tiempos; el «falso profeta» que será una especie de enviado para alivianar el camino para el «Anticristo». Sobre ese falso profeta, algunas visiones teológicas que lo asocian con el judaísmo dicen algo como esto, que sobresale de un estudio bíblico de la página cristiana La Biblia dice:

Apocalipsis 13:11-18. Lo primero que notamos es el origen del Falso Profeta. La primera parte de Apocalipsis 13:11 dice: «Después vi otra bestia que subía de la tierra». No olvide amable oyente que Juan había visto previamente a una bestia que subía del mar. Esto se refiere al Anticristo quien surge de los pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. Es decir que su origen es gentil. En cambio, la bestia que Juan está viendo ahora, sube de la tierra. La tierra simboliza a la nación hebrea y al pueblo escogido de Dios. Por tanto, el falso profeta será de origen judío, no gentil…

Pareciera un tema menor, pero la asociación de judaísmo con la falsa profecía y, además, con el empoderamiento de un personaje nefasto como el representado por el «Anticristo», brinda a quien realiza estudios en la materia que no se trata de un elemento menor ni de alcance limitado, sino que involucrará al pueblo del cual desciende este.

En el caso del «Anticristo», también hay referencias de algunas corrientes cristianas que ligan el tema del judaísmo con él. De hecho, basta con darse vuelta por algún buscador y poner la oración «judíos talmúdicos anticristianos» para encontrar una serie de referencias donde se asocian las creencias hebreas, el estudio del Talmud, con prácticas negativas, relacionadas con la hechicería, el paganismo, el satanismo y otros temas polémicos.

Y también, a través de textos bíblicos determinan que el origen de la antítesis del mesías cristiano también proviene del pueblo de Israel.

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón. (Génesis 3:15)

Dan juzgará a su pueblo como una de las tribus de Israel. Dan será como serpiente junto al camino, como víbora junto al sendero, que muerde los cascos del caballo de modo que su jinete caiga hacia atrás. (Génesis 49:16-17)

Esta referencia a una serpiente que hiere un talón de la descendencia de la mujer puede indicar que el Anticristo será un judío de la tribu de Dan, pero muchos estudiosos razonables de la profecía bíblica están divididos en este asunto.

El texto anterior da el ejemplo de una interpretación asociada con los prejuicios contra los judíos a quienes les achacan ser el origen del mal y también la fuente desde la cual saldrá el destructivo personaje; no hay puntos intermedios.

De hecho, están quienes reconocen la existencia de los judíos en la era moderna como una señal de la «segunda venida de Cristo», ya que los judíos serían los últimos en aceptar a Jesús como el mesías esperado; por cierto, que el tema del mesías ya lo abordamos en un artículo previo donde se desarrolló brevemente la situación del futuro de la humanidad.

Sobre los judíos, están quienes consideran que los 144 mil sellados a los que se refiere el texto de Apocalipsis en su capítulo 7, corresponden a 12 mil judíos por cada una de las tribus de Israel que reaparecerían plenamente antes de la parusía de Jesús según esta cosmovisión. Por supuesto que esta interpretación es un poco compleja ya que la noción de tribus en Israel desapareció hace muchos siglos atrás.

Escatología islámica

Los musulmanes, al igual que las otras religiones monoteístas, creen en la venida de una figura redentora. Ellos le llaman Al Mahdi (el guiado) quien será un enviado de la familia del profeta Mahoma (Ahlul Bayt), y quien vendrá en los últimos tiempos a juzgar a toda la humanidad en el Yaum al-Qiyamah (Juicio Final).

Al igual que los cristianos, los musulmanes creen que, previo a la llegada de este personaje (que refleja todo lo bueno de la divinidad), aparecerá otro de carácter maligno; el Dajjal que significa literalmente mentiroso o impostor. Según lo describen las fuentes islámicas, posee características físicas específicas: es estéril, tiene un solo ojo, lo acompaña una bestia peluda, tiene tatuada la palabra «Infiel» en la frente y es incapaz de acceder a Medina o a La Meca y vendría a asumir el rol del mesías.

Enseña la tradición islámica que engañará a los cristianos haciéndose pasar por divino; característica que el islam; como el judaísmo, rechazan de la figura del mesías. De esta manera, él asumirá su característica de «Anticristo» para confundir a los cristianos.

Mientras tanto, el asunto con los judíos es mucho más complejo en su ligamen con esta figura nefasta del Dajjal, según el Sahih Muslim:

Dado que los judíos han perseguido a Jesús cuando fue enviado por Dios la primera vez, intentó crucificarlo y todavía no lo reconocen como Mesías, cuando el Dajjal (Anticristo) aparece, los judíos erróneamente piensan que el Dajjal es el Mesías y por lo tanto, que le seguirán. Judíos son propensos a ser uno de los principales seguidores de Dajjal: «Setenta mil de los judíos de Isfahan (una ciudad en Irán) seguirá el Dajjal, el uso de Tayalisa (capuchas o turbantes)…».

Como puede observarse, se señala a los judíos como los principales seguidores del falso mesías islámico, y algunos van más allá, al decir que este personaje será judío. En otras palabras, la participación nefasta de los judíos en el «Fin del mundo» y la última guerra entre el bien y el mal, es otra forma de incentivar posiciones judeofóbicas. Está claro lo difícil que será creer en los judíos si sus adeptos serán quienes le brinden mayores apoyos a la figura destructora del tiempo futuro.

Hilando más delgado, es evidente la acusación contra los judíos, al destacarse que ellos le aceptarán como su rey, cuando las profecías hebreas indican claramente que para calificar como mesías de Israel se debe nacer de madre judía (más otras características que no profundizaremos a través de este trabajo). En otras palabras, el Dajjal sería judío.

Finalmente, en la relación del judaísmo con las religiones monoteístas desprendidas de este, el antisemitismo o rechazo a las costumbres y acciones de los judíos se asocian con el concepto de «pueblo elegido», con doctrinas que buscaban la sustitución judía por la «nueva revelación». Este fue el primer gran enfrentamiento real entre una desjudaizada doctrina cristiana y la religión de la cual se desprendieron.

Se debe destacar, en los argumentos religiosos, el tema escatológico ligado al futuro y el rol que juegan los judíos para algunas interpretaciones. Tanto algunos movimientos cristianos, como interpretaciones islámicas asumen el papel del judaísmo en el final de los tiempos con asociaciones con el maligno o, lo que es peor, el origen del ser demoníaco de los postreros tiempos en el propio seno del pueblo judío.

Por supuesto que el odio al judío dejaría de tener componentes meramente religiosos y empezaría, con el paso de los años, a adquirir nuevos elementos que transportarían el odio histórico ideológico–religioso a otros componentes, como lo serían las ideologías políticas, la raza o los genes.

Notas

Al-Husayn Muslim, A. (2021). Sahîh Muslim.
La Verdad y solo la verdad. (2012). Razones que demuestran que el Anticristo será un hombre israelita. Marzo, 9.