Conocer la Toscana ha estado en mi bucket list por años, tantos que no recuerdo el momento exacto en que empecé a desearlo. Finalmente hace unos meses pude cumplir ese sueño, además de incluir también Roma en ese viaje.
Empecé a planearlo muchos meses antes, en teoría haría el viaje sola, por lo que decidí aprender italiano y así poder comunicarme mejor, pedí referencias a muchos amigos que ya habían ido a esas ciudades, e incluso a mis padres para saber a dónde llegar y qué lugares visitar.
Unos meses antes del viaje, una de mis mejores amigas decidió que haría el viaje conmigo y eso hizo de la experiencia 100 veces mejor. Antes he viajado sola, y no les voy a mentir, tiene su magia, lo hice en Londres y me encantó la experiencia, pero definitivamente viajar con otra persona o con varias, cambia la experiencia totalmente.
Estaríamos una semana entera en Italia, nuestro primer destino: la Toscana. Llegamos a Pisa, estuvimos ahí por un par de horas y entonces viajamos a Florencia, donde estuvimos 4 días. Tal como cuando viajé a Milán, teníamos casi todo agendado y comprado con antelación, de esa manera evitábamos filas y sabíamos qué tiempo teníamos libre para hacer otras cosas.
Florencia es una ciudad preciosa y llena de arte donde la mires. A mí me hacía especial ilusión poder ir a los museos de los que me habían hablado mis padres y ver los paisajes de los que tanto me han hablado. Ninguna de las dos cosas decepciona, tener la oportunidad de ver las pinturas que sólo había visto en fotos y libros de arte fue increíble, y el David de Michelangelo te deja sin palabras.
Una amiga nos hizo un recorrido por algunas calles de Florencia y nos llevó al Mercato di Firenze, que para comer está bastante bien, hay muchas opciones y el ambiente es genial.
De nuevo, conocer las ciudades de la mano de locales te abre los ojos a cosas que no verías guiándote solo de mapas turísticos.
Mi italiano durante este viaje mejoró bastante, y aunque muchas veces nos hablaban en español, yo intentaba comunicarme en italiano para practicar.
Uno de los highlights del viaje fue un tour que tomamos por un día alrededor de la Toscana. Salimos muy temprano desde Florencia hacia San Gimignano, Chianti y Siena, los paisajes, la comida y la gente fue tal y como lo imaginaba. Valió la pena al 100%.
Uno de los últimos lugares que visitamos en Florencia fue el mirador, famoso por su vista panorámica a la ciudad. En el hostal nos habían recomendado ir al atardecer ya que tenía la mejor vista, y yo que soy amante de los atardeceres no podía perdérmelo.
La subida a pie es un poco difícil, nosotras tuvimos que hacer varias paradas antes de llegar al mirador, pero la vista desde ahí lo vale.
En mi próxima publicación les contaré de mi visita a Roma.