Sin prisas pero sin pausas es la línea del gobierno italiano en materia de desconfinamiento.
Lunes 27 de abril
El primer ministro, Giuseppe Conte, logró poner de acuerdo a todo el mundo: la mayoría de los habitantes de este país está en su contra tras las declaraciones del domingo 26 en la noche donde informaba de la paulatina apertura del país a partir del 4 de mayo, aunque quedaban de lado algunas actividades clave para algunos sectores. Los más enardecidos son los obispos italianos ante la prohibición de celebrar misas públicas.
De inmediato la CEI (Conferencia Episcopal Italiana), en una declaración durísima el mismo domingo después de escuchar a Conte, expresó que los obispos italianos no podían «aceptar ver comprometido el ejercicio de libertad de culto». A esta declaración se agregaron otras confesiones religiosas, como los evangélicos, que invocaron la libertad de culto a todas las minorías religiosas, mientras los musulmanes, que desde la semana pasada estás celebrando el Ramadán criticaron «la insensibilidad del Gobierno de cara a los creyentes de cualquier fe».
Ante este alud de críticas al Gobierno no le quedó otra cosa que declarar que «en los próximos días» se dará a conocer un nuevo protocolo para adecuar las normas de prevención del contagio a las observaciones de los cultos religiosos.
Tutto bene ciò che finisce bene, dicen por estas latitudes, un refrán comparable al español bien está lo que bien acaba. Pero surge inmediata una interrogante: el estupendo equipo del Gobierno recientemente creado con (se supone) las mejores mentes de Italia, destinadas a estudiar hasta los más nimios detalles de la apertura, ¿no podría siquiera mínimamente haber pensado que una medida de este tipo necesariamente iba a desencadenar el hacha de la guerra de los credos religiosos? ¿Y que la oposición de centro derecha (y no solo) iba a usar también este hecho como pretexto para atacar al Ejecutivo? Evidentemente no.
Martes 28 de abril
Siguen las polémicas sobre la próxima apertura, que de no mediar la tragedia del Covid-19 serían hasta hilarantes: en el lenguaje burocrático y ascético propio de los comunicados oficiales, en el Decreto hacia la Fase 2, se lee que después del 4 de mayo se podrá salir a visitar a los parientes o familiares, según el significado de la parola congiunti, que es la que ha desencadenado esta nueva ola de críticas.
¿Parientes hasta qué grado de ascendencia, y de descendencia, y los afines como tíos y primos? ¿Los novios son considerados parientes? Nuevamente el Gobierno tuvo que salir al ruedo para explicar que en el caso de novios se trataba de «afectos estables». Pero las dudas permanecen: ¿qué elementos va a tener quien controla para establecer si una relación es estable o solo es flechazo de un día? ¿Y los amigos no son considerados afectos estables?. Ya veremos cómo se resuelve.
Hoy la agencia salesiana ANS informó del fallecimiento en el día de ayer del único obispo salesiano en los Estados Unidos, monseñor Emilio Simeon Allué, a causa del coronavirus, luego de una semana de hospitalización. Sin embargo, la agencia no aclara dónde se contagió el octogenario obispo. No es improbable que haya participado en la reunión mundial de la Orden fundada por Don Bosco que se realizó en Turín del 22 de febrero al 13 de marzo, cuando esta ciudad ya era foco infeccioso. Mientras tanto, aumentan los contagiados en la Universidad Salesiana de Roma.
El Gobierno conquistó un aliado impredecible: nada menos que el papa, quien durante la homilía en la misa que celebra todos los días en la mañana en su capilla privada, sin tocar directamente el tema de las misas pidió a Dios «la gracia de la prudencia y la obediencia». A buen entendedor... Y durante el día se supo que el Gobierno estaba estudiando la posibilidad de permitir las misas a partir del 11 de mayo. Como se dice por estos lados : «un colpo al cerchio e uno alla botte», es decir una solución salomónica, dar la razón a uno u otro de los contrincantes para no descontentar a ninguno...
