Antes de viajar a Europa para disputar la Vuelta a Asturias, que se correrá del 29 de abril al 1 de mayo, y la edición número 100 del Giro de Italia, del 5 de mayo al 28 del mismo mes, Nairo Quintana dio una conferencia de prensa en la que criticó de manera clara a la Federación Colombiana de Ciclismo. “Una dirigencia que por años no ha presentado balances económicos, una dirigencia que no manda a todos sus deportistas cuando tiene todos los cupos en mundiales, una dirigencia que no acompaña a las ligas al desarrollo de las carreras ni les brinda un apoyo”, dijo el actual campeón de la Vuelta a España.
Desde hace años, Quintana ha manifestado su inconformismo con la dirigencia de la Federación e incluso apoyó a otro candidato durante las elecciones pasadas. Aun así, se mantuvo en el cargo Jorge Ovidio Sánchez, quien desestima todas las críticas alegando que Nairo tiene información errónea.
No es la primera vez que algo dicho por Nairo Quintana genera revuelo, él nunca ha tenido problema en opinar sobre diferentes temas. En 2013, durante el paro nacional agrario que duró casi un mes y que generó grandes problemas en la economía colombiana, Nairo apoyó a los campesinos y le pidió al gobierno de Juan Manuel Santos llegar a un acuerdo justo. "Es muy triste sacar un bulto de papa a una plaza y ponerse uno a llorar de tristeza porque ni siquiera saca (gana) lo de los transportes", dijo en su momento, haciendo referencia a lo costoso que era producir en el campo. Quintana es de familia campesina y ha dicho en varias oportunidades que desde niño debió trabajar para ayudar a sus padres en casa. Actualmente, el corredor del Movistar es embajador del campo colombiano, por designación del Ministerio de Agricultura, y participa en campañas que promueven el consumo nacional.
En 2015 hizo parte de otra campaña gubernamental, en esta ocasión con la Alcaldía de Tunja, capital de Boyacá, departamento de donde es oriundo. Nairo apareció en un comercial en el que apoyaba la equidad de género e invitaba a los hombres boyacenses a colaborar en las tareas domésticas para romper con el machismo que impera por aquellas tierras.
El año pasado, Nairo apoyó el proceso de paz con las FARC: “El día de hoy que el mundo sepa que nuestro país es paz, es deporte”, dijo en Madrid desde lo más alto del podio de la ronda ibérica. Siempre consideró que el acuerdo con esta guerrilla era algo importante y manifestó que lo animaba con lo que se estaba logrando. Cosa que no hizo ningún jugador de la selección colombiana de fútbol, salvo Radamel Falcao García.
Durante la misma rueda de prensa en la que criticó a la Federación, el ciclista pidió a sus compatriotas que no pasaran de la alegría a la rabia si no se daban los resultados esperados esta temporada (ganar Giro y Tour en el mismo año), como ocurrió el año pasado cuando no pudo destronar a Christopher Froome y obtuvo la tercera plaza en la competencia gala.
Quintana puso de ejemplo el trato que muchos colombianos tuvieron con Falcao durante los duros momentos que vivió en la Premier League. Ahora, cuando está logrando su mejor forma y ha logrado marcar 28 goles en 37 partidos, Nairo señala que la gente grita: “¡Ese es El Tigre”. Falcao le respondió: “Contigo Nairo Quintana y con todos los deportistas que nos representan… en las buenas y en las malas”.
Por la misma línea, Nairo habló en un video sobre la controversia generada por las declaraciones de Mariana Pajón, en las que la colombiana bicampeona olímpica de BMX se mostraba en desacuerdo con lo dicho por Quintana en la rueda de prensa: “Nairo que se ponga a pedalear, porque cuando un deportista se mete en la política las cosas no van bien”, dijo ella. El mensaje, que Pajón envió a su papá y era de carácter personal, terminó circulando por los medios luego que la Federación lo hiciera público (el padre de Mariana, Carlos Mario Pajón, trabaja con esta entidad) y produjo una lluvia de críticas sobre la pedalista.
Nairo Quintana respondió que lo dicho por Mariana no era algo malintencionado, que no quería que los pusieran en contra. Además, reafirmó que su punto de vista sobre la Federación no se basan en invenciones o malas asesorías.