En el proyecto RRSS (Redes Sociales) quiero investigar la confluencia de dos fenómenos diferentes. El primero de ellos el de la construcción de la identidad en cuanto a artista.
Con la emergencia de la posmodernidad y después de las transvanguardias, la identidad del artista, la obra, el mundo del arte, etcétera han sido puestas entre unos paréntesis que todavía no se han abierto. En ese sentido, desde los primeros cursos de la Facultad a quienes hemos decidido de alguna manera pertenecer al mundo del arte, se nos inculcan ciertas dudas sobre el qué supone pertenecer al mismo. De alguna manera, nos hacemos artistas sin saber qué es realmente el proceso de devenir uno, sin conocer los caminos que hemos de recorrer. Sin embargo, paralelamente, se nos enseña que hemos de proyectar una imagen más o menos determinada de nosotros mismos a los otros agentes del mundo del arte, bien sean galeristas, museos, prensa, otros artistas, etcétera. Sí es cierto que en los años de formación, a parte de cuestiones referidas a tu trabajo, adquieres unos conocimientos que en principio han de ayudarte a la hora de “vender tu trabajo”, publicitar tu obra, etc.
Esto es algo que además se identifica una vez dejada atrás la universidad y cuando comienzas tu trayectoria artística. En conversaciones con otros artistas, con galeristas, en residencias en centros de arte, hay siempre una conversación presente: cómo publicitarse, cómo emerger, cómo hacer que sepan de ti y tu trabajo. Lo que interesa de este fenómeno (y aquí introduzco el segundo elemento) es su confluencia con la nueva moda de las llamadas Redes Sociales. En este nuevo y tecnológico aspecto de nuestra identidad, se producen en general algunos movimientos que son enormemente interesantes (apertura de tu intimidad a terceras y desconocidas personas, gestión de la propia imagen, naturalidad o artificialidad en las propias aseveraciones) que cuando se cruzan con lo anteriormente comentado multiplica su interés.
La pregunta es, ¿qué imagen proyectan los artistas, galeristas, directores de museo, críticos de arte, etc., en la virtualidad de las redes sociales?¿Y qué imagen podrían proyectar los artistas ya fallecidos y que no convivieron con las nuevas tecnologías?
Para ilustrar esto es para lo que he concebido el proyecto Redes Sociales. El mismo consta de diferentes piezas pictóricas en las que retrato estados de redes sociales de artistas, galeristas, directores de museo, críticos de arte, y otros agentes sociales de mi entorno, es decir frases, ideas, fotos, volcadas por éstos en Facebook , Twitter, videos subidos a You Tube, etc.
Por otra parte, a veces la admiración por un artista procede también de su biografía, por lo que de ésta manera presento una parte biográfica semireal de Ingres y Dora Maar, generando pantallazos inexistentes de su vida si convivieran con las nuevas tecnologías y redes sociales. De esta manera pretendo que la realidad y la ficción se fundan en un mismo plano de significado.