El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta Neighbours IV en la colección permanente del museo. Neighbours IV (Vecinos IV) es el título de esta exposición comisariada por Fernando Francés. La muestra, es una selección de trabajos de artistas de proximidad que como en las tres ediciones anteriores, tienen a la ciudad de Málaga como referencia. Está compuesta por 50 obras de 33 artistas diferentes, entre esculturas, pinturas, dibujos y fotografías. Los trabajos pertenecen a la primera década del siglo XXI hasta la actualidad, algunas de ellas adquiridas por el centro recientemente. Nombres conocidos que ya han pasado con anterioridad por las salas del museo con proyectos individuales o en colectivas como Chema Cobo, Simon Zabell, Paloma de la Cruz o Hadaly Villasclaras, comparten espacio con otros que por primera vez expondrán sus obras en el CAC Málaga.
La colección permanente del CAC Málaga expone la faceta más cercana del arte con Neighbours IV. Artistas emergentes de proximidad, junto con nombres relevantes de la escena contemporánea actual, expondrán sus trabajos en esta apuesta renovada por el arte más cercano. Compromiso que desde la inauguración del centro en 2003 se ha mantenido y fortalecido a lo largo de estos quince años con la organización de exposiciones individuales y colectivas.
La colección del CAC Málaga está compuesta por un total de 530 obras desde el 2003. De estas, 318 pertenecen a artistas de proximidad, suponiendo un 60% del total: 194 pertenecen a artistas malagueños (37% del total de la colección, 65 artistas) y 124 obras a artistas del resto de Andalucía (23% del total de la colección, 57 artistas). Se ha revertido en la misma ciudad de Málaga un total de 790.014,61 € entre galerias, adquisición directa a los artistas, empresas, o coleccionistas, entre otros y 153.526,69 € en el resto de Andalucía.
Para el director del Centro de Arte Contemporáneo, Fernando Francés: “La inspiración se desenvuelve en cualquier lugar y desde esta premisa, debemos ser conscientes de la existencia de un movimiento creativo siempre más inmediato de lo que creemos. Así, cercanía o proximidad son conceptos ambiguos que nos permiten pasar los límites geográficos para entrar en fronteras culturales, territoriales, políticas y estéticas. En sintonía, la creación artística no está atada a lugares, ni a generaciones. Neighbours IV aúna un extenso vínculo de estilos y puntos de vista en diversas disciplinas, que van desde la pintura a la escultura, pasando por el dibujo y la fotografía, demostrando la importancia de las diferentes manifestaciones artísticas como conectores entre las personas, todos somos vecinos del mundo”.
Forma parte de Neighbours IV la obra de Ángeles Agrela donde Lucía y sus trenzas (2016) captarán toda la atención, pues aunque su peinado ocupe gran parte del papel, es el verde de su mirada el que intriga y atrapa al espectador. Las obras de Eladio Aguilera se caracterizan por la atención por lo cotidiano donde surgen quejas, protestas y sátiras, que revelan un continuo inconformismo, o incluso cierto escepticismo dolorido, en una conciencia de aislamiento, de soledad y hasta misterio como en S/T (2016) donde un joven parece leer una biblia y una tercera mano irrumpe en la escena. Por otra parte, Ángel Alén exhibirá Estudio de Rubén Guerrero (2017) y Estudio de Manuel León (2017), donde se contraponen en parte orden y desorden. Jesús Algovi fusiona la poesía con la plástica, deconstruye los signos del texto (letras capitales) y éstos son el alimento que conforma la propia obra, como en Democracia (2014). Realiza una obra cargada de contenido, en las que expresa el desasosiego, hace visibles los fantasmas de la sociedad o el íntimo ámbito de las emociones y les da finalmente forma en el objeto.
