En su Historia Natural, Plinio el Viejo relata el mito del origen de la pintura como consecuencia de una ausencia. Kora, hija del alfarero Butades, en Corinto, con un carboncillo y siguiendo la sombra proyectada a la luz de una vela, trazó en una pared la silueta de la cabeza de su amante, que estaba a punto de marcharse, para así conservar su imagen, o acaso, como dicta la tradición primitiva, también su alma. Para Derrida el dibujo emerge de la ausencia y de la invisibilidad, de la necesidad de representar algo que existe solo en la memoria: cuando Kora dibuja la silueta de su amante no lo ve, desaparece de su mirada para fijar el trazo, la imagen viene de la memoria que al invocarse deshace al modelo remitiéndolo como ausencia.
Es justo esta condición dislocada -entre ver lo que se quiere representar y no verlo- lo que lleva a Anne-Lise Coste a producir la serie Vessels, 2019 (vasijas), que se presenta en Thinking of you (body and soul). Cierta melancolía tiñe la muestra, en la que figuras primarias cuya evaluación significativa no entendemos del todo, pero podemos seguir en términos emocionales, se repiten haciéndonos cómplices del mundo interior de Coste con una sensibilidad tan desgarradora como poética. En el trazado de esta suerte de cuerpos se puede ver la mano de la artista arrastrando la pintura: es la propia Anne-Lise Coste la única que no ha desaparecido en estas obras de soledad inmensa.
El dibujo tiene un peso fundamental en el trabajo de Anne-Lise Coste, a través del cual retrata un universo basado en sus códigos idiosincrásicos, siendo su imaginación y lo cotidiano la materia prima que inspira sus obras. En Vessels Coste incorpora además un carácter performativo a este impulso de pintar nacido de la desaparición. Al igual que Ana Mendieta hizo en sus Sandwomen (mujeres de arena), Coste utiliza su propio cuerpo para describir las formas de otros cuerpos (acaso el suyo propio), combinando rituales primarios con arqueologías sentimentales.
En Thinking of you (body and soul), estas arqueologías adoptan a la vez que cuerpos la forma de naturalezas muertas, bodegones o still life -nombre dependiente de la tradición o país en la que nos encontremos-. John Berger apuntó en una conferencia impartida en el Museo del Prado en 1999 dedicada a los bodegones de la colección que tal vez el verdadero tema de esas pinturas fuera el infinito de la oscuridad posterior, en la que todo se desvanece; sin embargo, en las obras de Anne-Lise Coste, al igual que en Corinto cuando se agota la llama y todo es oscuridad, queda esa línea cortando el vacío como un cuchillo, separándose del olvido mediante una delgada línea: la del perfil que suplirá la inminente ausencia.
Anne-Lise Coste nació en Marignane, Francia, en 1973. En la actualidad vive y trabaja en Orthoux, Francia.
Entre sus exposiciones recientes se incluyen: Sors le monde, La FabriC, Fondation Salomon Art Contemporain, Annecy, Francia (2019); Ton Crâne, Mon Crâne, Galería Reinhard Hauff, Stuttgart, Alemania, (2018); Entusiasme, El repte i l´obstinació en la Collecció MACBA, MACBA, Barcelona, (2018); Inside Intensity The Anniversary Show, Museum Kurhaus, Kleef, Alemania (2017); Things are getting better all the time…, Helmhaus, Zurich, Suiza (2017); La conquête de l’espace, la chute des feuilles, les neiges éternelles, l’avancée des déserts, la puce électronique, Ellen de Bruijne Projects, Amsterdam, Holanda (2017); ONLY LOVERS, Le Coeur Paris, París, Francia (2015); Blackboard-White page!, Kantonsschule Zürich Nord, Zurich, Suiza (2014); Critical Episodes (1957-2011). Colección MACBA, Caixaforum, Barcelona, España (2013); Laat je haar neer (Let Your Hair Down), Boijmans van Beuningen Museum, Róterdam, Holanda (2013).