La presentación de dos obras destacadas de la colección del Museo del Greco (Toledo) Retrato de Antonio de Covarrubias y Leiva y Retrato de Diego de Covarrubias y Leiva, dos óleos de iguales dimensiones (68 x 57 cm) pintados por El Greco hacia 1600 da inicio ahora a este nuevo compromiso con la Obra Invitada que, además, se va a ver reforzado por la organización de conferencias o encuentros con expertos o artistas que va a permitir que el programa profundice en la mediación con el público.
Las obras del Greco se presentan en la sala 7 del museo dedicada al retrato de corte del siglo XVI y principios del XVII, concebido como una representación del poder al servicio de la idea de majestad y de los intereses dinásticos. Los retratos de Felipe II, su hermana doña Juana de Austria y su nieto Felipe Manuel de Saboya forman una secuencia pictórica que abrió Moro en la corte española de los Habsburgo y que continuaron Sánchez Coello y Pantoja de la Cruz, hasta culminar con Velázquez. Buen conocedor de esta tradición, Pourbus la aplica en el retrato de María de Médicis, reina de Francia.
Estos retratos de la colección del museo proporcionan un contexto a los dos del Greco que se presentan ahora como exponentes destacados de la contribución del Greco al retrato civil de la época. Por otra parte, en la sala 8 se presentan dos pinturas del Greco, también de la colección del museo, de tema religioso: San Francisco en oración ante el Crucificado (c.1587-1596)y La Anunciación (c. 1596-1600).