En el mercado nos encontramos todo tipo de marcas. Y todas ellas pretender dar respuesta a una o varias motivaciones de consumo. A la hora de elegir y adquirir un producto de una determinada marca, nos puede motivar si está de moda o no, su precio, la facilidad de su uso, la simpatía hacia la casa fabricante y/o distribuidora, la calidad...
Pero a la hora de decantarnos por una marca genérica en la farmacia sólo respondemos esencialmente a una sola de estas motivaciones: el precio. Como valores secundarios que han sido forjados a lo largo de estos años nos encontramos también con la calidad: los productos genéricos han adquirido la fama de tener una calidad similar a la marca.
Porque un medicamento genérico es el que no está a la venta con un nombre comercial de marca, pero posee una concentración y dosificación idéntica que su equivalente de marca. De esta forma, los medicamentos genéricos producen los mismos efectos que su contraparte comercial, ya que poseen el mismo principio activo.
Cuatro de cada 10 son genéricos
Estos breves datos de presentación nos sirven para presentar los resultados publicados el pasado mes de julio por QuintilesIMS, consultora que trabaja en el campo de la sanidad. En su estudio advierte que algo más del 39% de los medicamentos que adquirimos en la farmacia son de origen genérico.
Unos resultados que, pese a ser positivos, le resultan escasos a los profesionales que trabajan en el sector (farmacéuticas, farmacias y asociaciones de médicos prescriptores). La práctica totalidad de los colectivos relacionados con esta temática consideran que el consumo de este tipo de productos debe de tener un peso específico aún mayor.
La principal repercusión de este hecho está en el bolsillo del consumidor. A la luz de este dato, nos encontramos que cuatro de cada 10 productos médicos que hemos comprado no pertenecen a ninguna marca en concreto. Pero si lo cruzamos con el del gasto en la farmacia, nos encontramos que este tupo de productos nos ha costado sólo uno de cada cinco euros gastados en este tipo de establecimientos.
Los que tienen receta médica, los más vendidos
La principal manera de acceder a los medicamentos expedidos en las farmacias continúa siendo mediante prescripción médica. Esta modalidad ha experimentado un aumento pausado en el mes de junio con respectos a otros meses (un 3,4% en valores y un 0,8 % en volumen, según indica la revista profesional Correo Farmacéutico).
Sin embargo, la prescripción de un fármaco de marca es mayor que la de un genérico con las mismas características. La razón de este aumento puede responder a distintas circunstancias: petición expresa del paciente, confianza depositada en la marca por parte del facultativo, sin obviar la «excelente labor» del visitante médico a la hora de «recomendar» su producto al médico que expide la receta.
En el caso concreto de España, existen grandes diferencias en el consumo de este tipo de productos entre las distintas Comunidades Autónomas. Así, el peso de los fármacos sin marca es casi 14 puntos porcentuales más alto en Castilla y León (44,97%) que en la Región de Murcia (30,95%), según los datos ofrecidos por Diario Médico.
Andalucía (44,02%), Euskadi (43,64%) y Cataluña (43,06%) siguen a la comunidad castellanoleonesa en el consumo de medicamentos genéricos. Mientras, en los últimos puestos de este ranking, la región murciana se encuentra precedida de la Comunidad Valenciana (31,82%), Asturias y Canarias (ambos con 33,33%).
Facturación pobre de medicamentos genéricos
Las diferencias entre genéricos y el total del mercado farmacológico también son ostensibles en lo que se refiere a la facturación. Así, el peso de los genéricos sobre el total del mercado de prescripción razonablemente inferior que su cuota de mercado en unidades vendidas.
Otra publicación, Diario Médico, indica que el mercado de medicamentos de prescripción alcanzó en los 12 últimos meses (junio 2016 – junio 2017) los 15.093 millones de euros, frente a los 14.600 millones de un año antes. El 20,5% de la facturación total del sector farmacéutico (en concreto, 3.084 millones de euros), correspondió a fármacos genéricos.