Los trabajos de Tete Álvarez Proemios, parten de la ausencia en la imagen documental con una serie de fotografías que presentan espacios de poder. En Proemios esa asepsia se traduce en la desaparición del personaje, así se aprecian ruedas de prensa, despachos, teatros vacíos, donde la soledad recalca la quietud de la escena en las ocho obras: Proemios#10 (2016), Proemios#19 (2016), Proemios#22 (2016), Proemios#28 (2016), Proemios#41 (2016), Proemios#53 (2016), Proemios#55 (2016) y Proemios#56 (2016). Por otro lado, las abstracciones planimétricas de color de Fernando Clemente que flirtean con la espacialidad a través de sombras y veladuras, y la necesidad de retornar al ideal de percepción, surge S/T sobre la imagen vuelta 2 (2015) que es o pretende ser una vuelta a la imagen. También forma parte de la muestra una obra de Chema Cobo, que ya expuso de forma individual en el centro, para quien “el marco o el borde del cuadro no es el límite, es el punto de partida”, pues las obras adquieren un sentido de continuidad con el propio espacio expositivo, baste como ejemplo Out of the Blue IX (2011).
Paloma de la Cruz realiza una subjetivación y erotización de la arquitectura, que implica una vinculación con lo privado e íntimo del baño. Por eso alicata los inodoros como una segunda piel y trabaja con el esmaltado que hace referencia a la lencería y el encaje que es algo que entre-cubre la piel pero que al mismo tiempo deja entreverla como en Suspender belt (2016). Para Eduardo D´Acosta el arte se difunde como concepto abstracto mediante las representaciones y copias didácticas de las obras originales. Le llama la atención la cosificación de las obras de arte, cómo las copias de David(es) de Miguel Ángel que decoran jardines de grandes mansiones tienen una especie de caché y eso lo plasma en sus fotografías Copia David. Tienda de decoración (2015) y Copia Hermes. Clase de dibujo (2015). Por otra parte, el espacio artístico como ámbito de pensamiento, es la clave en la obra de María Ángeles Díaz Barbado. Su producción artística se desarrolla en el ámbito de la pintura y la fotografía y gira en torno a la construcción de lugares en los que la naturaleza y lo arquitectónico adquieren una dimensión simbólica que alude a conceptos tales como lo bello, lo imposible o lo inquietante Sin título I (2014).
Gonzalo Fuentes en New perspective corner (2016) lleva al espectador a una espacialidad ambigua, en la que poder adentrarse aunque no sin cierto misterio y extrañeza. Recrea un mundo paralelo, donde aislarse y reflexionar acerca del nuestro. Por otra parte, Marta Galindo emplea recursos literarios y cinematográficos con el fin de crear una pintura figurativa de carácter narrativo sin necesidad de un argumento específico. La tensión temática a la que somete cada una de sus imágenes Chapter X (2015), Fire danger (2016) y I’m watching you (2015) buscan el suspense evitando mostrar el tema o acción principal que debiera estar aconteciendo. También forma parte de la muestra Norberto Gil, quien se inspira en Le Cabanon de Le Corbusier, simplificando y limpiando elementos, para crear Le Cabanon (2017) donde todo es lineal, arquitectura, y abstracción.
Jorge Hernández pinta historias íntimas repletas de extrapolaciones, desenfoques, planos cinematográficos y alteraciones métricas que resultan sorprendentes pero, al mismo tiempo, sugerentes y atractivas, como en La proposición (2017). La fotografía de Miguel de Moreno (2014) juega con la blusa que creó y popularizó Miguel de Molina, pero confeccionada con telas wax africanas, la pose característica del actor y cantante malagueño y la cara y la piel de un inmigrante camerunés. Sincretismo estético y cultural entre las tradiciones artísticas europeas y la cultura y estilo africano en la obra de Javier Hirschfeld Moreno. Por otra parte, Manuel León muestra caras de angustia ante una Venus cotidiana en Vuelven los problemas del siglo pasado (2016), como una reformulación de la iconografía del tema bíblico de Susana y los viejos.
