El mundo está cambiando. La vieja costumbre de ir puerta por puerta dejando currículums, llegado el momento, ha adquirido nuevos derroteros. El nuevo sendero es internet, y las puertas, sus portales web. Hay algo que no ha cambiado: sigue siendo igual de importante saber a qué puerta llamar.
En el universo paralelo de internet, las puertas son páginas webs a las que se entra sin llamar. El problema es que el portazo, te lo siguen dando igualmente. La nueva costumbre es ir página tras página buscando empleo, una y otra vez. Y en cada una, tropezamos con el mismo eterno formulario que rellenar: estudios, experiencia laboral, descripción de la experiencia laboral y un largo etcétera.
Cuando cabía imaginar en el descanso de buscar desde el sofá, la realidad estalla de forma fría y agotadora. Seguro que más de uno se siente identificado.
¿Y si existiera un lugar en la red, un único lugar, donde buscar? ¿Y si además pudieras ser encontrado sin buscar? Ese lugar existe. El fin del formulario. La puerta a la que llamar: Linkedin
De Linkedin no se ha oído hablar; en Linkedin se está. No en vano, esta red de networking profesional cuenta ya con más de 467 millones de usuarios repartidos alrededor de más de 200 países y con representación en más de 110 sectores. España es el país europeo junto con Italia con más usuarios registrados. El "pero" es que también es el país europeo que menos aprovecha esta herramienta.
Aprender a usar Linkedin es todo un arte, si bien es cierto que cuenta con maestros dispuestos a compartir su saber. Rosaura Alastruey, formadora en Linkedin Avanzado y experta del Networking profesional (bien hecho), es uno de esos maestros y enseña a qué puertas llamar o cómo hacer que llamen a tu puerta. No seamos ingenuos; la espada Excalibur sería un simple cuchillo para untar mantequilla en manos inexpertas. Lo mismo sucede con esta red.
Tal y como señala Alastruey, “Linkedin se ha convertido en las páginas amarillas del siglo XXI”, con el aliciente de que aparecer en primeras páginas no es una cuestión alfabética, sino de optimización.
Pero, ¿qué (más) hace esta herramienta tan atractiva?. Todos hemos oído hablar de la teoría de los 6 grados de separación, esa que dice que en seis contactos puedo estar conectada con Barak Obama, Angelina Jolie o el CEO de Apple. A todos nos hace gracia pensarlo, pero en realidad ninguno acabamos siendo invitados a sus casas. Linkedin es el lugar donde puedes acabar siendo visible no ya para Angelina Jolie, pongámonos serios, sino para el recruiter de Apple.
Parafraseando de nuevo las palabras de Rosaura Alastruey en el reciente taller de enero que impartió en Zaragoza a cargo del Club Esade Alumni Aragón, Linkedin es como ligar. La dificultad no es encontrar un contacto, sino seducirlo. Una vez encuentras a la persona deseada, la pregunta es: ¿qué le digo?.
Tu perfil es tu mensaje, tu carta de presentación. ¿Qué foto pongo?, ¿qué escribo en mi extracto?, ¿debo usar palabras clave?, ¿he de introducir elementos multimedia?. Todos estos elementos que quizá te suenan pero no manejas, forman parte de las claves para mejorar tu imagen y visibilidad.
Aprender a hacer un buen uso de esta herramienta es una inversión de futuro; una reembolsable con intereses. Desde su nacimiento en 2003, Linkedin se ha convertido en la nueva versión de las cartas de recomendación, del rezar por que el curriculum no acabe calzando una silla o debajo de otro gran montón de curriculums que pronto empezarán a amarillear.
ESADE, una de las escuelas de negocios más prestigiosas de España, con Mónica Domínguez como presidenta de ESADE Alumni Aragón, apuesta por esta herramienta y por la formación de su miembros.
Ya has encontrado la puerta. ¿A qué esperas para llamar?