Exposición monográfica de este excepcional pintor del siglo XV. Su obra destaca por su técnica extraordinaria y por la originalidad iconográfica.
Bartolomé de Cárdenas, alias el Bermejo (c. 1440 – c. 1501), es uno de los pintores más fascinantes del siglo xv. Nacido en tierras cordobesas, es muy posible que su condición de judeoconverso le encaminara a una vida itinerante que, cuando menos, le llevó a residir en Valencia, Daroca, Zaragoza y, finalmente, Barcelona. Para sortear las limitaciones gremiales de la época, a menudo se asoció con maestros locales mucho menos cualificados. Pese a ello, la orgullosa utilización de su alias, el Bermejo, con el que firmó de manera particular algunas de sus obras más innovadoras, certifica que nos hallamos ante un pintor con una personalidad acusada, probablemente muy consciente y seguro de sus habilidades.
A partir del dominio de la técnica del óleo según la manera de los flamencos, Bermejo supo desarrollar un personal lenguaje de signo realista, especialmente atento a los efectos ilusionistas pero también a la definición de espectaculares gamas cromáticas. Junto a su destreza técnica, sorprende también su capacidad para desarrollar nuevas interpretaciones de todo tipo de temas e iconografías. Su inquietud por seguir explorando nuevos terrenos, especialmente en el ámbito del paisaje y el retrato, le permitió concebir algunas de sus obras más complejas e innovadoras en el último periodo de su trayectoria profesional. Todo ello fue advertido por una serie de selectos comitentes, desde grandes eclesiásticos y nobles hasta distinguidos mercaderes, así como por sus colegas de profesión, que a menudo imitaron sus composiciones.
La exposición, que reúne obra de varios museos del mundo, se presenta primero en el Museo del Prado, del 9 de octubre de 2018 al 27 de enero de 2019.