“La obra de Alexander Calder sitúa el acto estético en el encuentro, en un juego mental sin límites ni guiones, pleno de colaboraciones en desarrollo, especulaciones y expectativas. La obra no es un producto sino un evento, un momento de la vida misma haciéndose…” escribe la curadora Sandra Antelo Suárez, en su introducción.
Nada más apropiado que denominar este proyecto como Teatro de Encuentros, dada la suma de acontecimientos a lo largo de casi dos años que hoy se concentran en las salas de Proa, para presentar públicamente las obras de Alexander Calder, el presente catálogo y un sólido programa de actividades públicas.
En la historia de nuestra Fundación, cada temporada nos ocupamos de mostrar aquellos hitos que la historia del arte de la centuria pasada consagró, tal como hicimos con el Futurismo, con Marcel Duchamp, con Malevich y tantos otros en únicas y extraordinarias exhibiciones para la mirada, el estudio y la comprensión de los movimientos más destacados y el vínculo de estos con nuestros artistas.
Alexander Calder era una de las figuras pendientes por ser un creador revolucionario respecto de la escultura tradicional, porque une el arte con la ingeniería e inaugura un espacio donde el movimiento azaroso es parte constitutiva de la obra, porque integra al espectador en ese territorio plástico y porque su creatividad alcanza zonas imperceptibles, desde el teatro, la música contemporánea y el diseño hasta el espacio público.
La primera y única exhibición de sus obras fue en 1971 en el Museo Nacional de Bellas Artes, integrada por piezas pertenecientes a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Quienes tuvieron la oportuniad de verla, recuerdan el fuerte impacto que provocó en el medio local y latinoamericano, dado que la muestra fue itinerando por varios países.
Teatro de Encuentros dista 47 años de aquel momento y mucho se ha investigado y estudiado acerca de Calder, dado que es un artista que, al ser creador y partícipe de grandes rupturas, su obra se convierte en un continuo devenir. Estos dos años fueron de mucho trabajo junto con la curadora y la Calder Foundation desde que acordamos efectivamente presentar las obras en Proa. Como todo proyecto, transitó por contundentes etapas de diálogo, lecturas, desarrollo de textos, proyectos y diseños, así como la comprensión específica de nuestro entorno, dado que Teatro de Encuentros solo es exhibida en Buenos Aires desde el 8 de septiembre de 2018 hasta el 13 de enero de 2019.
Sandra Antelo-Suárez seleccionó obras que dan cuenta de la amplitud de la propuesta creativa del artista, recuperando la idea de teatro y de escena con el registro de dibujos, piezas y videos del famoso Cirque Calder que el artista crea, relata y diseña como un demiurgo de su propia obra. Estamos en la década de 1930, en París, cuna de las vanguardias históricas.
Sobre una sutil línea de tiempo llegamos a los momentos preliminares de la invención del móvil –término dado por su amigo Marcel Duchamp– y en una pieza fundacional oímos la música que compone una pelotita moviéndose, en un desplazamiento lento y azaroso; estamos ante la presencia de Small Sphere and Heavy Sphere (1932/1933). Las obras de Calder se alejan de la escultura como mera representación y dan lugar a una obra autónoma, como señaló Jean-Paul Sartre: “Calder no sugiere nada: atrapa auténticos movimientos vivos y les da forma. Sus móviles no significan nada, no nos remiten a nada que no sean ellos mismos: son, eso es todo. Son absolutos”.
Según escribe Arnauld Pierre: “La invención de móviles confirmará, de manera más fuerte, esta tendencia: si el movimiento constituye la esencia y la condición del espectáculo, entonces el móvil, que integra tanto las causas como las manifestaciones, es espectacular en sí mismo y aún, por así decirlo, a pesar de sí mismo. Se ofrece, no para representar algo, sino para ser representación en sí misma: el móvil, para retomar un término forjado por Fernand Léger y que hubiéramos creído inventado por Calder, es sin duda el ‘objeto-espectáculo’ por excelencia”.
Las piezas dibujan el espacio, cada mirada crea una nueva forma que, en diálogo con sus sombras, fascinan en su lento desplazamiento. Las obras de los setenta, muestran la etapa en que el artista participa activamente de la escena de la New York School, junto con John Cage, Marta Graham y Earl Brown, y compone objetos, escenografías, joyas, piezas en miniatura y algunos de sus personajes monumentales culminan la exhibición extasiando al visitante.
Teatro de Encuentros es organizado por Fundación Proa en colaboración con Calder Foundation. Los equipos de trabajo de ambas instituciones lograron efectivizar el proyecto. El apoyo de Alexander S. C. Rower fue decisivo y la riqueza conceptual de la curadora Sandra Antelo Suárez logró una única y distinguida exhibición, con piezas históricas de un valor incalculable.
La decisión de producir esta publicación que reúne las palabras del artista y un conjunto de textos históricos y contemporáneos, convierte a la edición en un libro de estudio obligado sobre la vida y obra de Calder en español.
La Embajada de los Estados Unidos de América en la Argentina colaboró para cuidar y resguardar las obras que enriquecen el patrimonio artístico de su país, junto con United Airlines, el transportador oficial.
La Organización Techint, a través de sus empresas, Tecpetrol, Tenaris y Ternium está presente en estos dos años, apoyando el evento desde el exterior y desde aquí con requerido asesoramiento.
Fundación Proa agradece a los equipos de trabajo de ambas fundaciones y a nuestros colaboradores y auspiciantes, y pone a disposición una de las más significativas exhibiciones de Alexander Calder construidas en los últimos tiempos.