Todos sabemos que el alzhéimer es una enfermedad cerebral que causa que las personas que lo padecen vayan perdiendo la memoria. Incluso bromeamos cuando tenemos algún olvido y hacemos referencia a este padecimiento.
Pero el alzhéimer va mucho más allá de los olvidos. Sin temor a equivocarme es una de las enfermedades más dolorosas emocionalmente hablando. Primero para el paciente, al saber que poco a poco irá perdiendo todo lo que fueron sus recuerdos, su independencia y su vida en general. Y doloroso también para su familia y amigos más cercanos al ver a su ser querido apagarse poco a poco y que con el tiempo se vaya olvidando de ellos y los lazos que los unen y de todo lo vivido.
¿Qué es el alzhéimer?
El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, ya que consiste en la muerte gradual de determinadas neuronas de la corteza cerebral y cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes del cerebro. También se ha estudiado que hay una pérdida gradual de una sustancia llamada acetilcona, un neurotransmisor que permite comunicarse a ciertas células nerviosas entre ellas.
Esta enfermedad se presenta principalmente en personas mayores de 65 años, por lo que siempre la asociamos como una enfermedad geriátrica, pero también hay casos de alzhéimer prematuro y puede presentarse en personas menores de 40 años, pero son casos más raros y la mayoría de estos casos se deba a causas genéticas.
Desafortunadamente el alzhéimer es una enfermedad que no tiene cura, sin embargo existen algunos medicamentos que pueden ayudar a retrasar un poco la progresión de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
Es normal que a todos se nos olviden cosas de vez en cuando, como fechas, nombres, etc., pero normalmente solemos recordarlo más tarde. En el caso del alzhéimer no pasa así: si bien los primeros síntomas comienzan de una forma sutil como algunos olvidos (sobre todo los recuerdos más recientes) y confusiones leves, es una enfermedad progresiva, así que los síntomas poco a poco van en aumento.
Desde que aparecen los primeros síntomas hasta una forma más avanzada de la enfermedad pueden pasar de 5 años hasta incluso 20, todo depende de cada persona, ya que cada caso es muy diferente, así que no se puede predecir la velocidad en la que la enfermedad irá avanzando.
Conforme pasa el tiempo, los pacientes con alzhéimer pueden empezar a olvidar a personas muy queridas y cercanas, perderse en lugares que conocen perfectamente, no pueden participar de una conversación de forma normal, ya que les cuesta trabajo organizar sus pensamientos y encontrar las palabras adecuadas para expresarse, etc. Va pasando el tiempo y les es muy difícil realizar sus actividades cotidianas, lo que antes era parte de su rutina, se convierte en todo un desafío.
Todos estos cambios son difíciles de asimilar para quien lo padece, el percatarse de los cambios que está teniendo y saber que estos irán avanzando pueden provocarle una fuerte depresión, sobre todo al principio del diagnóstico, además de cambios de humor y retraimiento social.
En la etapa avanzada de la enfermedad el paciente necesitará del apoyo de su familia y gente cercana para sobrevivir. Necesitan apoyo para comer, asearse, caminar y comunicarse.
Sin duda debe ser muy difícil y doloroso para todo el entorno cercano ver a alguien tan querido desgastarse de esa forma. Los pacientes pueden requerir atención y cuidados las 24 horas del día, ya que pierden la noción del tiempo y de sus actos, por lo que necesitan apoyo todo el tiempo y puede ser agotador para quien los cuida. Así que se requiere de mucha paciencia, amor y fortaleza para hacerlo.