Las Valls d’Àneu son el territorio en el que se concentra el campo de acción de Oriol Vilapuig. Situados en el norte de la comarca del Pallars Sobirà, estos valles, de una potencialidad simbólica y de naturaleza desbordante, se abren punteados y cohesionados por múltiples iglesias, siguiendo dos ejes, de Sant Pere de Burgal a Alós d’Isil (de Sur a Norte) y de Cervi a Son (de Este a Oeste). Este es el territorio en el que el artista inscribe un micro relato a partir de la técnica del frottage, un procedimiento que permite que las imágenes aparezcan por contacto, no por representación, dando así visibilidad a los bajo relieves esculpidos en las picas de piedra que contenían agua y aceite, y que podemos encontrar en las iglesias diseminadas por el territorio. Estos contenedores de piedra, datados entre los siglos XI y XIII, contenían agua bendita para el ritual del bautismo así como también aceite para otros rituales religiosos y para iluminar las iglesias.
Este estudio contemporáneo inicial del imaginario centrado en las picas bautismales y de aceite, una tipología propia de la zona, el artista lo abre a otros campos y experiencias, todas vinculadas al territorio de los Valles d’Àneu. Formas de la naturaleza, grietas, marcas ancestrales, suelos de guijarro, huellas de animales que nos llevan a contextualitzar y abrir el campo interpretativo, siempre siguiendo la técnica del frottage. Todas estas formas son presentadas en un espacio construido especialmente para esta muestra en las salas del Románico, un habitáculo de cincuenta metros cuadrados en el que las ochenta huellas que aquí se recogen intentan suscitar la experiencia física y fenomenológica de estar rodeados de imágenes en un espacio simbólico y significativo.
Esta mirada contemporánea dialoga con un montaje visual de imágenes proyectadas procedentes de archivos y publicaciones de ámbitos diversos, una atlas visual inabordable que diluye o refuerza aquello que pasa “entre las imágenes”, y se completa con una publicación especial que recoge todas las imágenes.
Son. Huellas y figuraciones en las Valls d’Àneu forma parte de los proyectos que lleva a cabo el Museu Nacional para establecer puentes entre la sociedad, el presente, y las obras que atesora el museo, invitando a artistas contemporáneos a dialogar con la colección.