Miércoles 29 de abril
En Italia ya se había decidido, pero hoy se ratificó: el año escolar terminó. Se volverá a clases en septiembre «si las condiciones lo permiten». La única excepción son los alumnos que están terminando sus estudios secundarios, al final de los cuales tienen que realizar un examen que les permita el acceso a la universidad, la temida maturità, que normalmente consta de pruebas orales y escritas. Pero en tiempos de Covid-19 ya sabemos que todo cambia: este año será solo una prueba oral ante la Comisión de Exámenes.
El problema son los niños de las guarderías infantiles, sobre todo ahora que a partir del 4 de mayo los padres deben salir a trabajar. Se está estudiando la posibilidad de un bonus para ayudar a las familias a pagar una ayuda en casa, pero tampoco es muy viable porque a menos que la persona hubiera ya contratado ese servicio, no es fácil dejar a los hijos al cuidado de una persona que no se conoce, o que se conoce poco. Muchas familias dependían de los abuelos para esto, pero ahora que no es aconsejable que los adultos mayores salgan de sus casas, el problema es prácticamente de difícil cuando no de imposible solución.
No es solamente en Italia donde la derecha se obstina en insistir en la apertura. En Alemania, uno de los virólogos más importantes, Christian Drosten, incluso ha sido amenazado de muerte por el grupo de extrema derecha Alternative für Deutschland: la acusación es frenar la economía. Y no son pocas las críticas que le llovieron a la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, que tras el aumento de contagios y decesos decidió volver a la Fase 1, pocos días después de las primeras aperturas. Exactamente las mismas injurias y amenazas al experto estadounidense Antonio Fauci, que repuntaron después de expresar que «si el desconfinamiento se hace muy rápido, la segunda ola de contagios es inevitable».
Jueves 30 de abril
Bastante gente hoy en el mercado porque, aun en tiempos de pandemia, el Primero de Mayo hay que celebrarlo: mañana estará cerrado. Y después del mercado, el supermercado, donde la fila era más bien larga y el sol del mediodía se hacía sentir. Decidida a esperar lo que fuera necesario, mientras controlaba mi móvil, una sombra me oscureció el sol. Levanto la vista y me encuentro con un africano como de dos metros, uno de los vigilantes del supermercado a quien yo le llegaba un poquito más arriba de la cintura. Era además bastante maceteado y me decía algo que no lograba entender, porque él estaba con mascarilla.
Pensando que quizás estaba haciendo algo incorrecto, le pegunté qué pasaba. Después de un par de minutos logré entender que me preguntaba si tenía más de 65 años. «Por supuesto», le contesté y «más de un lustro más». «Venga conmigo», me dijo. Lo seguí y ante las miradas de odio del resto de la fila me permitió entrar antes…porque en ese supermercado, donde iba por primera vez, los mayores de 65 años tenemos precedencia, lo que no sucede en todas partes.
A propósito de adultos mayores, todas las casas de reposo en Italia están siendo analizadas con lupa, sobre todo en el norte del país, ya que muchas de ellas se convirtieron en siniestros centros de mortandad, no solamente para los huéspedes, sino para el personal de salud que trabajaba en estos centros. Muchas de las imágenes siniestras que recorrieron el mundo hace poco más de un mes, con los camiones del ejército blindados que transportaban cadáveres hacia su última morada, provenían de estas residencias.
Viernes 1 de mayo
Durante muchísimos años desde que llegué a Italia no me perdía ninguna de las manifestaciones del Primero de Mayo, al principio con mucha nostalgia, sobre todo cuando en televisión mostraban las manifestaciones en todo el mundo, inevitablemente añadían «excepto en el Chile de Pinochet, etc. etc.». Después, sin dejar de lado las manifestaciones sindicales, desde 1990 un gran concierto en la plaza San Juan de Letrán, frente a la Basílica homónima (que es la catedral de Roma y no San Pedro, como erróneamente se suele creer) celebraba la fiesta de los trabajadores.
