En el año 2006, una encuesta a 115 habitantes según la Deutsche Welle, arrojó que la ciudad ideal para vivir de toda Alemania era Bamberg, en la región de Baviera. Su mención como pueblo data del año 902, y de ahí en adelante poco y mucho ha cambiado.La ciudad está intacta Lo que más sorprende es saber que su núcleo histórico no fue bombardeado en la Segunda Guerra Mundial.

Emplazada a orillas del río Regnitz, en Bamberg se identifican tres zonas: -la ciudad de las colinas o Bergstadt, el distrito de las Islas o Inselstadt y el distrito del mercado de los horticultores o Gärtnerstadt -que nunca ha cesado su actividad desde que empezó en la Edad Media, en la parte baja de la ciudad.

Bamberg es una ciudad para disfrutarla en un día, caminando, perdiéndose por sus calles, descubriendo murales, detalles insólitos en sus esquinas, puentes con flores, fachadas de colores suaves. Pero para recorrerla, aquí les muestro los primeros pasos para llegar.

El ICE, el RE, el 901, ZOB: a descubrir la joya

La ciudad más cercana a Bamberg es Núremberg, a unos 35 minutos en ICE, los trenes de alta velocidad; a unos 45 minutos si se deciden por los Regionales, RE. Pueden comprar los billetes con antelación en la aplicación “DB”, la empresa que gestiona los trenes alemanes. En la estación de Núremberg deberán fijarse en la vía y el número de tren y bajarse en la estación de Bamberg.

Una vez que salen de la estación, los vínculos con Google Maps se estrecharán más que nunca así que verán la terminal de autobuses de larga distancia. Busquen la parada 901 Bamberg Bahnhof/Ludwigstraße, en dirección Bamberg Klinikum, sobre la misma avenida Ludwigstraße. Verán más personas así que no tiene pierde.

La parada donde deben bajar es Bamberg ZOB, que quiere decir Zentraler Omnibusbahnhof, que es el punto neurálgico de los autobuses de la ciudad.

El idioma alemán es como el amor: complejo, produce adrenalina, genera dudas, sentimientos encontrados. Despreocúpense: siempre habrá alguien que hable inglés, o alguien que pasó vacaciones en México o Mallorca.

El comienzo: la ciudad entre colinas

El conjunto de la ciudad de Bamberg fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1993. La región fue evangelizada por los monjes de la Orden Benedictina.

Recomiendo subir hacia la Catedral con sus cuatro torres imponentes de estilo arquitectónico románico, en la Domplatz, para luego serpentear y descender a sus puntos más importantes o los que decidan recorrer.

Su fundador, Enrique II de Alemania, rey alemán, del 1002 al 1024, y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, del 1014 al 1024, fue el último del linaje del emperador Otón I y de la dinastía Sajona, y se dedicó a extender fervientemente el cristianismo hacia el este de Europa.

El mismísimo emperador, su esposa Santa Cunegunda y el Papa Clemente II están enterrados en la catedral. Me sorprende el tamaño, los dos atrios enormes, que no cobren entrada y que las pilas de agua bendita estén llenas. Para las y los interesados en el tema religioso es la sede del arzobispo de Bamberg y tiene la consideración de basílica menor desde el 4 de febrero de 1923.

En una de las columnas se encuentra “El jinete de Bamberg”, una estatua ecuestre de piedra, tallada probablemente entre 1225 y 1237, que se trataría de un rey no identificado. Para fantasear con esta historia pueden buscar el libro El caballero de Bamberg de la escritora española María Dolores Aparicio, con una breve sinopsis que resume la obra:

Julie D’Argenson es una periodista que, visitando la catedral de Bamberg se topa con una estatua de un caballero. A los pies de la estatua hay una nota que le llevará a emprender muchas aventuras.

En esta zona también se encuentran la Residencia antigua, Alte Hofhaltung, residencia de los obispos entre el siglo XVI y siglo XVII y la Residencia nueva o Neue Residenz y su RosenGarten, residencia de los obispos después del siglo XVII, que alberga la Biblioteca Estatal de Bamberg.

Muy cerca de aquí tienen para visitar la Vieja Corte, el Museo de Historia y el Museo de las Escenas de Natividad, especialmente importante en las fiestas navideñas. La ciudad, como podrán observar, está llena de iglesias, claustros y todo tipo de construcción ligados al mundo católico romano.

El intermedio, mezcla de ciudades

A mí otros intereses me llevan a descender por la Karolinstraße, para cruzar uno de los varios puentes que alberga esta ciudad y ahí está la vieja Alcaldía, el viejo Ayuntamiento o Altes Rathaus, construido en el siglo XV sobre una isla artificial.

Los poderosos habitantes de Bamberg, en 1386, al no tener la autorización de las autoridades eclesiásticas para construirlo, deciden instalarlo en esta isla artificial sobre el río Regnitz. De un lado, por tanto, queda simbolizado el poder eclesiástico, y del otro el poder civil, burgués y del pueblo.

Toda esta área está llena de grandes palacetes, comercios, edificios imponentes y varios lugares para comer. Es verano y se agradecen siempre las fuentes de agua, lo que me hace recordar a Roma y también el por qué a esta ciudad la conocen como “la Roma Franca”, igual que la italiana, situada entre siete colinas.

