«Los corazones y mentes perversas sólo consideran a la ciencia como instrumento de destrucción, muerte y lucro personal, mientras que las nobles la consideran instrumentos de amor y bienestar al servicio de la humanidad».
(José Tejada Maury)
El calor no es más que energía en tránsito, la cual se propaga, es decir, pasa de un lugar a otro, por conductibilidad, por convección y por irradiación.
Propiedades del calor
a) Conductibilidad: es la propiedad que tienen los cuerpos de dejar pasar el calor a través de sus moléculas, sin que ellas cambien de posición.
b) Convección: es el fenómeno por el cual las partículas calientes se desplazan, dejando su lugar a otras más densas que son frías; cosa que ocurre en los líquidos y en los gases, cuando se calienta la parte inferior del lugar en que se encuentran.
c) Irradiación: es el fenómeno por el cual el calor se transmite a través del espacio, aunque éste esté vacío; como pasa con el calor que recibimos del sol, que llega a través del espacio intermedio que suponemos vacío. La velocidad de este calor, llamado radiante, es de 300.000 kilómetros por segundo, como la luz.
Algunas leyes de la irradiación
Estudiando el modo de ser de los cuerpos calientes, se puede advertir lo siguiente:
- Un cuerpo caliente comienza a irradiar calor desde mucho antes de ponerse luminoso o incandescente.
- Los cuerpos oscuros absorben, en general, más calor que los cuerpos claros.
- Todos los cuerpos que absorben con facilidad el calor radiante, también lo irradian con gran facilidad cuando se calientan, esta ley de irradiación es importantísima para que nosotros podamos comprender por qué los actuales diseños arquitectónicos no se ajustan dentro de las construcciones de la arquitectura bioclimática, sobre todo para zonas intertropicales, ya que no se respetan las normas ambientales, pues se diseñan viviendas y edificaciones del tipo trampas de calor, como tampoco se respetan las normas urbanísticas que exigen 14 metros cuadrados de zona verde por cada metro cuadrado de construcción.
Siempre debemos tener presente de que el calor es una energía en tránsito.
¿De dónde proviene la palabra invernadero?
La palabra invernadero proviene de invernáculo, que significa protegerse del frío, pasar el invierno. El concepto dado por la Mitociencia es incoherente, este concepto sólo tendría validez en zonas de clima frío y naturalmente no se da, ya que los invernaderos son dispositivos artificiales que se usan para proteger cultivos de plantas, como por ejemplo los que se construyen en la sabana de Bogotá (Colombia), para evitar que el frío dañe los cultivos.
Así que invernadero no significa incrementar el calor, ni retener el calor, sino protegerse del frío, pasar el invierno.
Cuando analizamos la forma en que el calor se propaga a través de la atmósfera la cual se hace por convección, el concepto de efecto invernadero impuesto por los «científicos contemporáneos» pierde su vigencia, es decir, es una necedad seguir empleando esa terminología en el campo de la ciencia, pues, en la atmósfera ningún gas puede atrapar o retener el calor. En este aspecto, la Mitociencia confunde una propiedad que tienen los cuerpos de dejar pasar el calor a través de sus moléculas, sin que ellas cambien de posición (conductores: plata, cobre), con un fenómeno mediante el cual las partículas calientes se desplazan, dejando en su lugar a otras más densas y frías; cosa que ocurre en los líquidos y en los gases, cuando se calienta la parte inferior del lugar en que se encuentran.
Según lo anotado en el párrafo anterior, comprendemos el error gravísimo, o la mentira atroz de la Mitociencia, al tratar de confundir o malinterpretar la forma cómo se propaga el calor en la atmósfera, es decir pretenden imponernos el concepto o la idea de que el calor en la atmósfera se propaga por conductibilidad y no por convección. Con base en esta mentira han diseñado una estrategia mentirosa como es el cambio climático, lo cual es imposible que suceda, debido a la posición astronómica de nuestro planeta, pues, para que haya un cambio climático, se requiere primero que todo, que el planeta tierra varíe el ángulo de su inclinación actual (23,5), a uno de 90 grados con respecto a la horizontal, para hacer que desaparezcan las estaciones. Paso seguido, invertir su rotación, corriendo el riesgo de que todo lo que se encuentra sobre su superficie salga expulsado, para variar el movimiento de la atmósfera tanto horizontales (brisas) como las verticales (corrientes de aire).
La Mitociencia, ajustando sus intereses a las transnacionales, ha distorsionado el conocimiento. En el planeta Tierra sólo hay un lugar en el que se producen cambios bruscos de temperatura (que no son cambios climáticos), y sucede en Verjoyansk, en Siberia, en donde de 15 grados centígrados de temperatura en el mes de julio se desciende en enero hasta 70 grados. El lugar más caliente del planeta es el Valle de la Muerte, en Estados Unidos de Norteamérica, en donde se han sentido calores hasta de 54 grados centígrados, y el más frío es Oimekon (Rusia) en donde se han sentido fríos hasta de 73 grados bajo cero.
El aire más frío que se mueve horizontalmente desde el área de alta presión, hacia el de baja presión, es el viento, el aire caliente se eleva y el aire más frío y denso tiende a descender, llenando el vacío, formándose una corriente aérea que va del área de alta presión o capa de aire frío al de baja presión (convección). Por eso todos los tratados internacionales, como son el Protocolo de Montreal, Protocolo de Kioto, Panel de Cambio climático, cumbres de Medio ambiente como la de Copenhague carecen de contenido ético y científico y las futuras cumbres también carecerán si no se ajustan dentro del contexto de la ciencia.