Este año, de acuerdo a los nuevos tiempos, el concertone como se le conoce se realizó en forma virtual. desde las 8 de la noche y hasta después de medianoche se exhibieron más de 40 cantantes, conocidos y menos conocidos. La gran sorpresa fue la «presencia» de Sting quien desde su estudio londinense saludó a los trabajadores italianos.
Y a propósito de trabajo, parafraseando el título del estupendo filme de los hermanos Cohen, No es un país para viejos (basado en la novela de Cormac McCarthy) que ganara el Óscar a la mejor película en el año 2008, con un Javier Barden en una de sus mejores interpretaciones, Italia no es un país «para jóvenes», y la generación denominada millennials (que nacieron entre los primeras años 80 y mediados de los 90) es la más afectada.
Y más allá que tengan o no tengan títulos universitarios, sus trabajos son siempre precarios, con contratos por 2 o 3 meses máximo, nunca renovables más de dos veces porque una tercera ya obligaría a contratarlos, no por un período indeterminado que en tiempos de globalización y «flexibilidad laboral» es simplemente impensable, sino solo por seis meses, o un año más, si tienen suerte.
Son jóvenes vejados por los salarios que apenas les alcanzan, obligados a danzar al son de la música de un sistema que los destroza y no les permite tener una vida digna. Ni siquiera seres humanos, solamente esclavos del proyecto del momento. Y que son conscientes de vivir en esclavitud. Son los modernos e invisibles nuevos esclavos de la globalización.
Esta mañana hojeando Il Venerdì, la revista semanal del diario La Repubblica, uno de los más importantes de Italia me detengo de golpe ante cuatro fotos que cubren casi dos páginas con cuatro jóvenes vestidas con jardineras rojas y camisetas negras. Es un estupendo artículo de cuatro páginas con grandes fotos: «Chi cerca Lastesis trova il Cile», mientras bajo el título se explica que «su violador se ha convertido en un himno global feminista».
El artículo recuerda el estallido de la protesta en Chile de hace unos meses, explicando las razones de por qué Un violador en tu camino y el Estado opresor es un macho violador se convirtieron en íconos de la protesta mundial con fotos de mujeres en Río de Janeiro, Ankara, Nueva York, Pisa, y una de la cantante chilena Mon Laferte con el seno descubierto sobre el que había escrito En Chile torturan, violan y matan, mientras retiraba el premio Latin Grammy Awards en Las Vegas.
Sábado 2 de mayo
Durante todo el día de hoy, miles de mujeres italianas, durante 12 horas (10 de la mañana a 10 de la noche) participaron en un flashmob “ #dennos voz” es el eslogan y la singular protesta exige que la reconstrucción del país sea un proyecto compartido ente hombres y mujeres.
En una entrevista al diario La Nazione, de Florencia, Daniela Carlá, dirigente de la administración pública italiana y promotora junto a una de las feministas «históricas italianas» Marisa Rodano, de Noi Rete Donne (comunidad de expertas que analizan el tema de la democracia partidaria ) explica que no obstante el enorme aporte que dan las mujeres en todos los campos, que son protagonistas tanto en la vida privada como en la vida laboral, no logran tener el lugar que les corresponde en la sociedad, menos todavía en la cúpula de las instituciones.
Y para nuestra, un botón: entre los 20 integrantes del Comité Científico designado por el Gobierno para asesorarlo en este período no hay ninguna mujer. Asimismo, una investigación reciente de la sociedad Openopolis demuestra que el problema es generalizado: en Italia solo un 20 por ciento de mujeres desempeña un rol dirigencial en todo lo que concierne a la emergencia Covid-19.
Siempre en tema mujeres, una buena noticia llega desde Sudán: será considerado delito la mutilación a los órganos femeninos (infibulación) según declaró el gobierno transición que dirige el país desde el año pasado. Se especifica que las nuevas normas seguirán la línea de la declaración constitucional sobre los derechos y la libertad, aprobada en agosto de 2019.