Tanto si cruzan el Obere Brücke, (puente Obere), como si cruzan el Untere Brücke podrán empezar el recorrido en la calle Am Leinritt que se conoce como “La pequeña Venecia” o Klein Venedig. Aquí verán casas originales, típicas de los pescadores, con sus imperfecciones del paso de los años, en una ciudad lustrosa, casi perfecta. Los patios bien cuidados, las flores en su máximo esplendor.

A estas alturas del paseo tendrán hambre, os lo aseguro. Como voy en compañía de mi querida amiga de la infancia, nos decantamos por comer en Das Original - Mamma Mia Da Peppe - Pizza en Obere Sandstraße 3, piadinas y pizzas italianas a buen precio y la dueña italiana, muy amable.

Entre charla y charla, divisamos en frente, en el número 4, el Zucker Stuck Café Portugués. Estaremos de acuerdo, o no, en que el pastéis de nata, portugués es una caricia para las tripas. Ahí nos plantamos para decidir qué seguimos recorriendo.

Así, nos vamos directo y todo recto hacia la famosa cervecería Schlenkerla, una taberna histórica de Bamberg, famosa por sus cervezas ahumadas de estilo Aecht Schlenkerla Rauchbier, es decir, hechas a su propia manera. Es una cerveza muy oscura, con 13.5° que te puede llevar a la alegría o echarte una siesta. No la probamos, pero elaboran sus cervezas desde 1405. Gente animada en la puerta es prueba de ello.

La despedida, siempre para volver

Entre calles y esquinas, unas más bonitas que las anteriores, nos encontramos con una librería y anticuario, Messidor, Lugbankstraße 3, donde vemos una réplica de una biblioteca en miniatura. Hay libros de segunda mano, la mayoría en alemán, pero pueden preguntar al dueño. Me decanto por uno para niños, para dar mis primeros pasos en este idioma.

También nos topamos con la célebre tienda de adornos navideños Käthe Wohlfahrt. Esta será una parada obligada para los amantes de la Navidad, adornos de todo tipo, todo hecho a mano, precios acordes a esas manos, por supuesto. Todo muy delicado que me da pavor tropezarme.

Siempre que vuelvo a Alemania suelo visitar alguna calle o memorial que recuerde la vida judía que hubo y que hay en la actualidad. Siento que me voy incompleta, que no veo todo lo que es este país si no lo visito. Esta zona, como ya les he mencionado, es fuertemente católica pero la vida judía estuvo presente desde 1007.

En el mapa de la ciudad, mencionan el emplazamiento donde estuvo la sinagoga principal y un mikveh medieval, el recinto de baño para la purificación de las mujeres. Como representación del judaísmo, en uno de los portales de la catedral, se encuentra una escultura de la sinagoga que lleva un bastón roto y las tablas de la ley.

La sinagoga principal, de las que se pueden encontrar algunas imágenes en Internet, fue inaugurada el 11 de septiembre de 1910. En un artículo de octubre de 1910 de la revista Im Deutschen Reich aparecía una nota que decía:

El 11 de septiembre se inauguró la nueva y magnífica sinagoga en una ceremonia que demostró que en Bamberg la relación entre los fieles de distintas religiones es totalmente serena y admirable. La participación de autoridades religiosas y laicas demostró que, afortunadamente, la semilla del dragón del antisemitismo ha arraigado poco aquí.

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Sólo estuvo en pie hasta 1938, destruida en la terrible Noche de los Cristales Rotos.

Sus ruinas fueron demolidas en diciembre de 1938 y el terreno se limpió en marzo de 1939. En 1965, una piedra esculpida por el artista local Frank Xaver Bauer fue colocada en su emplazamiento original.

Cerca del antiguo ayuntamiento, desde 1986 hay un relieve en memoria de las víctimas de la persecución nacionalsocialista; la inscripción al lado dice:

En memoria de nuestros conciudadanos judíos y de todos, aquellos durante la tiranía nacionalsocialista quienes resistieron, fueron irrespetados, perseguidos y asesinados.

En 1995, la piedra tallada fue integrada a un memorial, obra del escultor Joachim Banau, donde dos placas de cobre paralelas y verticales simbolizan un callejón en cuyo interior cualquier persona puede leer un versículo de las Lamentaciones en alemán y hebreo. Al leerlos, el observador se desplaza simbólicamente en la misma dirección que Jerusalén.

Para finalizar mi visita, y ya que debemos tomar el autobús en el ZOB para volver al tren, damos una vuelta por la Maximiliansplatz. Ahora si siento que me voy completa, que me quedarán calles que no pisé, museos que no visité, pero que me sobran ganas para volver.

Gracias por haber viajado conmigo leyéndome y gracias también a mi querida amiga viajera Cynthia T., siempre dispuesta a mostrarme Alemania.

Datos útiles

Para comer: Das Original - Mamma Mia Da Peppe - Pizza en Obere Sandstraße 3.

Para un café al modo portugués: en en Obere Sandstraße 4.

Para comprar té: en Obere Brücke 14. Como algunas cosas en Alemania, hay polémicas de tanto en tanto. La tienda lleva por nombre Mohren Haus que significa Casa de Moros.