Es joven. Muy joven. Apenas cumplirá 27 años en octubre. Pero acaba de ser nombrado senador por parte de las Cortes de Castilla y León. Es uno de los tres representantes que este Parlamento envía a la Cámara Alta. Un proceso que, en esta ocasión, ha estado trufado por las irregularidades en la elección de Javier Maroto, del PP. Sin embargo, Francisco Díaz Muñoz (Peñaranda de Bracamonte, 1992) fue proclamado de forma limpia. En su caso, bajo las siglas del PSOE. Y, a pesar de su juventud, este graduado en historia por la Universidad de Salamanca no es un recién llegado. Entre 2015 y 2019 ya ejerció de teniente-alcalde en su localidad natal, donde continúa siendo concejal. Ahora, asume su nueva responsabilidad con ilusión. Wall Street International ha querido hablar con él para que analice la actualidad regional y nacional. Durante la conversación, Díaz Muñoz no se ha zafado de ninguna pregunta. Las ha contestado todas. Incluso, las más complicadas…
¿Cuáles serán los ejes que le guiarán como senador durante la presente legislatura?
Los objetivos serán varios. Voy a representar a una tierra que conozco bien, en la que he desarrollado toda mi vida. Por ello, voy a transmitir en la Cámara Alta las principales preocupaciones que tenemos los castellanoleoneses. Entre ellas, la despoblación.
Una problemática que lleva aparejadas otras muchas dificultades. Entre ellas, el vaciamiento del medio rural, el envejecimiento de la población o los inconvenientes en el acceso a los servicios públicos. Unas circunstancias que, además, ocurren en una comunidad autónoma enorme, en la que los ciudadanos se encuentran concentrados en determinados puntos…
Por ello, en Madrid tienen que ser conscientes de estas problemáticas para intentar poner solución a las mismas. Pero como el Senado es una cámara de representación territorial, también colaboraremos con el Gobierno autonómico y con las Cortes regionales.
En este sentido, ¿qué medidas concretas ha pensado impulsar para intentar solucionar estos asuntos?
Castilla y León tendría que contemplar una ordenación del territorio y una administración más cercana y racional, pero que garantice unos servicios mínimos a todos los ciudadanos. Sin embargo, el PP –por pereza o por desidia– no ha querido abordar este tema en sus responsabilidades de la Junta de Comunidades.
En cualquier caso, desde el Senado debemos trabajar en el ámbito de la despoblación, copiando algunas ideas de aquellos territorios que nos llevan ventaja en este aspecto.
Asimismo, me gustaría que el Gobierno de España — competente también en la materia — pusiera en marcha un plan de retorno del talento, el cual tuviera una especial incidencia en aquellos territorios más deprimidos. De todas formas, la administración que debe afrontar el grueso del asunto de la despoblación es la Junta de Castilla y León. Pero no tengo muchas esperanzas en que, desde esta instancia, hagan algo por los jóvenes de la región…
Usted procede del ámbito municipal. La pasada legislatura fue teniente de alcalde de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), mismo Ayuntamiento en el que seguirá siendo concejal hasta 2023. ¿Piensa que el Senado debería emprender algún tipo de medida para mejorar la financiación local?
Sí. La reforma de la administración municipal –y de todo lo relativo a la financiación de los Ayuntamientos– es un tema que está congelado desde hace mucho tiempo. Por tanto, el Senado también se tendría que comprometer a desatascar este asunto.
No hay que olvidar que los consistorios son la administración más cercana al ciudadano y que, además, prestan unos servicios básicos muy importantes. Y muchas veces lo hacen con muy pocos recursos…
Cambiando de tercio, Javier Maroto, del PP, también ha sido elegido senador autonómico por Castilla y León. Un nombramiento que ha sido posible gracias al apoyo de los populares y de Ciudadanos, pero con el voto en contra del PSOE. ¿Qué opina de esta designación?
El PP de Castilla y León lleva tiempo concibiendo a esta región como una agencia de colocación. La novedad es que dicha concepción también ha sido adoptada por Pablo Casado, presidente nacional de los populares, que ha colocado como senador a su número tres en el partido. Y lo ha hecho por una comunidad autónoma a la que Maroto no pertenece y en la que no ha vivido nunca.
De hecho, Javier Maroto ha llegado a atacar a nuestra región en cuestiones relevantes, como la financiación o el Condado de Treviño [enclave de la provincia de Burgos ubicado en Álava].