En la obra de Rogelio López Cuenca se presenta un proceso de “disneyficación”. Para el artista, existe un sometimiento a los estándares de este tipo de entretenimiento que marca ciertas exigencias, como por ejemplo la banalización de la propia “experiencia” cultural, como plasma en Eurodisney (1993). La pintura Atelier de Moulage (2014) de Gloria Martín no trata tan sólo de lo visible, sino que cuestiona en todo momento binomios que parten de la realidad y de la pintura misma, como: lleno-vacío, interior-exterior, realidad-representación. También tratan de binomios los lienzos de Federico Miró, pues se caracterizan por el uso de una técnica pictórica personal que permite transmitir una doble lectura. Por un lado, la utilización del juego de contrarios (natural-artificial); por otro, el uso de la línea recta permite crear un entramado que genera la imagen de telar o tapiz, como ocurre en Sin título (Serie tras las apariencias) (2015).
Sense of Place #51 (2016) y Sense of Place #25 (2016) es el resultado de la labor de la mirada de Blanca Montalvo como coleccionista. Es una forma de arte elaborada de una manera habitual, como ocurre con los álbumes de fotos o las colecciones de souvenirs que responden, únicamente, al interés y al valor que cada uno le otorgue. Por otro lado, el collage de Marc Montijano, Reliquia de metamorfosis I-XII (2017) trata de reflexiones sobre distintos aspectos de la relación del ser humano y la sociedad actual, el hombre embrutecido y la necesidad de cambio, de evolución, de metamorfosis, en diferentes acciones que realizó en el CAC Málaga. Le interesa lo que guardamos en nuestro interior, lo sutil y lo oculto, los recovecos del hombre, generalmente pretende señalar el lado oscuro de la sociedad.
La pintura de Ramón David Morales es fresca, vital y llena de jovialidad. Se conjugan en ella objetos cotidianos con paisaje y naturaleza en un plasma colorista que juega con el espacio y la perspectiva, creando imágenes muchas veces de carácter onírico, como en Pozo santo (2015). Por otra parte, MP y MP Rosado mantienen variaciones complejas en el espacio privado, entre la intimidad y el silencio; además analizan en el espacio público la apariencia de una persona y las vistas en la calle y sus respectivos juegos de luces y sombras: Los Sujetos (2016), Sujeto #1 (2017) y Sujeto #2 (2017). El trabajo pictórico de Miguel Núñez se basa en la contemplación del entorno, prestando especial atención a lo cotidiano e insignificante, experimenta e hilvana lentamente múltiples lenguajes pictóricos, entendiendo la pintura como la obtención dinámica de soluciones que acaban configurando un itinerario creativo como en S/T (2016).
En Hojarasca 7 (2014) Ángel Pantoja llega al planteamiento del fin de la especie humana a través de naturalezas muertas. El esqueleto de un perro ahorcado que cobija ahora un panal, en una tierra devastada, apocalíptica, donde no obstante aún vuelan las abejas y se aprecian varias pelotas de golf e hierva, dando esperanza. En la obra monumental de Francisco Peinado, Helicóptero (2008) un cielo hecho de muchos cielos, evoca distintas épocas y momentos: azules, celestes, grisáceos, violáceos muestran un pesado helicóptero. Jose Miguel Pereñíguez presenta Carta de color (visible e invisible) (2015) una alusión al libro sobre las auras del teósofo inglés Charles Leadbeater, quien creó una carta de colores donde estos se relacionaban con su referente anímico: los tonos rojos aludían a las emociones fuertes como los celos, los azules a posiciones más espirituales, entre otros. En Las flores (1992) de Ignacio del Río un fotomontaje en blanco y negro de cinco flores a primera vista; un engaño, pues el espectador deberá observar la obra de manera exhaustiva para poder descifrar el juego visual del artista y saber qué es lo que realmente se ha fotografiado.