Por consiguiente, el término efecto invernadero impuesto por la Mitociencia, no tiene aplicación científica alguna, y la protección del medio ambiente es un problema que debe resolver cada país de acuerdo a su crecimiento compatible, de acuerdo a sus normas éticas y no impuesta mediante acuerdos y tratados mentirosos y anticientíficos, con la muletilla académica y depredadora de «crecimiento sostenido».
Por el contrario, con un crecimiento y desarrollo compatible con los intereses generales de la población, compatible con el medio ambiente y los ecosistemas locales y extraterritoriales para que no se afecten las regiones que estén por fuera de la zona o área d injerencia. El crecimiento y desarrollo compatible sí es garantía para las futuras generaciones, ya que es solidario, colectivo, no impuesto sino consultado a nivel general.
El grave dilema conceptual e interpretativo que desfasa al concepto de efecto invernadero
Es prácticamente un infortunio, visto desde el punto de vista científico y orientado en la perspectiva académica, que la ciencia contemporánea en su afán de pretender aplicar sus engendros y malformaciones académicas ignorase algo tan esencial como es el concepto de caloría.
La cantidad de calor recibida por el planeta Tierra se mide y expresa en calorías gramo por centímetro cuadrado de superficie y cuando definimos el concepto de calorías hacemos referencia a la cantidad de calor (energía en tránsito) que se requiere para elevar un gramo de agua a un grado de temperatura. El compuesto molecular que interviene expresa claramente que se trata de agua exclusivamente y no de ningún otro compuesto molecular, es decir, el concepto de calorías no involucra gas carbónico, metano u otro compuesto.
Es un exabrupto académico y un falso dogma haber pretendido hacer referencia al concepto de «efecto invernadero», desconociendo los conceptos y principios científicos ya establecidos y tomados como referencia.
Una aclaración final: acerca de la Mitociencia
Mitociencia: expresión y definición introducida por José Tejada Maury en publicación el 8 de septiembre de 2010. Refiere el fraude académico impuesto como dogma, constituida por una literatura científica falseada y al servicio del gran capital. Más que todo busca limitar la capacidad del pensamiento para que las personas no piensen por sí mismas. El principal objetivo de la Mitociencia es embrutecer e idiotizar a nuestra sociedad para que produzca profesionales y jóvenes con mentalidad infantil, para que no objete, analice o reflexione, todo se le impone con figuras, videos, monólogos mimetizados de seminarios, los cuales siempre tienden a llevar a la venta de algún producto comercial y que a la postre sólo nos preocupemos por las cosas insignificantes, como la farándula, la politiquería, el deporte y la guerra y no se produzcan jóvenes con mentalidad innovadora, creativa y productiva.
La Mitociencia busca destruir los valores, degradar al ser humano, convierten a las instituciones educativas, sean básica elemental, secundaria o de nivel superior en templos de la idolatría de figuras resaltadas por cualquier hecho fruslero para endiosarlo cuando es de su organización, además convierte a la ciencia en un problema de fe y en escenario de novela romántica mostrando supuestas evidencias que escapan a todo juicio de razón, con falsas estadísticas para no explicar el cómo ni los porqués , evadiendo el análisis epistemológico para justificar la objetividad dentro de un estudio.
La Mitociencia impone la idea que el conocimiento se respalda con títulos o cartones colgados en una pared y como requisito sine qua non. Además discrimina a todo aquel que no se ciña a sus fraudes académicos, trampas y engaños con los cuales manipulan a la humanidad.
Se atribuye como privilegio el origen del conocimiento y lo encaja dentro de las élites privilegiadas.
La Mitociencia orienta y difunde el oscurantismo, a fin de buscar una polarización intelectual del mundo académico hacia sus intereses y de publicar en revistas «indexadas» trabajos que nadie se atreve a cuestionar por catalogarlos como verdad universal, falsos estudios respaldados en estadísticas acomodadas, que no justifican con elementos de juicio las circunstancias, hechos y eventos que rodean a los sucesos materia a tratar.
La principal característica de la Mitociencia es la indiferencia hacia todo lo que se contraponga a sus intereses, no permiten que los medios de información difundan la verdad o el conocimiento ajustado a la dialéctica universal, todo lo llevan a debates insustanciales, vigilan a través de sus más discretos colaboradores e informantes cualquier actividad para distorsionarla y sacarle beneficio o utilizar los medios de los cuales ejercen poderosa influencia para plagiar, copiar y resaltarlo como de su autoría.
La Mitociencia difunde el egoísmo y la mezquindad, se arroga el monopolio de la tenencia del conocimiento, lo que esté por fuera de sus intereses es tratado con indiferencia y sólo acuden a la agresión verbal, a la indiferencia o responden con la muletilla disonante confeccionada hace más de dos siglos: «charlatanería».
La Mitociencia fomenta la mediocridad intelectual, la copialina, el robo de propiedad y de autoría intelectual, el celo profesional, todo ello para que prevalezca el oscurantismo, porque la verdad se constituye una amenaza para su régimen.