Jaume Plensa (Barcelona, 1955) es un artista de materiales, sensaciones e ideas. Sus referencias abarcan la literatura ―en especial la poesía―, la música, la religión y el pensamiento. Él se considera, ante todo, escultor, aunque su proceso creativo ha transitado por múltiples disciplinas. Sus obras apelan a la condición misma del ser: su esencia física y espiritual, la conciencia de sí mismo y de su pasado, sus códigos morales y dogmas y su relación con la naturaleza. Lo que no podemos explicar es, precisamente, lo que nos explica como personas. Su objetivo no es construir objetos, sino desarrollar relaciones e incluirnos a todos en ellas.
La exposición del MACBA contará con obras desde la década de 1980 hasta las más actuales, en un recorrido que muestra el diálogo que se produce entre las obras que representan la figura humana y las obras abstractas. Esta tensión es el hilo conductor que atraviesa el conjunto de su trabajo, un corpus que pone de relieve la fuerza de binomios como ligero/compacto, luz/oscuridad, silencio/sonido, espíritu/materia y vida/muerte.
La exposición individual de Jaume Plensa en el MACBA plantea un amplio recorrido por el trabajo de uno de los escultores catalanes con mayor proyección internacional. Galardonado con el Premi Nacional d’Arts Plàstiques de la Generalitat (1997), el Premio Velázquez de Artes Plásticas del Ministerio de Educación y Cultura (2013) y el Premi Ciutat de Barcelona (2015), entre otros, es reconocido mundialmente por su obra pública en ciudades como Chicago, Londres, Montreal, Niza, Tokio, Toronto o Vancouver.
Veintidós años después de su última exposición en un museo de Barcelona (Fundació Joan Miró, 1996), la obra de Plensa volverá a verse en un museo de la ciudad. En paralelo, el Museo Reina Sofía de Madrid presentará un nuevo proyecto del artista en el Palacio de Cristal durante las mismas fechas.