Domingo 3 de mayo
Sin duda, uno de los sectores más afectados por la pandemia es el turismo. Esta semana participé en dos interesantes conferencias de prensa con los responsables del turismo de la isla Elba y de las islas Eolias, Claudio della Lucia y Christian Del Bono, respectivamente responsables del sector hostelería en cada isla. Aunque confirmaron las dificultades del sector, se dijeron prontos a la excelente acogida que caracteriza estas islas, lo que me recordó dos viajes que hice hace unos años a estos estupendos lugares.
La recia imagen de Phillippe Noiret mientras sube la escarpada hasta su casa en El Cartero de Neruda, en Salina, la pasión desencadenada en Stromboli entre Ingrid Bergman y Roberto Rossellini, mientras en Vulcano Anna Magnani se inmola por amor y Monica Vitti en La Aventura de Antonioni busca incansablemente a su amiga Lea Masasari, desaparecida en un islote cerca de Panarea: visitar las islas Eolias, ya aclamadas por Homero en el X Canto de la Odisea, puede convertirse en un peregrinaje al más real de los mundos irreales, el cine.
En Salina, una de las islas que componen este archipiélago, al norte de Sicilia, con playas pequeñas de finas arenas amarillas y promontorios que caen abruptamente al mar, no hay habitante de más de 30 años que no recuerde la filmación de El Cartero de Neruda, basada en la novela Ardiente Paciencia, del escritor chileno Antonio Skármeta.
La película que se filmó en 1994 fue todo un acontecimiento, porque a pesar que ya desde los años 50 otras islas del archipiélago habían sido escenario de películas, para Salina fue algo especial, según me contó don Santino Rosello que trabajara como extra. Además fue el último film que realizaría el actor Massimo Troisi, quién falleció poco después y esto le dio a la historia un tinte mágico y nostálgico a la vez.
De todas maneras, aunque efectivamente Noiret fue un estupendo Neruda, en mi mente queda la imagen de Neruda/Roberto Parada en Ardiente Paciencia, película de producción alemana, filmada en Portugal en 1983 y dirigida por Antonio Skármeta, con Mario Castro, y una joven y muy talentosa Marcela Osorio. El actor chileno Roberto Prada y su esposa, la también actriz chilena María Maluenda han sido los mejores intérpretes de la poesía de Pablo Neruda, de quien fueron entrañables amigos.
Mientras de las islas Eolias en general se sabe poco, prácticamente no hay persona que haya cursado la enseñanza media que no sepa que Napoleón Bonaparte estuvo exiliado en la isla Elba, ubicada en el norte del mar Tirreno, al frente de Toscana: otra cosa es conocerla, porque nunca ha estado en las rutas turísticas tradicionales, aunque la oferta es numerosa.
Si se prefiere conocer los lugares históricos sin cansarse ni acalorarse demasiado es mejor visitarla durante la primavera y el otoño europeos (desde marzo a mediados de junio y desde septiembre a noviembre). Más allá de las dos casas de Napoleón, la «Villa dei Mulini» y «Villa San Martino», en el Museo Arqueologico se exponen numerosos objetos etruscos y romanos a partir del siglo VIII a.C.
Imperdible el conjunto de fortificaciones denominado «Frente de Ataque», una serie de corredores cercados por las altas murallas que conducían hasta la antigua Cosmópolis, la ciudad de Cosimo I, un conjunto arquitectónico tan imponente e invulnerable que incluso el famoso pirata turco Dragut (que trabajaba para los franceses) después de haber llegado a las cercanías de la isla y de haber estudiados sus defensas, prefirió desistir.
Si en vez la opción es sobre todo la playa, hay para todos los gustos: de arenas doradas, de pedrisco, acantilados desde donde hacer piqueros, entre otras. En este caso, conviene ir desde la segunda quincena de junio, hasta fines de septiembre.
Mañana (hoy para quien lee) empieza una semana crucial para Italia: el desconfinamienro paulatino.
Veremos como nos va y si verdaderamente podremos empezar a ver el final de este insólito y dramático túnel. En este momento la única certeza es la incertidumbre.