Tres ejes definen la obra de Hans Morgenthau:
Fundador de la teoría del realismo político en las relaciones internacionales.
Según Morgenthau, la política internacional es lucha por el poder.
Para él, el interés nacional es la esencia en política mundial.
Hans Morgenthau nace en Coburg, Alemania, el 17 de febrero de 1904. Abogado, jurista internacional y politólogo judío alemán.
Junto con Reinhold Niebuhr es el fundador de la teoría del realismo político de las Relaciones Internacionales.
Fue la figura académica central de la política internacional en el siglo XX. Algunos le llamaron el Maquiavelo de la política internacional. Estudia Derecho en las universidades de Berlín, Múnich y Fráncfort, donde ejerce como profesor.
En 1932 se traslada a Suiza como profesor en la Universidad de Ginebra. Cuando planea regresar a Alemania ya Adolfo Hitler está en el poder y entonces empieza gestiones para emigrar a los Estados Unidos.
Ya en 1943 y con casi cuarenta años de edad empieza su carrera académica como profesor en la Universidad de Chicago. Ese factor posiblemente incide en que Morgenthau siempre se sintió como extranjero en los Estados Unidos.
En 1948 y cuando el mundo ya está inmerso en la Guerra Fría entre el Este y el Oeste publica su obra principal: Política entre las naciones: la lucha por el poder y la paz, que se convierte en el libro de texto más utilizado durante décadas en las universidades de los Estados Unidos. Morgenthau estuvo claramente con el Oeste, tanto contra el nacional-socialismo de Hitler como contra el estalinismo de la Unión Soviética.
Otros libros de Morgenthau son: Hombre científico versus hombre político (1946) con un título que recuerda la obra de Max Weber El político y el científico. También En defensa del interés nacional, publicado en 1951 y El propósito de la política norteamericana (1960).
Destaca su participación como consultor del Departamento de Estado de los Estados Unidos, pero en vez de ser un diplomático o un formulador de política exterior, sobresale más bien por lo general como un crítico de la política exterior de Washington. Como ejemplo de ello se opone a la intervención norteamericana en Vietnam.
Son célebres sus Seis Principios del Realismo Político que pasamos a resumir:
El realismo político sostiene que la política, como la sociedad en general, está regida por leyes objetivas que tienen sus raíces en la naturaleza humana.
El principal poste de señal que ayuda al realismo político a hallar su camino a través del paisaje de la política internacional es el concepto de interés definido en términos de poder.
La idea de interés pertenece a la esencia de la política, y no le afectan las circunstancias de tiempo y lugar.
El realismo político es consciente de la significación moral de la acción política. Considera pues la prudencia — la evaluación de las consecuencias de posibles acciones políticas alternativas — como la suprema virtud en política. La ética juzga la acción por su conformidad con la ley moral; la ética política juzga la acción por sus consecuencias políticas. Aquí se nota una clara influencia de los conceptos de Max Weber sobre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad.
El realismo político rehúsa identificar las aspiraciones morales de una nación determinada con las leyes morales que rigen el universo.
El realista político sostiene la autonomía de la esfera política y se opone al planteamiento legalista-moralista de la política internacional (Hoffmann, S. 1979: «Teorías Contemporáneas sobre las Relaciones Internacionales». Madrid, España: Tecnos S.A. pág. 86).
Para Morgenthau, la política internacional, como la política en general, «es lucha por el poder cualesquiera que sean los fines últimos de la política internacional, el poder es siempre la finalidad inmediata. Los políticos y los pueblos pueden perseguir como fin último la libertad, la seguridad, la prosperidad o el poder mismo. Pueden definir sus fines en términos de un ideal religioso, filosófico, económico o social… Pero siempre que se esfuercen por realizar su fin a través de la política internacional lo hacen luchando por el poder» (Del Arenal, C. 1984: Introducción a las Relaciones Internacionales. Madrid, España: Tecnos S.A. (pág. 111).
Y por otra parte agrega que, «mientras el mundo esté políticamente organizado en Estados nacionales, el interés nacional es la última palabra en política mundial». (Mesa, R. 1980: Teoría y Práctica de Relaciones Internacionales, 2° ed. Madrid, España: Taurus, pág. 74).
Hans Morgenthau fallece el 19 de julio de 1980 en la ciudad de Nueva York.
Tanto al definir la política como una lucha por el poder como al identificar a los Estados nacionales como las principales unidades de poder político en el mundo, Morgenthau está en deuda intelectual y es un discípulo de Nicolás Maquiavelo, el fundador del realismo político moderno, el primero en promover el estado nacional y en defender la razón de Estado y quien precisamente definiera a la política como una lucha por el poder.
En ese sentido se puede considerar a Hans Morgenthau como el Maquiavelo de la política internacional en el siglo XX.