Nadie se salva de los antojos, y no hablo de los antojos por embarazos, porque esos son otro tipo. Hablo de los antojos que nos dan durante la semana, en la oficina, en las noches, o un sábado por la tarde… Esos que nos hacen probar que tan fuerte es nuestra fuerza de voluntad.
Primero debemos entender qué son los antojos y qué los produce. Los antojos son una manera en la que nuestro estómago le avisa a nuestro cerebro que tiene hambre, o que requiere de algunas proteínas o nutrientes. El cerebro forma memorias sensoriales asociadas a un alimento específico que nos produce placer o ciertas emociones y algunas veces, cuando existe una deficiencia de algún nutriente , el mensaje que envía nuestro cerebro lo recibimos como un antojo de algún alimento que contenga ese nutriente.
El misterio de los antojos es saber qué significan y la clave es evitarlos o reemplazarlos por otro que pueda compensar la deficiencia que lo provoca.
Otras posibles causantes de antojos son:
- Deshidratación: cuando tenemos mucha sed, nuestro cerebro puede traducir estas señales como hambre, por eso se recomienda primero tomar agua antes de optar por comer algún alimento.
- Pueden estar relacionados a cambios hormonales o emocionales: especialmente para las mujeres, los cambios hormonales causan alteraciones en nuestros niveles de nutrientes y otros, lo cual nos lleva a tener antojos salados o dulces por lo general. En cuanto a cambios emocionales, suele provocar que comamos para llenar vacíos y son otro tipo de antojos.
¿Qué significan los antojos?
- Antojos de alimentos salados: significa una baja en sodio. En lugar de elegir unas papas fritas, puedes optar por pepino o apio.
- Antojos de alimentos dulces: por lo general significa una falta de Omega 3, pero también puede ser una falta de proteínas o una baja en los niveles de azúcar. En ese caso puedes comer un caramelo, una porción de fruta o un poco de cereales integrales.
- Antojos de chocolate: generalmente asociado a una falta de magnesio, así que puedes consumir un poco de nueces.
- Antojos de queso: suele indicar una baja de los ácidos grasos esenciales. Puedes reemplazar el queso por nueces, salmón.
- Antojos de noche: es un indicante de que no te alimentaste bien durante el día. Es recomendable elegir alimentos con proteínas como huevo, yogur o un puñado de frutos secos.
Es importante que aprendamos a traducir los antojos, ya que es la manera en que el cuerpo nos pide algún alimento o nutriente que le hace falta en determinado momento y de esa manera poder elegir el complemento correcto y no caer en las tentaciones. Controlar los antojos de alimentos no es demasiado complejo. Ya sea antojo de alimentos salados, dulces, chocolates, todo puede ser sustituido por alimentos más saludables.