Por tanto, esta designación como senador por Castilla y León es una vergüenza. Y el Partido Popular lo sabe. Incluso el propio Maroto es consciente de ello. Se trata de una decisión que nadie entiende. El PP tiene mejores hombres y mujeres para enviar al Senado que a una persona que ni siquiera ha sido elegida por los ciudadanos de su provincia [Álava, en el País Vasco].
Entonces, ¿Javier Maroto no va a ser un buen representante?
Espero que no sea senador durante mucho tiempo. El PSOE ha emprendido acciones legales para que el alcalde de Sotosalbos (Segovia) revoque el empadronamiento [del mencionado político popular, el cual le habría posibilitado ser elegido senador autonómico por Castilla y León].
La mencionada inscripción municipal habría sido fraudulenta, realizada en el domicilio del secretario general del PP castellanoleonés, Francisco Vázquez. Y como creo que la revocación del empadronamiento se va a producir — porque la justicia no se puede quedar mirando hacia otro lado —, espero que el PP designe a alguna persona que viva realmente en un municipio de nuestra región.
Sin embargo, el Partido Popular acaba de investir a Javier Maroto como portavoz de su grupo en el Senado...
Era algo esperable. Pablo Casado quería dar una salida a Maroto, otorgándole un puesto importante. Pero no ha tenido en cuenta que este ciudadano ni siquiera ha sido elegido por su circunscripción. Desde el PP han buscado un recoveco en la ley autonómica de Castilla y León para nombrarle senador.
En otro orden de cosas, ¿qué opina de la nueva estrategia seguida por Albert Rivera al frente de Ciudadanos?
Creo que Rivera se ha convertido en la «niña del exorcista» en los últimos tiempos. Incluso, personas de su entorno han admitido que no lo reconocen. Sólo hay que ver la huida que han emprendido cargos públicos y gente que le había acompañado en Ciudadanos desde el principio.
En este sentido, Ciudadanos podría haber sido un partido interesante para España, por su carácter centrista, liberal y por su posible función de bisagra entre las dos formaciones tradicionales. Pero da la impresión que –ahora– se encuentra más cerca de VOX que del PP.
¿Habrá Gobierno en España o se repetirán las elecciones generales?
Yo voto porque habrá Gobierno.
¿Cuándo?
En septiembre, aunque no sé si a principios de mes o sobre la bocina, antes de que se disuelvan las Cortes.
¿Se trata de una sensación o tiene algún dato que confirme su aseveración?
Es una sensación. Hemos vivido unos días muy convulsos, agitados, con dimes y diretes por un lado y por otro.
Pero el mandato de los ciudadanos fue bastante claro el 28 de abril de 2019 [día en que se produjeron las elecciones generales]. Por tanto, hay que intentar que ese veredicto se plasme en la conformación de un Ejecutivo.
En este sentido, todos tenemos que estar a la altura y ser generosos. Pero sabiendo –todos– de qué punto partimos tras el resultado electoral del mes de abril. En esto último ha sido en lo que se falló [durante las negociaciones].
El Senado, ¿es una verdadera cámara de representación territorial? O, dicho de otra forma, ¿sirve para algo? ¿Habría que suprimirlo, como las diputaciones provinciales?
No se deberían suprimir ni las diputaciones ni el Senado, aunque creo que ambas instituciones son muy mejorables en su funcionamiento y administración.
Pero si me pregunta: «¿es el Senado una cámara útil para representar a los territorios que componen el Estado Español?». Pues, hombre, cualquier ciudadano que vea que han nombrado a un señor de Álava para representar a Castilla y León puede entender que no...
Ahora bien, en el tiempo que llevo como miembro de la Cámara Alta he visto a un grupo de personas con gran ilusión y con ganas de trabajar y ponerse a legislar.
Entiendo, por tanto, que habría que cambiar tanto la forma de elección de los senadores como la política de comunicación y las funciones de la Cámara Alta…
Coincido plenamente con usted. El presidente del Senado, Manuel Cruz, y el grupo parlamentario socialista están intentado dar una vuelta a la comunicación de la institución. Sólo hay que ver la nueva actividad de las redes sociales para observar que se está produciendo un cambio en este sentido.
Pero hay otras muchas cuestiones que van más allá de la pantalla de un móvil. Por ejemplo, existen asuntos relacionados con las Comunidades Autónomas que podrían llegar directamente al Senado sin tener que pasar por el Congreso. Porque, al final, da la sensación de que la Cámara Alta sólo ha tenido la exclusividad en la aplicación del artículo 155. Pero esta institución es mucho más que eso…