Para Juan Manuel Rodríguez el misterio es algo innegablemente necesario, intenta no desvelar toda la información, aunque el espectador crea entender la imagen, debido a la ilusión a una realidad verosímil, tras tratar de adivinar más en los pequeños detalles, su intento se ve frustrado como en las dos obras S/t (2016). Por otra parte, Huile de poison. Sofá II (2016) es una investigación pictórica con la que José Luis Valverde afronta un reto muy arriesgado, donde se presenta una penumbra continua que apenas permite vislumbrar lo representado. Óleo negro pero con matices y texturas que logran dar cuerpo y consistencia a las imágenes representadas.
Mónica Vázquez Ayala se centra en la fotografía con una visión intima y personal que reinterpreta retratos, desnudos o las relaciones humanas como se aprecia en El sueño de Rousseau (2016) reescribiendo la escenografía de Henri Rousseau, donde una figura femenina desnuda es bañada por el reflejo de la luna en un frondoso jardín, pero en la obra de Vázquez este idílico bosque es un vertedero de basura y desechos. En In Ictu Oculi (2016) y Sic Transit Gloria Mundi (2016) de Hadaly Villasclaras propone una reflexión sobre el cuestionamiento de las imágenes desde la reinvención de la materialidad, convirtiendo al ornamento, un componente que puede parecer de poca importancia, en uno de los aspectos más destacados de la obra.
Sic transit gloria mundi es una locución latina que significa literalmente: “Así pasa la gloria del mundo” y que se utiliza para señalar lo efímero de los triunfos.
La Casa de Hong Kong (2007-2008) de Simon Zabell es un proyecto basado en “La Maison des Rendez-Vous”, una novela de Alain Robbe-Grillet ambientada en un burdel imaginario en Hong Kong. La pintura construye una imagen de la habitación principal, mediante la representación de los elementos descritos y mezclados con fragmentos del propio texto tomados de la novela.
La muestra que ya cuenta con tres ediciones anteriores, se plantea como una renovación de su colección permanente, acercando como en las otras ocasiones el Centro de arte Contemporáneo a los artistas vecinos, es decir los artistas de proximidad, a las propuestas de artistas más internacionales y a todos los visitantes del centro.
Listado de artistas que conforman la exposición: Ángeles Agrela (Úbeda, Jaén 1966); Eladio Aguilera (Los Corrales, Sevilla, 1995); Ángel Alén (Sevilla, 1975); Jesús Algovi (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1968); Tete Álvarez (Cádiz, 1964); Fernando Clemente (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1975); Chema Cobo (Tarifa, 1952); Paloma de la Cruz (Málaga, 1991); Eduardo D´Acosta (Gerena, Sevilla, 1975); María Ángeles Díaz Barbado (Granada, 1969); Gonzalo Fuentes (Málaga, 1991); Marta Galindo (Cádiz, 1993); Norberto Gil (Sevilla, 1975); Jorge Hernández (Huelva, 1973); Javier Hirschfeld (Málaga, 1979); Manuel León (Villanueva del Ariscal, Sevilla, 1977); Rogelio López Cuenca (Nerja, Málaga, 1959); Gloria Martín Montaño (Alcalá de Guadaira, Sevilla, 1980); Federico Miró (Málaga, 1991); Blanca Montalvo (Valencia, 1972, reside en Málaga); Marc Montijano (Barcelona, 1978, reside en Málaga); Ramón David Morales (Sevilla, 1977); MP y MP Rosado (San Fernando, Cádiz, 1971); Miguel Núñez (San Roque, Cádiz, 1991); Ángel Pantoja (Sevilla, 1966); Francisco Peinado (Málaga, 1941); José Miguel Pereñíguez (Sevilla, 1977); Ignacio del Río (Málaga, 1956); Juan Manuel Rodríguez (Málaga, 1979); José Luis Valverde (Málaga, 1987); Mónica Vázquez Ayala (Madrid, 1972 – Reside en Málaga); Hadaly Villasclaras (Málaga, 1989) y Simon Zabell (Málaga, 1970).