En un pantano el tiempo no fluye. Pero eso no significa que el tiempo deje de ser. Más bien al contrario, en el pantano la historia se acumula, y la vida se desarrolla de forma hedionda, conformando un ecosistema que, aunque crece y se expande, no se mueve hacia delante. Podríamos llegar a pensar en nosotros mismos como si fuéramos pequeños estanques: nuestros cuerpos son esencialmente eso, agua atrapada dentro de una membrana, sometiendo cada bocanada de aire a su consumo, cada pedazo de comida a su putrefacción intestina. Como los pantanos, también nosotros crecemos, nos desarrollamos y nos pudrimos, pero no parece que nuestro ser se esté moviendo hacia ningún sitio. Lo que sea que seamos, desde luego no fluimos hacia ningún mar en concreto.
En el estado actual de la producción cultural esta forma de un tiempo estancado parece haber calado también en el mundo del arte. Y es que la idea de que el arte avanza o evoluciona parece cada vez más una ficción de la modernidad que una verdadera descripción de su naturaleza confusa. The Swamp of Forever es un ciclo de exposiciones comisariado por Carlos Fernández-Pello que busca desdoblar esta condición del tiempo en cuatro aspectos, el amor, la coincidencia, el estándar y el origen, y que a su vez comparten una relación problemática con la idea de linearidad.
En este primer capítulo, Amor, presentamos un nuevo cuerpo de trabajo de Alfredo Rodríguez (Madrid, 1976) junto a una pieza invitada de Juliana Cerqueira Leite (su madre, 1981).
Alfredo Rodríguez (Madrid, 1976) trabaja en torno a la imagen fotográfica sometiéndola a procesos experimentales de complejidad variable en su estudio y laboratorio. Su práctica parte casi siempre de imágenes referidas al cuerpo para terminar transformándose en una presencia equívoca, alejándose de lo singular de la fisionomía y acercándose a una idea de carne expandida. El tiempo de la química, los materiales fotosensibles, la luz, el cuerpo de su pareja y la huella material de lo fotográfico atraviesan todas las fases de su proceso, dando pie a un querer borrar o a un desvanecimiento del tiempo de la imagen. De esta manera su investigación persigue una conservación de lo efímero desquiciada, al tratar de dotar a todo el conjunto de sucesos y materiales de una permanencia estable, como si de una cristalización se tratase. Rodríguez está representado por Espacio Valverde en Madrid y ha expuesto recientemente en el Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M) de Madrid, Montecristo Project Cerdeña, Matadero Madrid, Sala Arte Joven o el Istituto Europeo di Design entre otros.
Juliana Cerqueira Leite (su madre, 1981) es una escultora basada entre Nueva York y São Paulo. Está representada en Londres, Reino Unido por T.J. Boulting, en São Paulo, Brasil por Casa Triângulo, y en Venecia, Italia por Alma Zevi. Su escultura Climb, 2012 está actualment expuesta en Mitre Square en Londres como parte de la iniciativa City of London’s Sculpture in the City. Cerqueira Leite fue premiada en el 2016 Furla Art Prize por su contribución a la 5th Moscow Young Art Biennale. Ha expuesto su Trabajo internacionalment en Instituciones como Instituto Tomie Ohtake en São Paulo, Saatchi Gallery en London, The Antarctic Pavilion en Venecia, The Sculpture Center en New York, Marres House for Contemporary Culture en Maastricht, Galeria Casa Triângulo en São Paulo, Alma Zevi en Venice, Galleria Lorcan O’Neill en Roma, TJ Boulting en Londres, DUVE en Berlín, Arsenal Contemporary y Regina Rex Gallery en Nueva York.
Agradecemos la colaboración de las galerías Espacio Valverde, Madrid y Alma Zevi, Venecia.