Los artistas presentes en la muestra son: Ignasi Aballí, Vito Acconci, Maja Bajevic, Marcel Broodthaers, Anne-Lise Coste, Esther Ferrer, Peter Friedl, Richard Hamilton, Emanuel Licha, Gordon Matta-Clark, Cildo Meireles, Younès Rahmoun, Tere Recarens, Àngels Ribé, Dieter Roth, Mireia Sallarès y Zush.
Entusiasmo. Reto y obstinación en la Colección MACBA es un proyecto que aborda la contemporaneidad desde una perspectiva optimista, persistente y apasionada. Un concepto directo que, en lugar de situar las obras en un determinado ámbito temático o cronológico, se erige como un todo específico; es decir, un modo particular de entender la práctica artística que reivindica la intensidad anímica del trabajo en arte.
En términos generales, el «entusiasmo» se entiende como un proceso subjetivo de exaltación del ánimo, en el que la pasión y el fervor actúan como detonante emocional de lo que se quiere conseguir ―ya sea discreto o ambicioso, íntimo o público. Mediante un análisis plural del concepto, el proyecto revisa la colección del MACBA con el objetivo de escenificar y contrastar una serie de comportamientos y actitudes sensibles a esa excitación. Una posición firme y obstinada que se aleja de actitudes ingenuas o simplemente alegres y apuesta por cuestiones de confianza, resistencia y furor a varios niveles. La exposición propone un ejercicio de activación de las obras en el que se entrecruzan distintas causas y desafíos, lo que da lugar a una selección de retos singulares que, situados en el ámbito del arte contemporáneo, transitan entre las obsesiones individuales y los compromisos de orden estético, social o político.
Siguiendo estas premisas, Entusiasmo. Reto y obstinación en la Colección MACBA propone cinco aproximaciones posibles basadas en el acto entusiasta: la construcción cosmogónica, la potencia creativa de la vida cotidiana, la carga performativa del cuerpo, el activismo de carácter social y la puesta en crisis de la propia noción de arte. De este modo, la voluntad de artistas como Zush, Anne-Lise Coste o Younès Rahmoun de construir un mundo propio a través de vivencias, fantasías o creencias; la repetición de gestos simples y cotidianos de Esther Ferrer, Ignasi Aballí, Dieter Roth, Richard Hamilton o Tere Recarens; la performatividad de Vito Acconci o Àngels Ribé; la acción inconformista de Maja Bajevic, Emanuel Licha, Mireia Sallarès, Cildo Meireles o Gordon Matta-Clark y, finalmente, la crítica al propio sistema del arte de figuras como Marcel Broodthaers o Peter Friedl sugieren una secuencia narrativa en la que el entusiasmo denota una posición ideológica fuerte ante el fenómeno artístico: aquella que, al fin y al cabo, concibe el arte como un acto de fe capaz de lograr lo que se propone, ya sea cambiar el mundo o simplemente cuestionarse a sí mismo.
Entusiasmo recibe la herencia conceptual de dos proyectos centrados en este concepto y realizados en Barcelona a mediados de la primera década del siglo XXI. Por un lado, el proyecto Fe y entusiasmo (2004), del artista Antonio Ortega: una exposición procesual centrada en la noción de éxito y organizada en el Espai 13 de la Fundació Joan Miró, que consistía en el intento de reunir fondos para construir una figura de cera de Yola Berrocal, máximo ejemplo del entusiasmo según el artista. Por otro lado, la exposición Entusiasmo presentada en la Fundació Antoni Tàpies en 2005: un archivo de películas vinculadas al movimiento polaco de cine amateur entre 1950 y 1980, recopilado por los artistas Neil Cummings y Marysia Lewandowska. Ambas propuestas incorporaban un impulso liberador surgido de la pasión. Y es ahí, en el reto más visceral que racional, más apasionado que estratégico, donde reside la intensidad de esta revisión de la Colección MACBA. Pese a marcarse objetivos muy diferentes, y hacerlo mediante registros de presentación dispares, todos los artistas de la exposición comparten un mismo gesto: decir con contundencia.
Siguiendo un efecto de contagio y complicidad, los tres conceptos que sustentan la muestra ―entusiasmo, reto y obstinación– se expanden también hacia todos los agentes y estructuras que intervienen en el proyecto: la posición curatorial, la configuración de la Colección MACBA, la voluntad divulgativa del Programa d’Arts Visuals de la Diputación de Barcelona y, en el mejor de los casos, la interrelación con las personas y los colectivos que visitarán la exposición.